¡Tengo prisa! ¡Tengo prisa! ¡Tengo prisa!.. Parecía el conejo del País de las Maravillas…
¡Menudo mentecato! Para una vez que una ponía interés por meterse en la cocina…
¡Venga a aguantar mecha! Bla.bla.bla.bla… si por lo menos dijera algo que tuviera sentido ¡Puñetero trabajo! Una sonrisa en la boca y un ¡Menudo palizas! en la mente.
¡No tengo tiempo!...
Cerró la puerta con el pie.
Lo primero sacar los salmonetes de la nevera.
Corriendo por el pasillo, entró en la habitación, lanzó los zapatos, se arrancó la ropa… una ducha rápida
¡Cuiiiidadooo con el pelo!
¡Está al llegar… y sólo tiene hora y media!
Encender la encimera! La sartén grande ¡Qué salmonetes, casi un kilo los dos!... ¡Le encantan los salmonetes!
Solo hora y media pero, pescado por el estómago ¡De eso me encargo yo!...
¡La mesa!
¡El aceite justo… que se hagan al punto!...¡La ensalada! la lechuga ya está lavada
¡Ah! Mujer previsora, cebolla, tomate… ¡El mantél! mantel, mantel, los platos, cubiertos… faltan las copas
¿A ver los salmonetes?... son demasiado gruesos, un poco más de aceite o no se harán por dentro…
Estiró la mano cogió la botella ¡un poco más!
¡Espuma! ¿Espuuuuuma?... ¡Dios! ¡Dios! ¡Diiooossss miiooo!... Lavavajillas ¡Eché el lavavajillas! ¡Madre mía , que hago!... No tengo otra cosa… ¡Lavarlos!...¡Agua…agua!
El mundo se hundió ante el desastre, el pescado aunque poco hecho perdió medio lomo bajo el agua. No había alternativa era aquello o nada, así que… sartén nueva… aceite, con cuidado, y los salmonetes a hacerse
¡Señor Dios, no permitas que le de un cólico barriguero, por favor que no le sienten mal!
El timbre…
¡Ahí estáaa!
Bueno… que sea lo que tenga que ser… allá voy
-¡Hola! – un beso - ¡Hum, huele bien! ¡Que estás haciendo!
-Te he traído salmonetes, se que te encantan… y ya están a punto. Quítate el abrigo y acomódate en la mesa…
Se dirigió a la cocina, vino fresco, tabla de patés y queso…
Primorosamente presentados – con los lomos estropeados hacia abajo – y una pinta de ¡Aquí no te menees! los salmonetes…
-Madre mía, Eva ¡que aspecto tienen!… que te parece si empezamos por el pescado ¿eh?
- Tú mismo. Sírvete lo que quieras… yo tengo bastante con medio, son muy grandes.
Haciendo honores a lo que se le ofrecía, presentó su plato… mientras ella miraba expectante su movimientos deseando escuchar las primeras palabras… ¿Oye, a que sabe esto? no, no... ¡que no fueran esas… por favor!
Con el deleite que manifestaría un gato ante un ratón… abrió el pescado separando sus lomos, que se soltaron jugosamente de la espina… probándolo
Y dijo :
-¡Vaya punto Eva! ¡Están buenísimos! ¡Has visto que carne tan blanca!
Una repentina y ciega carcajada aparentemente fuera de todo lugar… anuló cualquier posibilidad de respuesta
Mientras la miraba a medias del estupor y el contagio, le dijo:
-Estás preciosa cuando te ríes…
V.Nas
