Editorial Alaire

Buenas tardes, amigos y compañeros.

Recojo el testigo que me pasa Ramón Carballal y os propongo construir, un relato colectivo, que posteriormente será publicado en el foro de prosa.
Puede ser un texto poético o con tintes realistas, o una combinación de ambos elementos, que tenga como tema principal, el amor en todas sus acepciones. Dejaremos que este sentimiento tan conocido por la humanidad tome la palabra y nos cuente cosas...
Cada participante puede aportar dos o tres lineas y volver a intervenir en el transcurso de la actividad.
Edificaremos con la fuerza de todos un producto hermoso e interesante.
Vuestro talento y disposición son los mejores avales.


Os dejo un comienzo que, por supuesto, podrá ser modificado, corregido, alterado y /o mejorado.


Solitario y espartano, inflinge su peso en la moción de los genes. Avaro colisionador del hambre, erige su llanto en la primera sonrisa.

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Ni el peso de los genes predispone un ´´obice con instinto de hambre ni un ramo de flores quiere colisionar contigo,pues te teme desde los inicios si te ve retro.

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Solitario y espartano, inflinge su peso en la moción de los genes. Avaro colisionador del hambre, erige su llanto en la primera sonrisa.
Ni el peso de los genes predispone un óbice con instinto de hambre ni un ramo de flores quiere colisionar contigo, pues te teme desde los inicios si te ve retro.

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Llegas ignorándolo todo, desvalido, diminuto y valiente. Y sobrevives a pesar de todo, aferrándote al aroma y al roce de una piel desconocida e imprescindible

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Solitario y espartano, inflinge su peso en la moción de los genes. Avaro colisionador del hambre, erige su llanto en la primera sonrisa.
Ni el peso de los genes predispone un óbice con instinto de hambre ni un ramo de flores quiere colisionar contigo, pues te teme desde los inicios si te ve retro.
Llegas ignorándolo todo, desvalido, diminuto y valiente. Y sobrevives a pesar de todo, aferrándote al aroma y al roce de una piel desconocida e imprescindible.

Hallie
Guillermo
Marisa

Gracias mil, queridos amigos. Esto promete.
Abrazos.

¿Hay algo mas inconstante que tu sombra? Al impregnar de perfumes cálidos el corazón unísono un solo labio recorre la humedad sensitiva. Queda así el recuerdo en el sabor, en la caricia y en la huella de lo que fue canto febril de la noche eterna.

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Solitario y espartano, inflinge su peso en la moción de los genes. Avaro colisionador del hambre, erige su llanto en la primera sonrisa.
Ni el peso de los genes predispone un óbice con instinto de hambre ni un ramo de flores quiere colisionar contigo, pues te teme desde los inicios si te ve retro.
Llegas ignorándolo todo, desvalido, diminuto y valiente. Y sobrevives a pesar de todo, aferrándote al aroma y al roce de una piel desconocida e imprescindible.
¿Hay algo mas inconstante que tu sombra? Al impregnar de perfumes cálidos el corazón unísono un solo labio recorre la humedad sensitiva. Queda así el recuerdo en el sabor, en la caricia y en la huella de lo que fue canto febril de la noche eterna.


Hallie
Guillermo
Marisa
Ramón Carballal

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Solitario y espartano, inflinge su peso en la moción de los genes. Avaro colisionador del hambre, erige su llanto en la primera sonrisa.
Ni el peso de los genes predispone un óbice con instinto de hambre ni un ramo de flores quiere colisionar contigo, pues te teme desde los inicios si te ve retro.
Llegas ignorándolo todo, desvalido, diminuto y valiente. Y sobrevives a pesar de todo, aferrándote al aroma y al roce de una piel desconocida e imprescindible.
¿Hay algo mas inconstante que tu sombra? Al impregnar de perfumes cálidos el corazón unísono un solo labio recorre la humedad sensitiva. Queda así el recuerdo en el sabor, en la caricia y en la huella de lo que fue canto febril de la noche eterna.
Estás ahí, cuando la oscuridad del arconte dispara los miedos bajo el pulgar de la mentira y derribamos su malsana venia.

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Hallie
Guillermo
Marisa
Ramón Carballal
Hallie

Estás en el sudor de una noche herida y en la humedad de una tibia madrugada, calvarios si cerrábamos las ventanas, penitencia con luz recién nacida. Estás en la memoria desprendida de aquello que estremece y desordena los puentes, los árboles y las sábanas.

