Gracias, Liliana, por dejar tu comentario a este poema.Liliana Aiello escribió:Juan: una ceguera que ve más allá de lo posible...
mis cariños
LILI
Un abrazo.
carmen iglesia escribió:Muy bueno, Juan, muy bueno y muy duro... aunque la poesía que desnuda lo más terrible no debería asustarnos, para eso, entre otras muchas cosas, está la poesía...
Imágenes muy valientes, igual que el vocabulario... Me gustó mucho.
Un abrazo,
Carmen
javierdicenzo80 escribió:Por más que nazca en mí
una línea recta de carne o de despojos
(lo que no consumieron los pájaros hambrientos);
por más que luego muera en depósitos de magma
(sopa primordial de los diamantes);
llegue a donde llegue,
venga de donde venga,
no habrá más sed, o si la hay
no habrá más agua.
No una vez florecidos los tabúes,
no después de que sembrara Dios sus naipes
en el cráter donde hiberno, me escondo y envejezco.
Sí, fueron mis ojos como hordas de vándalos,
inquietos hocicos;
pero hoy meto los dedos en dos cuencas vacías
sin bastones, sin grietas.
interesanes tus versos querido amigo
un fuerte abrazo
José Manuel Sáiz escribió:Un poema descarnado que se ajusta a la perfección al tema propuesto para el libro. No me cabe duda que tendrá una calificación acorde a su calidad.
Buen trabajo, Juan.
Un abrazo para tí, aigo.
J. Manuel