La verdad que nos reescribe (LV)

[Gerardo Mont]

Y la tinta del tiempo encrespa las cenizas…

Grita el canon de la lágrima en la historia
rescoldos de un amor conjugado por mortales
-esa miserable humanidad de ser humano.

Y en el lapso entre los cuerpos que acogemos
naufraga la cotidianeidad de los milagros;
pero de atajos abisales y perdones,
inflamamos los piélagos íntimos del miedo
como niños corriendo al lago del regazo…

Y tras el ripio que urde los códigos del siglo
intuimos tierras y semillas de otra historia,
encumbrándonos en esos Ícaros del día
que repatrian cada equívoco al origen,
más allá, de donde se despeñan tempestades.

Y el cielo es tela que cortar a cada paso;
y a cada paso, los verbos zurcen en el pecho:
refugios cuando embiste el miedo los presagios;
soles de una aldea cuando un pubis nos reclama;
y un techo al que dice adiós…, pero regresa.

Que si de escrúpulos el amor lava las manos,
somos la infalible humanidad de lo divino,
frágil divinidad del universo increado;
el pacto en el árbol edénico del beso:

¡Qué será el amor, la verdad que nos reescriba!

[Alejandra Goerne]

Me alegra mucho poder ser la primera en comentar este hermosos poema. Hoy, precisamente hoy, que he pensado cantidad en los milagros, en los presagios y la necesidad de reinventarme.
Precioso y preciso poema, un gusto acercarme a tu poesía.

[Luna de Nos]

Y la tinta del tiempo encrespa las cenizas…

Grita el canon de la lágrima en la historia
rescoldos de un amor conjugado por mortales
-esa miserable humanidad de ser humano.

Y en el lapso de cada cuerpo que acogemos
naufraga la cotidianeidad de los milagros;
pero de atajos abisales y perdones,
inflamamos los piélagos íntimos del miedo
como niños corriendo al lago del regazo…

Y tras el ripio que urde los códigos del siglo
intuimos tierras y semillas de otra historia,
encumbrándonos en esos Ícaros del día
que repatrian cada equívoco al origen,
más allá, de donde se despeñan tempestades.

Y el cielo es tela que cortar a cada paso;
y a cada paso, los verbos zurcen en el pecho:
refugios cuando embiste el miedo los presagios;
soles de una aldea cuando un pubis nos reclama;
y un techo al que dice adiós…, pero regresa.

Que si de escrúpulos el amor lava las manos,
somos la infalible humanidad de lo divino,
frágil divinidad del universo increado;
el pacto en el árbol edénico del beso:

¡Qué será el amor, la verdad que nos reescriba!

El poder de un beso, de una caricia, de un abrazo a tiempo, el poder del amor y la magia de la poesía.
Generalmente me cuesta comentar, decir algo coherente, y a veces sólo se trata de quedarse frente a las palabras y absorverlas.
Me encanta como escribes, un abrazo, Luna.-

[Guillermo Cumar.]

El amor es personal y también la poesía, pero ha sido un placer
pasar por tu poema y encontrar un lapso en cada verso de lirismo
y buen hacer buscando la verdad.

Un abrazo

Guillermo

[Pilar Morte]

Imágenes hermosas para este poema que recita en belleza
Abrazos
Pilar

[Gerardo Mont]

Me alegra mucho poder ser la primera en comentar este hermosos poema. Hoy, precisamente hoy, que he pensado cantidad en los milagros, en los presagios y la necesidad de reinventarme.
Precioso y preciso poema, un gusto acercarme a tu poesía.

Alejandra, un gusto recibirte en estos trazos. Te agradezco mucho tu lectura y tu amable comentario. Mis abrazos de amigo.

[Gerardo Mont]

Y la tinta del tiempo encrespa las cenizas…

Grita el canon de la lágrima en la historia
rescoldos de un amor conjugado por mortales
-esa miserable humanidad de ser humano.

Y en el lapso de cada cuerpo que acogemos
naufraga la cotidianeidad de los milagros;
pero de atajos abisales y perdones,
inflamamos los piélagos íntimos del miedo
como niños corriendo al lago del regazo…

Y tras el ripio que urde los códigos del siglo
intuimos tierras y semillas de otra historia,
encumbrándonos en esos Ícaros del día
que repatrian cada equívoco al origen,
más allá, de donde se despeñan tempestades.

Y el cielo es tela que cortar a cada paso;
y a cada paso, los verbos zurcen en el pecho:
refugios cuando embiste el miedo los presagios;
soles de una aldea cuando un pubis nos reclama;
y un techo al que dice adiós…, pero regresa.

Que si de escrúpulos el amor lava las manos,
somos la infalible humanidad de lo divino,
frágil divinidad del universo increado;
el pacto en el árbol edénico del beso:

¡Qué será el amor, la verdad que nos reescriba!

El poder de un beso, de una caricia, de un abrazo a tiempo, el poder del amor y la magia de la poesía.
Generalmente me cuesta comentar, decir algo coherente, y a veces sólo se trata de quedarse frente a las palabras y absorverlas.
Me encanta como escribes, un abrazo, Luna.-

Muchas gracias estimada Luna por ser siempre tan atenta, por dejar tu huella siempre amable y por la motivación que significa saber de tu lectura. A mi me gusta mucho como escribes tú...Un gran abrazo.

[Julio Gonzalez Alonso]

Enhorabuena, Gerardo. El amor ya es otro tras la lectura de tu poema, mejor, más grande, más hondo. Con un abrazo.
Salud.

[Fernanda Badó]

Qué preciosidad, me ha gustado mucho tu poema.
Saludos.

[Gerardo Mont]

El amor es personal y también la poesía, pero ha sido un placer
pasar por tu poema y encontrar un lapso en cada verso de lirismo
y buen hacer buscando la verdad.

Un abrazo

Guillermo

Guillermo, siempre me alegra encontrar tu amable huella en mis trazos. Te agradezco la lectura y comentario. Mis abrazos de amigo.

[jose junco]

Muy buen poema, Gerardo. Salud.

[Gerardo Mont]

Imágenes hermosas para este poema que recita en belleza
Abrazos
Pilar

Muchas gracias Pilar por tu paso siempre amable. Mis abrazos de amigo.

[Gerardo Mont]

Enhorabuena, Gerardo. El amor ya es otro tras la lectura de tu poema, mejor, más grande, más hondo. Con un abrazo.
Salud.

Muchas gracias, estimado Julio por dejar tu huella siempre amable y motivadora en mis trazos. Un honor. Mis abrazos de amigo.

[Abel Mata]

Mi aplauso para este formidable poema. Saludos, Gerardo.