Su opinión sobre un tema siempre actual y necesario

Aquí tendrán cabida discusiones y todo tipo de estudios sobre temas relacionados con el ámbito literario: técnica, oficio, valores poéticos, etc.
Gerardo Mont
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Su opinión sobre un tema siempre actual y necesario

Mensaje sin leer por Gerardo Mont »

Propongo, estimados compañeros, un tema para debatir, del cual sabemos que existen diversas opiniones, pero es bueno compartirlas y fundamentarlas en un plano de respeto, pues podemos opinar, pero difícilmente llegar a conclusiones definitivas. La idea es que el debate nos ayude a aclarar nuestra posición y que ésta se refleje en nuestros trabajos. No asumo aquí la voz de la verdad, sino la posición del aprendiz que pregunta y opina, sin ser dogmático.

Pues bien, propongo esta frase que en algunos escritos se le atribuye a Bousoño pero yo en lo personal recuerdo (a no ser que la memoria me juegue una pasada) que Bousoño toma la cita de un clásico, en uno de sus libros (como sea, él está de acuerdo):

“El primero que llamó perlas a los dientes fue un genio, el último es un tonto”.

El concepto implicado es llevado a sus extremos, pues lo mismo sería aplicado a la relación piel-rosa, o a ojos-estrellas, trigo-pelo, noche-pelo, labios-rubíes, etc., etc., etc. (Ojalá me ayuden a completar la lista de elementos que caerían en esta categoría, estemos o no de acuerdo).

Surgen las siguientes preguntas:

- ¿Cuándo una frase, una metáfora, un concepto, se puede considerar lugar común? Y ¿cuándo o en qué grado se debe evitar?

- ¿Tener una voz propia implica desarrollar un lenguaje y un estilo alejado del lugar común?
¿Los extremos implícitos en la frase de Bousoño son así de tajantes?

- ¿La genialidad de un poeta (como implica la frase) está relacionada directamente con la creatividad del autor y de sus elementos con sello propio y – por supuesto – bien logrados?
¿La calidad de un escrito, entonces, está relacionada en un porcentaje considerable con una creatividad bien armada y una novedad que respete los parámetros que definen actualmente “poesía”?

- ¿Obliga lo anterior a buscar y a experimentar con las formas y las expresiones poéticas para no orbitar lo mismo?
¿Se desgastan las formas y las expresiones poéticas? Y ¿acaso sucede lo mismo con los temas? O, ¿algunos por ser universales estarán siempre presentes?

Insisto, propongo el tema con todo respeto, para que la participación sea también con respeto de las opiniones ajenas, y agradezco mucho a los que participen o lean.

Un abrazo.
"Para saber que sabemos lo que sabemos, y saber que no sabemos lo que no sabemos, hay que tener cierto conocimiento" (Nicolás Copérnico)
Ver es más que abrir los ojos y apuntar nuestras angustias. Es más que calibrar las agujas del pecho a la rutina.
( http://lascosasdelmonje.blogspot.com/ )
Hallie Hernández Alfaro
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Re: Su opinión sobre un tema siempre actual y necesario.

Mensaje sin leer por Hallie Hernández Alfaro »

Buenas tardes, noches, Gerardo amigo; creo que este post es una excelente iniciativa; siempre es bienvenida la buena estimulación al intelecto creador; la teoría, nuestro propio marco de referencia respecto al mundo del poema, a sus circunvalaciones tan internas, a su adosado de vicios y dudas.


- ¿Cuándo una frase, una metáfora, un concepto, se puede considerar lugar común? Y ¿cuándo o en qué grado se debe evitar?

Ciertamente los lugares comunes son reconocibles, aunque no siempre esté muy claro cómo pueden originarse. Los tomamos prestados del imaginario colectivo, del background que nos define como escribidores o de las tendencias que nos son afines por personalidad, cultura, gustos. Diría que se deben evitar si la emoción y el ingenio abandonan sus cauces o no subsisten a la esperanza de crear un trabajo más o menos digno- digno de incitar placer estético, conmoción, identificación-.


