Moderadores: J. J. Martínez Ferreiro, Rafel Calle
Ricardo Serna G escribió:Carmen
Lloramos
vivimos
sufrimos
lloramos
reímos
todo es un ciclo en la vida
y en la muerte
lloraremos, antes, por nosotros mismos
Hermosos versos, querida amiga
un abrazo fuerte
Gracias por tu tiempo para el poema y tu amable comentario.Óscar Distéfano escribió:Un poema dicente, donde el sentimiento se desnuda en el desamor. Hay una fuerza como de desesperanza honda que certifica la naturaleza auténtica del grito.
Un saludo especial.
Óscar
Gracias, amigo Manuel, por esa generosidad tuya, por tu tiempo en el poema, por tu presencia.Manuel Alonso escribió:Carmen, un buen poema, me ha gustado mucho, un abrazo, amiga.
curra anguiano escribió:Estoy con tilines de M jose
Eres la caña, amiga Carmen, como escribes ... es una triste delicia todo él
Mil besos y mil gracias
Curra
Guillermo Cuesta escribió:Magnífico poema. Qué bien manejas el idioma y la metáfora estupenda.
Elegancia y sabiduría en este inspirado poema.
un abrazo.
Luis M. Mariño escribió:Imágenes y metáforas bellas y potentes dan brillo a un excelente poema que me ha encantado leer. Mis felicitaciones, Carmen. Un abrazo.
Pilar, yo no sabría como pagar todo el aliento que siempre me llega en forma de generosas palabras. Mi gratitud junto con la alegría de recibirte en esta ventana.Pilar Morte escribió:A mí me enseñaron a contemplar estrellas
y el cielo es un antojo de inocentes
Para mí estos versos ya merecen todos los aplausos. Bravo, Carmen, por tu poema tan hermoso.
Besos
Pilar
Rafel Calle escribió:Muy bello poema de Carmen.
Un poema de asombrosas imagines, un planteamiento de fe y de valores eternos, Te felicito Carmen! ERACarmen López escribió:Dices
Aquí he dejado una parte,
sólo átomos fragmentados de mis huesos,
esquirlas de un corazón inocuo,
el trote de un caballo asustado y sin jinete.
El aire es una ilusión vacua
que no llega a mis pulmones,
y no siente piedad por todo el resto,
esa lluvia torrencial que nunca llega.
Dices que nadie llorará en esta tumba,
y yo no he pedido ni una lágrima,
a mí me enseñaron a contemplar estrellas
y el cielo es un antojo de inocentes.
Dices que después sólo está el vacío,
lo dices con el vaso nunca lleno
y es por eso que mi alma no te cree,
¿Qué diferencia hay en estar vivo?
Dices que el calor es apariencia,
momento que no llega o que se pierde,
con los puños llenos de nieve
construyes tu glaciar del hombre muerto.
Gracias ERA por pasarte por estas cosas que yo escribo, por tu tiempo y amable comentario.E. R. Aristy escribió:Un poema de asombrosas imagines, un planteamiento de fe y de valores eternos, Te felicito Carmen! ERACarmen López escribió:Dices
Aquí he dejado una parte,
sólo átomos fragmentados de mis huesos,
esquirlas de un corazón inocuo,
el trote de un caballo asustado y sin jinete.
El aire es una ilusión vacua
que no llega a mis pulmones,
y no siente piedad por todo el resto,
esa lluvia torrencial que nunca llega.
Dices que nadie llorará en esta tumba,
y yo no he pedido ni una lágrima,
a mí me enseñaron a contemplar estrellas
y el cielo es un antojo de inocentes.
Dices que después sólo está el vacío,
lo dices con el vaso nunca lleno
y es por eso que mi alma no te cree,
¿Qué diferencia hay en estar vivo?
Dices que el calor es apariencia,
momento que no llega o que se pierde,
con los puños llenos de nieve
construyes tu glaciar del hombre muerto.
Gracias, Ónice por tu tiempo para el poema, por pasarte a comentar.Ónice Canet escribió:Metáforas heridas... Imágenes llenas de dolor, de desengaño, desolación...sentimientos que se quiebran en el vacío de una soledad compañera.... Palpables sensaciones a flor de piel. Un saludo.
Gracias, Pepa, por tus palabras cariñosas, un lujo recibirte siempre en mi ventana.Josefa A. Sánchez escribió:Venir a tu ventana siempre es una experiencia gratificante. Un magnifico poema que he disfrutado en grande.
Un abrazo.
Pepa
Unas letras muy conmovedoras que llegan y se quedan.Carmen López escribió:Dices
Aquí he dejado una parte,
sólo átomos fragmentados de mis huesos,
esquirlas de un corazón inocuo,
el trote de un caballo asustado y sin jinete.
El aire es una ilusión vacua
que no llega a mis pulmones,
y no siente piedad por todo el resto,
esa lluvia torrencial que nunca llega.
Dices que nadie llorará en esta tumba,
y yo no he pedido ni una lágrima,
a mí me enseñaron a contemplar estrellas
y el cielo es un antojo de inocentes.
Dices que después sólo está el vacío,
lo dices con el vaso nunca lleno
y es por eso que mi alma no te cree,
¿Qué diferencia hay en estar vivo?
Dices que el calor es apariencia,
momento que no llega o que se pierde,
con los puños llenos de nieve
construyes tu glaciar del hombre muerto.