Rosa Marzal escribió:Mi tercer ojo
no entiende de oberturas con esqueleto de águila;
de orfebrería cromática;
de arco-iris invictos;
de sedantes, de hipnóticos para enmudecer el dolor
de su córnea acribillada por los insectos
de sus interrogantes.
Abre el libro
por la página en blanco
y disecciona escrupulosamente
el alma de las mariposas del silencio.
Mi tercer ojo
sabe que el cielo es una droga dura
que se debe masticar solo en noches
limítrofes,
justo antes de que la devoción
de algún violín castrado
mordisquee
con sus ácidas notas
la conciencia.
Muy interesante poema a un misiticismo labrado en realidades duras, grandes com volcanes dormidos a la luz de la luna. Todo despierta menos la conciencia,y cuando lo hace ya no hay truco de sensualidad que nos seduzca a la mentira.El problema sigue siendo que elmundo es de mentira. Me ha maravillado todasy cadauna de tusimagenes, Rosa, tu poetica es de una bellezasinigual y una clara inteligenciA. E.R.A.