- ¿Tener una voz propia implica desarrollar un lenguaje y un estilo alejado del lugar común?

La voz propia es la miga del pan literario que deseamos hornear; no siempre su formación es un proceso consciente; intervienen los desenfrenos de la razón, los vaivenes del ánimo, las inquietudes del poeta, del artista; sus limitaciones.

- ¿Los extremos implícitos en la frase de Bousoño son así de tajantes?

Los extremos pueden relativizarse, complementarse y refinarse. Luna de plata engendrada en un contexto original y bien concebido puede dejar de ser común y afianzarse en metáfora sobresaliente.

- ¿La genialidad de un poeta (como implica la frase) está relacionada directamente con la creatividad del autor y de sus elementos con sello propio y – por supuesto – bien logrados?

Me animaría a decir que sí; la genialidad de atrapar significados que aún no existían, de irrigar la emotividad escrita con sangre rojísima y caliente.

- ¿La calidad de un escrito, entonces, está relacionada en un porcentaje considerable con una creatividad bien armada y una novedad que respete los parámetros que definen actualmente “poesía”?

En mi opinión, sí, guarda relación con estos conceptos; poesía andante, viva, armada con hilos fuertes y evocadores

- ¿Obliga lo anterior a buscar y a experimentar con las formas y las expresiones poéticas para no orbitar lo mismo?

Quizá sea recomendable lograr un dominio del tratamiento linguístico, invertir en sus secretos, avivar el fuego de sus posibilidades. Ésto también guarda estrecha relación con el yo de cada autor, con sus motivaciones, preferencias, necesidades, etapas de vida.

- ¿Se desgastan las formas y las expresiones poéticas? Y ¿acaso sucede lo mismo con los temas? O, ¿algunos por ser universales estarán siempre presentes?

Puede haber desgaste; la innovación es imprescindible para un avance en los propios pasos de cada autor. Pienso que evolucionamos semiconscientemente, que implosionamos recursos internos para actualizar cada momento del viaje; al igual que la existencia, nuestra poética puede constituir un viaje largo y depurador.

Abrazos y felicidad.
"Algo, en este tan vasto como innecesario universo,
ha de tener sentido: ninguna ecuación diferencial
siente. Pero, se sabe, en el principio
fue dicho: hágase la luz; y abrimos los ojos."


Sub-jectum, Julio Bonal
E. R. Aristy
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Re: Su opinión sobre un tema siempre actual y necesario.

Mensaje sin leer por E. R. Aristy »

Deseo regresar a este tema que al igual que tu considero provocador, y sumamente necesario tanto para el poeta novel como para el poeta maduro.
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Pablo Ibáñez
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Re: Su opinión sobre un tema siempre actual y necesario.

Mensaje sin leer por Pablo Ibáñez »

Gerardo,

Muy interesante la cuestión, querido amigo. La frase de Bousoño es, efectivamente, muy significativa.

“El primero que llamó perlas a los dientes fue un genio, el último es un tonto”.

En mi opinión debe interpretarse teniendo en cuenta su propia teoría, que se basaba en dos leyes fundamentales, a las cuales el teórico asturiano daba igual importancia y pertinencia, al punto de afirmar que no había poema “bueno” si no se cumplían las dos simultáneamente:

1º) Ley de modificación de uso.
2º) Ley de asentimiento

Una teoría tan aceptable y rechazable como cualquier otra.

Creo que su sentencia debe analizarse a la luz de su pensamiento, lo intentaré:
Si la metáfora dientes=perlas se ha usado solo una vez, la primera ley se cumple, porque el uso de las palabras perlas y dientes se ha modificado, es novedoso. Si la metáfora se ha usado millones de veces, la siguiente vez que se use no es una modificación de uso, sería un uso habitual más, gastado. De esta manera la primera ley no se cumpliría. Desde ese punto de vista bousoniano, claro que las metáforas se desgastan.

