Ha sido todo un placer leer este excelente poma.Víctor F. Mallada escribió:Plaza de Oriente
Plaza de Oriente, principios de mayo,
unos mozalbetes ensayan cabriolas
en monopatín,
parejas errantes, bullicio en sordina,
se escuchan acentos de mil proveniencias,
dos japonesitas, vestidas de manga
ríen sin reír.
Observo la escena desde una terraza,
vecinos de mesa alimentan gorriones
y Felipe IV
subido a la grupa de escorzo imposible
saluda al teatro de un mundo distante
donde la gran diva Teresa Berganza
cantara a Rossini, Mozart y Bizet.
Al fondo el palacio,
con regias estatuas de regios pasados
mientras una banda regala compases
que apagan los ecos de eventos lejanos.
El concierto acaba.
Se escuchan aplausos que piden un bis
y unos jubilados que esperan ansiosos
cogidos del brazo
al final escuchan todo ensimismados
el ritmo preciso, del chotis “Madrid”.
¿La cerveza?
(Bien fría y bien tirada. Podría haber sido gratis).
Pagué 4,50... por estar un rato
sentado a la sombra de un joven madroño
sintiendo la vida pasar de mil formas,
vibrante, sumisa, teatro ambulante,
como aquella plaza, llena de chiquillos
de incierto futuro y padres ansiosos,
mientras en la esquina,
vestida de rojo, zapatos de aguja
una joven tensa la escena, esperando
que sea la suya la próxima boda.
Ella, sin saberlo, es como el reflejo
de una plaza hermosa que ha visto de todo
radiante, orgullosa.
Le tiré unas fotos desde la distancia.
Me alejé despacio,
pensando que el chotis se baila de cara,
con la frente erguida,
aguantando el tipo,
como tanta gente que la tarde aquella
decidió dejarse las penas en casa
y le dijo al mundo:
Me voy.. de paseo
¿te vienes conmigo?
(Sin prisas, sin miedos,
que nos quedan muchas
plazas y ciudades
para conquistar).
Víctor F. Mallada
Un abrazo.
BEGOÑA.