Rafel Calle escribió:Diría que estamos ante un gran poema. Junto a La Huella indígena y El halcón, forma una trilogía digna de figurar entre los mejores sonetos alejandrinos.
Hablando de Los cuerpos vivos, presenta grandes innovaciones rítmicas dentro de un lenguaje rotundamente revolucionario.
La acentuación es diferente en los isostiquios de cada verso, lo cual nos da un soneto alejandrino polirrítmico puro, del que no conozco precedentes.
En cuanto al lenguaje, desde la adjetivación, hasta el tratamiento metafórico, todo se desarrolla puntualmente en el territorio de la genialidad. Se consiguen imágenes de una belleza tan rotunda como novedosa.
Cosmos intranquilo, caos en sigilo, bólido apagado, extracto de berilo, transacción hostil, tacto quebradizo, el barro del placer, ciego afán taciturno, delirio nocturno, tejido templado al fuego de un hechizo, pálpito sutil, pocas veces se ha visto tan increíble reunión de hermosura y profundidad semántica, en una catarata de imágenes absolutamente inolvidables.
No encontraba este soneto por ningún sitio. El domingo repasé todas las páginas del foro Recomendados, y no pude encontrarlo. Después, supuse que lo habrías publicado en el foro que abrimos antes de Alaire. Y, claro, te pedí que lo publicaras, no por mí, que me lo sé de memoria, sino porque esta joya enriquece sobremanera nuestro sitio (muy útil, sobre todo, para los compañeros interesados en el alejandrino vanguardista).
En fin, eres un maestro del verso alejandrino, con él y en él has conseguido obras importantes, tanto en ritmo como en lenguaje representan un antes y un después. Son poemas que pertenecen a la antología del magno tetradecasílabo.
Un fuerte abrazo, colega.
... Y yo que quieres que te diga, amigo Rafel, es un soneto del que hemos hablado mucho, y en el que tú también has participado haciendo alguna sugerencia para conseguir que todos los alejandrino fueran polirrítmicos.
Gracias, querido amigo, por tu apoyo y generosidad.