He fletado un bajel lleno de primaveras,
Los marineros son ilusiones primeras
Y las velas al viento serán mi triste historia.
El timón, el emblema de mi perdida gloria,
El capitán, nostalgias de ansias verdaderas,
Mi corazón, las llagas de todas las banderas
Derrotadas en pro de tu insigne victoria.
El turquesa del mar con su plata y mi pena,
El remedio a mi herida, con su yodo y su sal,
Y el azul horizonte sin rejas ni cadena
Me servirán de olvido para paliar mi mal.
Conoceré otros mundos, mi dicha será plena…
Y en mi pecho tatuado tu rostro angelical.
Rafael