Imaginémonos ahora que la frase de Bousoño fuera:

“El primero que llamó rebéncanos agudos aislados en su isotropía a los dientes, fue un genio. El último es un tonto”

Hubiéramos pensado que Bousoño era un loco. ¿Por qué? Porque nadie ha usado esa metáfora. Bueno, ¿y por qué nadie la ha usado si cumple de sobra la primera ley? Es un uso modificado, ajeno totalmente al uso normal. Nadie la ha usado porque no es asentible para un lector promedio de poesía. Dientes como perlas sí es asentible. Incluso espadas como labios, el invento clásico de Aleixandre, que Bousoño tanto estudió. Estudió el bello engranaje de su asentimiento, la genialidad con la que cumple las dos leyes potentemente, simultáneamente, elegantemente.

De manera que, si hablara Bousoño, yo creo que diría que sí, que claro que la calidad del autor depende de su inventiva, de lo lejos que pueda llegar modificando el uso del lenguaje, estirándolo, violentándolo, enriqueciéndolo, innovándolo. Y, en la misma medida, de lo asentible que sea ese lenguaje. Si no lo es, el invento, por muy original que sea, no vale para Bousoño.

Equilibrio. ¡Tan difícil!

Un abrazo, Gerardo.
Gerardo Mont
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Re: Su opinión sobre un tema siempre actual y necesario.

Mensaje sin leer por Gerardo Mont »

Agradezco a Hallie, a Era y a Pablo su participación y su inteligente exposición. Más adelante, cuando tenga tiempo suficiente, daré mi opinión, pues no podemos dar más que eso en un tema tan abierto y sujeto a la visión personal. Animo a otros a participar o a exponer sus dudas, que a todos nos servirá para ir formando criterio o corrigiendo la forma de pensar al respecto. Un abrazo.
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M. Sánchez
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Re: Su opinión sobre un tema siempre actual y necesario.

Mensaje sin leer por M. Sánchez »

Amigo Gerardo, incluyo mi opinión en este espacio porque quiero corresponder a tu generosa propuesta que me merece todo el respeto, y para que después hagas con ella lo que quieras.

La poesía me parece una disciplina formidable para hacer magia. Esa magia se puede producir en ámbitos de vulgaridad, pero lo que no puede ser nunca es vulgar. Por vulgar entiendo aquello que utilizamos corrientemente para expresarnos, lo que vamos gastando día a día de puro manejar.

La magia consiste en la “aparición” de un fenómeno, de una situación, de una imagen, de una idea, con la que no contabas, y que además de producirte placer, te permite reconocer el ingenio que existe en su elaboración, en su descubrimiento. La magia incluye la percepción de un valor añadido por parte del autor, del mago. Estas cosas son las que te obligan a decir: ¡qué belleza!

Para utilizar la misma expresión en la que basas tu escrito, y que me parece cierta ( la semejanza entre dientes y perlas) si uno repite dientes de perlas, labios de rubí , como la letra de la canción, deja en manos del lector el grado de originalidad del símil, y es ese lector quien en función de su experiencia, quedará atrapado o asqueado por la frase. Solo dependerá de si la ha leído o escuchado por primera vez o es la enésima la que la escucha. Pero si el autor dice “las perlas que hay en tu boca”, ya no es lo mismo. Porque el doble sentido al que hace alusión su frase, permite imaginar que se pueden tener literalmente perlas en la boca, pero también dientes, o palabras, o besos potenciales…..

El poema necesita, para ser bueno, llevar al lector a un lugar donde nunca ha estado, y que ese lugar le deje boquiabierto. ¿ Los métodos?: muy variados.
Por poner un solo ejemplo, y con esto termino: uno puede circular por la misma calle todos los días de su vida, y de repente en una ocasión decidir mirar hacia arriba, y fijarse en la parte superior de los edificios, cosa que no había hecho nunca. Esa acción misma entraña una concepción poética.


Un abrazo.
Gerardo Mont
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Re: Su opinión sobre un tema siempre actual y necesario.

