He vuelto

[Hallie Hernández Alfaro]

Muy buen trabajo, Rafael. Has conseguido imágenes potentes y llenas de sentimiento.

Saludos y felicidad,

Hallie

[Rafael Valdemar]

Guillermo gracias por pasarte por el poema y dejar tus palabras

saludos

rafael

[Josefa A. Sánchez]

Un gusto pasar por estos hermosos versos.
Un abrazo.
Pepa

[Rafael Valdemar]

Lazaro gracias por pasarte por el poema y dejar tus palabras

saludos

rafael

[Rafael Valdemar]

Quinteño gracias por pasarte por el poema y dejar tus palabras

saludos

rafael

[Miguel Santillana]

Un gusto leer este hermoso y bien planteado poema, Rafael. felicitaciones.

[Vicente Fernández-Cortés]

Desde luego, un poema que alcanza la fibra sensible del lector más impasible.
Un placer de lectura.

Mi abrazo.

[Rafael Valdemar]

Quinteño gracias por pasarte por el poema y dejar tus palabras
saludos

rafael

[Rafael Valdemar]

Ana gracias por pasarte por el poema en su momento y dejar tus palabras

saludos
rafael

[Ramón Castro Méndez]

Hoy traigo la palabra entre los dientes,
como faca afilada que a través del miedo se perfila
y va mostrándose desnuda en mi garganta.
Vengo con este resumen de exilio y muerte
ocupando las arterias del silencio
y presiento que sobre la piel del dolor
todas las amapolas de mis huellas sangran.

Hay un lupanar de crisantemos en la carne,
donde impúdicas las putas con los sueños se amanceban
y los borrachos en la entrepierna de la luna se beben
esa pasión de luz que por tanta fiebre se derrama.
Una abstinencia de siglos por mi sexo transita
para que en el útero infecundo del futuro
se engendren los hijos bastardos que parirá el olvido.

Regreso convertido en taciturno viajero del pasado
que a una balsa de nostalgia se aferra
para que la vida estrene cada día un pulso nuevo,
y saciado de soledad voy del vacío hasta la nada.
Por detrás de mi inocencia preludia este amanecer
que, en el calor ausente de unos senos, despierta
ese temblor añejo que a mi lumbre adolescente aviva.

Muy buen poema, Rafael, de sabor amargo, crudo y que se aferra, en su última estrofa, a un cierto halo de esperanza. Me ha gustado mucho. Te felicito por esta bien tramada propuesta.
Un abrazo.

[Mirta Elena Tessio]

Hoy traigo la palabra entre los dientes,
como faca afilada que a través del miedo se perfila
y va mostrándose desnuda en mi garganta.
Vengo con este resumen de exilio y muerte
ocupando las arterias del silencio
y presiento que sobre la piel del dolor
todas las amapolas de mis huellas sangran.

Hay un lupanar de crisantemos en la carne,
donde impúdicas las putas con los sueños se amanceban
y los borrachos en la entrepierna de la luna se beben
esa pasión de luz que por tanta fiebre se derrama.
Una abstinencia de siglos por mi sexo transita
para que en el útero infecundo del futuro
se engendren los hijos bastardos que parirá el olvido.



Regreso convertido en taciturno viajero del pasado
que a una balsa de nostalgia se aferra
para que la vida estrene cada día un pulso nuevo,
y saciado de soledad voy del vacío hasta la nada.
Por detrás de mi inocencia preludia este amanecer
que, en el calor ausente de unos senos, despierta
ese temblor añejo que a mi lumbre adolescente aviva.

Pero vuelves Rafael, con todo ese dolor. las angustias y eso latente que a pesar de los años
traemos, el sentir adolescente.
No se que decirte, me animo a pensar que un volver signifique un paso atrás para tomar impulso y empezar con nuevas brisas. Nunca envejecemos, el alma conduce nuestro vuelo.
Bueno tu trabajo, porque llega al lector hasta la emoción.-
Un abrazo Poeta.

[Rafel Calle]

Recordando un regreso de Rafael Valdemar.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Feliz rescate, Rafa, de este intenso poema de Rafael Valdemar.

Todo un placer de lectura.

Abrazo a ambos.

[E. R. Aristy]

Hoy traigo la palabra entre los dientes,
como faca afilada que a través del miedo se perfila
y va mostrándose desnuda en mi garganta.
Vengo con este resumen de exilio y muerte
ocupando las arterias del silencio
y presiento que sobre la piel del dolor
todas las amapolas de mis huellas sangran.

Hay un lupanar de crisantemos en la carne,
donde impúdicas las putas con los sueños se amanceban
y los borrachos en la entrepierna de la luna se beben
esa pasión de luz que por tanta fiebre se derrama.
Una abstinencia de siglos por mi sexo transita
para que en el útero infecundo del futuro
se engendren los hijos bastardos que parirá el olvido.

Regreso convertido en taciturno viajero del pasado
que a una balsa de nostalgia se aferra
para que la vida estrene cada día un pulso nuevo,
y saciado de soledad voy del vacío hasta la nada.
Por detrás de mi inocencia preludia este amanecer
que, en el calor ausente de unos senos, despierta
ese temblor añejo que a mi lumbre adolescente aviva.

Brillante entrega, Rafael. Hago coro a las voces que te cantan su unisono encomio. Un abrazo grande. ERA