y dejas mi deseo en una espada,
como el toro burlado, como el toro
Miguel Hernández
Abatido a puyazos como el toro,
Y aguijones de fiestas coloridos,
Tengo el alma y los huesos malheridos
Que me astillan el cuerpo, como al toro.
Quiero fingir a veces que lo ignoro
Con versos de coral estremecidos
En mis parcas palabras, mis oídos,
Y el hostigante lienzo grana y oro;
Emblema de la lucha que se anuda
A mi marchita y débil calavera
A toda prepotencia y sin contraste.
No recibo de nadie alguna ayuda;
Finando ya mi triste primavera,
Dadme el último adiós en el arrastre.
Rafael Zambrano Vargas