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Solitario y espartano, inflinge su peso en la moción de los genes. Avaro colisionador del hambre, erige su llanto en la primera sonrisa.
Ni el peso de los genes predispone un óbice con instinto de hambre ni un ramo de flores quiere colisionar contigo, pues te teme desde los inicios si te ve retro.
Llegas ignorándolo todo, desvalido, diminuto y valiente. Y sobrevives a pesar de todo, aferrándote al aroma y al roce de una piel desconocida e imprescindible.
¿Hay algo mas inconstante que tu sombra? Al impregnar de perfumes cálidos el corazón unísono un solo labio recorre la humedad sensitiva. Queda así el recuerdo en el sabor, en la caricia y en la huella de lo que fue canto febril de la noche eterna.
Estás ahí, cuando la oscuridad del arconte dispara los miedos bajo el pulgar de la mentira y derribamos su malsana venia.
Estás en el sudor de una noche herida y en la humedad de una tibia madrugada, calvarios si cerrábamos las ventanas, penitencia con luz recién nacida. Estás en la memoria desprendida de aquello que estremece y desordena los puentes, los árboles y las sábanas.

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Hallie
Guillermo
Marisa
Ramón Carballal
Hallie
Rafel

Amanece con arrugas la sonrisa del alba. Se nos rompió la noche y perdimos el hilo,
el duende de las pequeñas cosas y así es imposible hilvanar un sueño.

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Solitario y espartano, inflinge su peso en la moción de los genes. Avaro colisionador del hambre, erige su llanto en la primera sonrisa.
Ni el peso de los genes predispone un óbice con instinto de hambre ni un ramo de flores quiere colisionar contigo, pues te teme desde los inicios si te ve retro.
Llegas ignorándolo todo, desvalido, diminuto y valiente. Y sobrevives a pesar de todo, aferrándote al aroma y al roce de una piel desconocida e imprescindible.
¿Hay algo mas inconstante que tu sombra? Al impregnar de perfumes cálidos el corazón unísono un solo labio recorre la humedad sensitiva. Queda así el recuerdo en el sabor, en la caricia y en la huella de lo que fue canto febril de la noche eterna.
Estás ahí, cuando la oscuridad del arconte dispara los miedos bajo el pulgar de la mentira y derribamos su malsana venia.
Estás en el sudor de una noche herida y en la humedad de una tibia madrugada, calvarios si cerrábamos las ventanas, penitencia con luz recién nacida. Estás en la memoria desprendida de aquello que estremece y desordena los puentes, los árboles y las sábanas.
Amanece con arrugas la sonrisa del alba. Se nos rompió la noche y perdimos el hilo, el duende de las pequeñas cosas y así es imposible hilvanar un sueño.

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Hallie
Guillermo
Marisa
Ramón Carballal
Hallie
Rafel
Rosario


Ya hay columnas muy hermosas en nuestro texto. De nuevo gracias, queridos amigos.
Y los que todavía no habéis participado, animaos que sois más que bienvenidos.
Abrazos.

Háblame con tu voz de poema. Poema, rumor de nubes ágiles, el eco de un torrente azul. Vierte en mí el cántico de tus pupilas. El cántico, la pluma leve, el cielo, los pájaros de luz ensortijada. Rózame con tu mano añil de viento. Viento, suspiro madurado, el mar, frescura de palmeras agrupadas.

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Solitario y espartano, inflinge su peso en la moción de los genes. Avaro colisionador del hambre, erige su llanto en la primera sonrisa.
Ni el peso de los genes predispone un óbice con instinto de hambre ni un ramo de flores quiere colisionar contigo, pues te teme desde los inicios si te ve retro.
Llegas ignorándolo todo, desvalido, diminuto y valiente. Y sobrevives a pesar de todo, aferrándote al aroma y al roce de una piel desconocida e imprescindible.
¿Hay algo mas inconstante que tu sombra? Al impregnar de perfumes cálidos el corazón unísono un solo labio recorre la humedad sensitiva. Queda así el recuerdo en el sabor, en la caricia y en la huella de lo que fue canto febril de la noche eterna.
Estás ahí, cuando la oscuridad del arconte dispara los miedos bajo el pulgar de la mentira y derribamos su malsana venia.
Estás en el sudor de una noche herida y en la humedad de una tibia madrugada, calvarios si cerrábamos las ventanas, penitencia con luz recién nacida. Estás en la memoria desprendida de aquello que estremece y desordena los puentes, los árboles y las sábanas.
Amanece con arrugas la sonrisa del alba. Se nos rompió la noche y perdimos el hilo, el duende de las pequeñas cosas y así es imposible hilvanar un sueño.
Háblame con tu voz de poema. Poema, rumor de nubes ágiles, el eco de un torrente azul. Vierte en mí el cántico de tus pupilas. El cántico, la pluma leve, el cielo, los pájaros de luz ensortijada. Rózame con tu mano añil de viento. Viento, suspiro madurado, el mar, frescura de palmeras agrupadas.

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Hallie
Guillermo
Marisa
Ramón Carballal
Hallie
Rafel
Rosario
Jerónimo