Mariposa: qué triste me quedo sin tu luz que mi amor ilumina, te me vas... Te me vas... Y no puedo retener tu silueta divina.
Agustín Acosta
Hay un infantil
deseo de pureza
como pago
después de un desbocado sexo
también aparece el hambre en ese instante
y puede que la tristeza
después de torbellina fiesta,
aparezca en un espejo
y te delate.
Cuento los minutos
mientras te duchas
y me parecieron
de otros colores las paredes
en puro pleno pánico
por el bendito hábito
que tengo de hacer
lo que tu quieres.
El otoño es la temporada
de los abandonos,
hasta las hojas se divorcian,
y septiembre que desciende
de un pacto natural de libertad,
se vuelve ola que no demora
en traer la sensación
de querer convertirla
en mariposa.
Diciembre
que no me miente nunca
cuando acumula todos los detalles,
se ha dado cuenta en esta escena
de mi próximo viaje,
es por mi culpa,
pidiéndome que me calle
y la deje acariciar sus castillo
de naipes .
Mañana como siervo herido
yo me habré ido
y ella por ser tan bella
se habrá convertido
en mariposa.
Lázaro.
