Re: Nuestro mundo (cadáver exquisito, por Ana Muela)
Publicado: Vie, 23 Feb 2018 10:20
La belleza del mundo está escondida.
Oculta quedó entre asfalto y piedra.
Celebra la casa , el fuego,
pronuncia los instantes
sólidos del sueño
cuando el mundo, abriendo las compuertas, resucita.
Celebra el camino, la huella, la cicatriz y la belleza de una puesta de sol
seductora de sombras peregrinas que buscan acariciar los horizontes nacientes
tras los árboles que no permiten ver el bosque de las violetas.
Resucita espléndida la luz matinal aspirando el clímax de la vida.
Me siento viva en la palabra que espolea y acaricia.
Tú, que das color al iris al libar tu reflejo,
camina por delante, verdadera, para no ser ciega a tu luz.
Tú, que escondes la belleza del mundo
retemblando en el fondo de tu alma.
Aunque tu alma encuentre un fondo oscuro
irá replanteando sus deberes y los curiosos ritos.
Inmarcesible belleza, corazón de malvas,
para ti se ha pronunciado el suceso de la Tierra,
la interestelar escena de los astros.
Mas te veo sucumbir ante la indolencia de los aguaceros
que anegan de los abismos su firmeza, rebuscando
del amor, su guarida mundana.
Y observo que tu sombra es el exceso
del néctar soberano de los seres
que anidan en tu espíritu sublime.
Y de nuevo vendrás, compañero, a nosotros
los pájaros azules,
con nosotros, que te esperamos al viento,
a nuestro vuelo de palabras.
como en un nuevo génesis el esperma de la vida
resucitará tus ansias de vomitar palabras
que formen poesía
Oculta quedó entre asfalto y piedra.
Celebra la casa , el fuego,
pronuncia los instantes
sólidos del sueño
cuando el mundo, abriendo las compuertas, resucita.
Celebra el camino, la huella, la cicatriz y la belleza de una puesta de sol
seductora de sombras peregrinas que buscan acariciar los horizontes nacientes
tras los árboles que no permiten ver el bosque de las violetas.
Resucita espléndida la luz matinal aspirando el clímax de la vida.
Me siento viva en la palabra que espolea y acaricia.
Tú, que das color al iris al libar tu reflejo,
camina por delante, verdadera, para no ser ciega a tu luz.
Tú, que escondes la belleza del mundo
retemblando en el fondo de tu alma.
Aunque tu alma encuentre un fondo oscuro
irá replanteando sus deberes y los curiosos ritos.
Inmarcesible belleza, corazón de malvas,
para ti se ha pronunciado el suceso de la Tierra,
la interestelar escena de los astros.
Mas te veo sucumbir ante la indolencia de los aguaceros
que anegan de los abismos su firmeza, rebuscando
del amor, su guarida mundana.
Y observo que tu sombra es el exceso
del néctar soberano de los seres
que anidan en tu espíritu sublime.
Y de nuevo vendrás, compañero, a nosotros
los pájaros azules,
con nosotros, que te esperamos al viento,
a nuestro vuelo de palabras.
como en un nuevo génesis el esperma de la vida
resucitará tus ansias de vomitar palabras
que formen poesía