LA DAMA DE LA NOCHE
Allí, en medio del humo,
melodías suaves y murmullos
está ella.
La dama de la noche.
Sentada, en actitud
por demás sensual y delicada,
mira de soslayo a los presentes.
De pronto...
se acerca un hombre
y tomándole la mano la besa.
Su cabello está en desorden,
y su mirada es tierna y llena de deseo.
Entornando algo los ojos, dice:
!Bella dama¡
¿Quiere UD. esta noche ser mi compañera?
Ella le mira.
Da un breve repaso a su figura,
y con sensual voz lo increpa:
¿Sabes...mi amigo?
No puedo hacerlo.
Los momentos serían muy breves,
y realmente mereces,
que te acompañen
toda la vida
si tú quieres.
Él la mira,
y en su cara varonil
se dibuja una sonrisa,
y dice:
Honor que me harías hermosa,
pero eres la dama de esta noche
y con todos compartirás,
si me brindas
los momentos que tú dices,
te juro mi bella
que no te arrepentirás.
No mi guapo amigo, tú mereces
una mujer perfecta, y yo...
lamentablemente
no soy esa.
En la noche estoy
y en ella me quedo.
Bebe un vino,
y brinda conmigo.
- Y tomando su mano el hombre,
deja en ella un nuevo beso -
Y dice:
Que la noche te haga su dama
y que cuando al fin te detengas,
recuerda que a la mujer
la hizo Dios,
para que el hombre...
la haga su REINA.
