Ya suponía que volver a la gran ciudad...(para el libro)
Moderador: Webmaster
Ya suponía que volver a la gran ciudad...(para el libro)
Este poema lo escribí hace tiempo pero a la hora de publicarlo siempre me echó hacia atrás lo largo que es. Pido disculpas por ello y agradezco, ya de entrada, la paciencia de quien se anime a leerlo.
YA SUPONÍA QUE VOLVER A LA GRAN CIUDAD SERÍA COMO REGRESAR DEL OLVIDO
I
Nadie nos puede parar, ni el niño que busca la tómbola,
ni las ubres cuyo color en el exilio
fue naranja.
Yo miro el espacio cuadrangular y un auto
se esconde en mi memoria.
Tú me enseñas la piel satinada de un extraño idioma
como si las olas interpretaran el verbo en mi pupila.
Es una tarde sin golondrinas, un espacio muerto de árboles,
pero la vida da su fruto en nuestras venas y nos impulsa
hacia el agua.
La fuente ha caído del cielo y aún lleva
estrellas de cinco puntas en el humo de los satélites.
Retorna mi sombra a poblar los cajeros,
continúa el olfato gris en el hemisferio de los neones.
Pongo un papel en los bolsillos de la noche,
caminamos sobre alambres que golpean planetas de música
y hay tiendas que se cambian los vestidos
y son disfraces o sueños de un imposible rojo sus bocas.
Descansamos como si fuéramos viento que se inclina al estío.
Llegan los magos nocturnos a tapar los imanes oscuros.
No es nuestro lugar este huir del sollozo,
bajan los autobuses con acero en los dientes
y un eco de oficinas sella los pulgares de la última estatua.
Ya no busco más que la sombra del ayer
en los latidos de un corazón negro
-después llegarán los pájaros, un segundo antes de partir-.
II
Ahora pienso que me gustaría ver
hombres que tocan pianos escarlatas,
mujeres de huesos cálidos en las cenizas de septiembre.
El jardín ha encogido y el teatro ya no sobrevive
en el circulo de los gorriones.
La ciudad es un mundo poblado de estrellas,
hombres maquillados, mujeres de un solo ojo
que venden saris estampados, incienso dulce,
ídolos de múltiples brazos, tapices que se ajustan
a los cuellos para desplegar las alas del dromedario.
Otros son los nidos que juegan aquí con el cristal,
en los escaparates se amontonan demonios pálidos
junto a letras góticas, monigotes, almanaques…
La luz decae como una ilusión de infancia,
coches negros, largos como barras de chocolate
se paran ante guardias civiles de etiqueta,
-nosotros abrimos los paraguas del tiempo-,
cerca ya de la plaza, siento el perfume de la cáscara
y los grifos que depositan su alba en mi recuerdo azul.
Tres días bastan para concebir un abrazo antiguo,
para absorber la química del refugio,
la canción que llueve sobre el cenit de un vaso.
Y bien, he vuelto.
Ahora sin cargas,
con las mallas insomnes de la edad
y recupero
la magnitud del escenario,
la gran ciudad y su calor anónimo,
la seda que se revuelve bajo el surco de un Metro averiado.
YA SUPONÍA QUE VOLVER A LA GRAN CIUDAD SERÍA COMO REGRESAR DEL OLVIDO
I
Nadie nos puede parar, ni el niño que busca la tómbola,
ni las ubres cuyo color en el exilio
fue naranja.
Yo miro el espacio cuadrangular y un auto
se esconde en mi memoria.
Tú me enseñas la piel satinada de un extraño idioma
como si las olas interpretaran el verbo en mi pupila.
Es una tarde sin golondrinas, un espacio muerto de árboles,
pero la vida da su fruto en nuestras venas y nos impulsa
hacia el agua.
La fuente ha caído del cielo y aún lleva
estrellas de cinco puntas en el humo de los satélites.
Retorna mi sombra a poblar los cajeros,
continúa el olfato gris en el hemisferio de los neones.
Pongo un papel en los bolsillos de la noche,
caminamos sobre alambres que golpean planetas de música
y hay tiendas que se cambian los vestidos
y son disfraces o sueños de un imposible rojo sus bocas.
Descansamos como si fuéramos viento que se inclina al estío.
Llegan los magos nocturnos a tapar los imanes oscuros.
No es nuestro lugar este huir del sollozo,
bajan los autobuses con acero en los dientes
y un eco de oficinas sella los pulgares de la última estatua.
Ya no busco más que la sombra del ayer
en los latidos de un corazón negro
-después llegarán los pájaros, un segundo antes de partir-.
II
Ahora pienso que me gustaría ver
hombres que tocan pianos escarlatas,
mujeres de huesos cálidos en las cenizas de septiembre.
El jardín ha encogido y el teatro ya no sobrevive
en el circulo de los gorriones.