Mensaje sin leer por Gerardo Mont »

Un saludo compañeros y compañeras. Agradezco también a Manuel, como ya lo había agradecido a a Hallie, a Era y a Pablo, su valiosa y enriquecedora participación.
Creo que ya existen importantes coincidencias entre los participantes con las cuales estoy absolutamente de acuerdo:
- La capacidad de crear elementos novedosos, pero aprehensibles, determina en buena medida la capacidad de un autor y la calidad de su obra. Yo agregaría una importante capacidad de arriesgar, de experimentar en busca de…

- Los elementos novedosos, no son necesariamente cosas jamás oídas, sino también nuevas formas de utilizar las cosas comunes, nuevas formas de contagiar el asombro ante lo que nos rodea o de revelar nuestro interior, nuestra visión social, etc.


- El lector asiduo generalmente se asombra (placer estético, conmoción, identificación dice Hallie) ante una genialidad (en el plano intelectual) o ante la chispa para condensar en palabras un sentimiento de manera cercana pero novedosa.

- Existe algo, en el autor consagrado, que podemos llamar estilo o voz propia y que hace identificable su trabajo. De ninguna manera el estilo constituye un corsé, sino más bien, ciertos rasgos reconocibles que condensan una forma particular de pensar y filosofar sobre la vida y sus cosas, un uso del lenguaje con ciertos rasgos personales, un mundo interior con rasgos afectivos y psíquicos propios y una intención y gusto personal.

- Bajo tales condiciones el crecimiento es continuo, pero cuanto más se avanza más lejos se siente la cima. Yo agregaría humildad como ingrediente necesario, pues el avance cuando se camina mirando hacia atrás es engañoso, sólo se percibe lo que se ha superado pero no lo que falta.


- Pablo, que es conocedor de la obra de Bousoño, agrega elementos importantísimos para entender la frase, los cuales dentro del contexto del pensamiento de Bousoño son completamente válidos. Pero yo, de manera muy personal, creo que la segunda ley, la del asentimiento, es cuestionable, pues si la llevamos a sus extremos quedarían por fuera, algunos ultraísmos, que mucho han aportado a la interpretación en letras del universo humano interior. El surrealismo también quedaría por fuera por más esfuerzo que se haga para adaptar la ley, y yo (ojo yo), veo que en sus últimos extremos, la ley de asentimiento, que valida al final una obra, sería tan subjetiva que cada lector se sentiría en derecho, no de decir “me gusta” o “no me gusta”, que sin duda lo tiene, sino, de atribuirse la libertad de considerar “basura”, lo que no se ajusta a su capacidad, a sus intereses, o a su estado de ánimo. Creo entonces, y de acuerdo a los estudios de Jakobson y muchos otros, sobre las dos formas del lenguaje humano regidas por la contigüidad o la semejanza (metonímica o metafórica), que para que algo sea poesía, los parámetros quedan muy bien establecidos con la “ley de modificación de uso”, que responde a los últimos estudios de los lingüistas, tan científicos como pueden ser en este campo. De aquí en adelante, las leyes que podamos agregar tienen un carácter personal y desde esa perspectiva debemos considerarlas. No creo conveniente, sobre todo si consideramos la poesía como una expresión artística, excluir manifestaciones que cumplen con la primera ley, pues, a la creatividad no se le debe poner límites, esto sería como la religión poniéndole límites a la ciencia. Más bien debemos confiar en que el estudio, la variedad, la experimentación…, irán conformando la verdad, pasando antes por muchos estadios. Entonces y para concluir, a la segunda ley yo le haría una variante: “La validez de una obra, la establece el lector en la medida que la intención del autor sea asentida por el primero”, es decir, si la intención del autor es sólo rítmica (algo semejante a tararear) o es alcanzar la belleza sin apelar a la aprehensión racional (críptico o hermético a voluntad), etc., etc., y el lector así la percibe y la disfruta, la segunda ley se habría cumplido.

Un gran abrazo estimados compañeros.
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