La ciudad es un mundo poblado de estrellas,
hombres maquillados, mujeres de un solo ojo
que venden saris estampados, incienso dulce,
ídolos de múltiples brazos, tapices que se ajustan
a los cuellos para desplegar las alas del dromedario.
Otros son los nidos que juegan aquí con el cristal,
en los escaparates se amontonan demonios pálidos
junto a letras góticas, monigotes, almanaques…
La luz decae como una ilusión de infancia,
coches negros, largos como barras de chocolate
se paran ante guardias civiles de etiqueta,
-nosotros abrimos los paraguas del tiempo-,
cerca ya de la plaza, siento el perfume de la cáscara
y los grifos que depositan su alba en mi recuerdo azul.
Tres días bastan para concebir un abrazo antiguo,
para absorber la química del refugio,
la canción que llueve sobre el cenit de un vaso.
Y bien, he vuelto.
Ahora sin cargas,
con las mallas insomnes de la edad
y recupero
la magnitud del escenario,
la gran ciudad y su calor anónimo,
la seda que se revuelve bajo el surco de un Metro averiado.
Última edición por Ramón Carballal el Mié, 20 Oct 2010 19:14, editado 1 vez en total
Hola Ramón.
Soy yo el que te agradezco este poema, y todos los que publicas, son una gozada para quien los lee.
Es cierto, es un poema largo, pero se hace corto y fácil de leer porque lleva tu sello, esas imágenes tan originales que siempre me sorprenden.
Un abrazo.
Soy yo el que te agradezco este poema, y todos los que publicas, son una gozada para quien los lee.
Es cierto, es un poema largo, pero se hace corto y fácil de leer porque lleva tu sello, esas imágenes tan originales que siempre me sorprenden.
Un abrazo.
- Mensajes: 358
- Registrado: Jue, 16 Abr 2009 20:50
re: Ya suponía que volver a la gran ciudad...
Ramón. Gracias por compartir este poblado de imágenes y sensaciones. Ha sido un lujo recorrerlo.
Un cordoal saludo y que siga la poesía!
angel
Un cordoal saludo y que siga la poesía!
angel
- Mensajes: 1408
- Registrado: Jue, 15 Ene 2009 15:55
re: Ya suponía que volver a la gran ciudad...
Excelente poema para disfrute de quien lo lea. Recomendado, pues sus imágenes son suficientemente hermosas como para gozarlas. Tu estilo muy peculiar, te hace en buena medida ser el REY de las metáforas. Me recuerda y mucho, a Marian Ramentol Serratosa. Un magnífico poema.. Felicitaciones sinceras.
Un cordial abrazo.
José Manuel F. Febles
Un cordial abrazo.
José Manuel F. Febles
re: Ya suponía que volver a la gran ciudad...
Don Ramón,
me gustó tanto que volví a leerlo y estoy seguro de no haber captado ni la mitad de las buenas imágenes y música que nos deja en estos logrados versos. El buen ritmo impide algun atisbo de cansancio al leerlo.
san armilo b.
me gustó tanto que volví a leerlo y estoy seguro de no haber captado ni la mitad de las buenas imágenes y música que nos deja en estos logrados versos. El buen ritmo impide algun atisbo de cansancio al leerlo.
san armilo b.
re: Ya suponía que volver a la gran ciudad...
Todos lo decimos, tus poemas no se hacen largos, al contrario se recorren esperando siempre algo sorprendente. Un placer de poema
Abrazos
Pilar
Abrazos
Pilar
- Mensajes: 26311
- Registrado: Mié, 09 Abr 2008 10:21
emerio henriquez escribió:Hola Ramón.
Soy yo el que te agradezco este poema, y todos los que publicas, son una gozada para quien los lee.
Es cierto, es un poema largo, pero se hace corto y fácil de leer porque lleva tu sello, esas imágenes tan originales que siempre me sorprenden.
Un abrazo.
Muchas gracias, Emerio, por tu amable comentario. Un fuerte abrazo.
Yo soy una perezosa para los poemas largos pero en tu poesía no hay de qué quejarse por eso, mayor es el disfrute... El poema es magnífico, Ramón, y te aseguro que no cansa en absoluto, se lee con voracidad y se disfruta porque además de ser mágico, como todo lo que escribes, está lleno de vida.
Gustazo leerte. Y besotes,
Carmen
Gustazo leerte. Y besotes,
Carmen
re: Ya suponía que volver a la gran ciudad...
Bueno, a mí tampoco se me ha hecho largo. Como te han dicho, el ritmo es tan fluido que se recorre sin fatiga. Por lo demás, comparto los favorables comentarios de los compañeros. Un gran poema de un gran autor.
Un abrazo.
Un abrazo.
Re: re: Ya suponía que volver a la gran ciudad...
Angel Valles escribió:Ramón. Gracias por compartir este poblado de imágenes y sensaciones. Ha sido un lujo recorrerlo.
Un cordoal saludo y que siga la poesía!
angel
Gracias a ti, Ángel, por la lectura y el amable comentario. Un abrazo.
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