Editorial Alaire

Ese poeta sonríe demasiado.

Su cabello cesante

y las uñas saliendo de sus dedos

como pétalos

o naipes repartidos

-o quizá deba decir que en realidad

son como toldos

aferrados a fachadas veraniegas-

me atemorizan tanto o más que el frío verso que,

minuto tras minuto,

viste y desviste, igual que hace la fiebre con la frente de los niños.


¿A qué observan sus ojos de arenisca

cuando sale al balcón y friega el suelo?


No puede ser a esas muchachas, devotas del calor,

aunque deslizan cada vez más a menudo

sus cuerpos cimbreantes

del lecho a la piscina,

pero carecen de nostalgia y de experiencia,

no conocen la muerte ni el dolor

imprescindibles. Quizá ese niño,

sus manos

posadas en los pechos de la madre ennegrecida.

Será mañana,

cuando la leche expulse su estertor

de último alimento gratuito y pase hambre,

acaso entonces merezca su poesía.


Mira, poeta,

escucha la estampida

que baja por la calle principal hacia la plaza;

son como nubes a punto de reunir su oscuridad

y desleírse

en unitaria lluvia que corre por las ramblas sin control

de lo que arrolla.

¿No puede ser, no pueden ser aquéllos los que buscas

para anegar tus versos de sentido?


Demasiado concretos,

demasiado sonoros,

demasiado reales, no puede ser, que vengan luego,

cuando caminen de vuelta hacia sus casas

vacilantes, recuperada su sola transparencia.


La calle ha terminado,

el suelo limpio,

motores de astrolabios y guitarras

dios sabe de qué música evadidas,

acarician el balcón anochecido. El dormitorio

contiene su calor y sus aromas,

las fotos de su infancia, la dulzura

de las primeras muertes, y las últimas

más lentas, más constantes, y el olvido,

arropando su sonrisa, lo consuela.


Buenas noches, poeta, que tu voz

te sostenga hasta mañana,

otra vez,

duerme tranquilo.

Juan un poema hondo como un pozo sin fondo...
Así llega cada verso, cada glosa que derramas, cuando le preguntas al poeta por cosas banales, sin ver el poeta, que aunque menos sonoros los versos, hay cosas reales que no ve...
Un placer amigo su lectura.
Un abrazo.

Experto recorrido en busca de la luz y lo contrario para hacer
que el verso recoja las idas y venidas del sentir y plasmar
lo que trasmite el panorama a los ojos del poeta.
Se junta la nostalgia a los aromas de la noche para
que el alma quede satisfecha.

Disfruté de tu poema, amigo Juan. Mi aplauso

[quote="Juan Fionello"]
Gran poema, Juan, hermoso, lleno de lirismo y de delicadas imágenes. Se lee de seguido como una canción conocida y antigua que creías tener olvidada. De gran belleza. Mi aplauso y un abrazo.

No sé si acierto con el sentido del poema pero lo he disfrutado mucho, está bien escrito
Abrazos
Pilar

Lo vuelvo a leer y tengo que decirte que aciertas en el fondo y forma, el poeta que debe de salir de sí mismo, siempre que emocione.
Besos

Juan, te dejo el testimonio de mi paso por este poema que me ha gustado mucho leer, por su guía, por su manera de correr la poesía, y que tiene versos muy notables.
Un fuerte abrazo

"-o quizá deba decir que en realidad

son como toldos

aferrados a fachadas veraniegas-

me atemorizan tanto o más que el frío verso que,

minuto tras minuto,

viste y desviste, igual que hace la fiebre con la frente de los niños."

Todo el poema es espléndido pero estos versos me parecen especialmente significativos, entonados, elocuentes.
Siempre es un deleite leerte, poeta.
Un gran abrazo

Quinteño de Greda escribió:Juan un poema hondo como un pozo sin fondo...
Así llega cada verso, cada glosa que derramas, cuando le preguntas al poeta por cosas banales, sin ver el poeta, que aunque menos sonoros los versos, hay cosas reales que no ve...
Un placer amigo su lectura.
Un abrazo.

Muchas gracias por tu comentario, Quinteño. Lo recibo agradecido. Hace tiempo escribía demasiado sobre la propia poesía; ahora procuro evitarlo, pero en esta ocasión he querido hacerlo una vez más. La poesía tiende a mirarse demasiado a sí misma y quien dice la poesía dice el poeta. Este poema tiene un fondo irónico y me alegra que te haya parecido profundo.

Un abrazo.

A veces sentimos que la poesía es una casa en la que vivimos o un habitante que vive en nosotros. Puede que despierte una sonrisa la observación de lo que nos rodea y de que forma esto puede volverse poesía en nuestras manos y ser germen de creación desde su ignorancia de serlo. Me ha gustado mucho este poema y las reflexiones que me despierta. Me llevo esta noche a ese poeta que sonríe tanto desde la atalaya de sus magníficos versos.
Un abrazo.
Pepa

Guillermo Cuesta escribió:Experto recorrido en busca de la luz y lo contrario para hacer
que el verso recoja las idas y venidas del sentir y plasmar
lo que trasmite el panorama a los ojos del poeta.
Se junta la nostalgia a los aromas de la noche para
que el alma quede satisfecha.

Disfruté de tu poema, amigo Juan. Mi aplauso

Ese poeta del que hablo en un tono más o menos irónico, que puede ser cualquiera, también yo mismo, valora quizá demasiado su poesía, quizá le pide demasiado a la realidad que le circunda y por eso termina encerrado en sí mismo.

He estado releyendo a Bécquer y en particular sus "cartas literarias a una mujer". En la primera intenta explicar su famoso verso "poesía eres tú", dándole una trascendencia más allá de la metáfora lírica. La poesía está fuera del poeta, es lo que está a su alrededor, el poeta, quitándole la excesiva pasión que el romanticismo de Bécquer le otorga, hace como cualquier otra persona que intente practicar un arte, interpretar esa realidad conforme a las específicas reglas de ese arte en concreto y transformarla en poema.

En fin, Guillermo, te agradezco, como siempre, tu constante amabilidad y el esfuerzo que haces por llegar a los poemas que los compañeros vamos dejando. Muchas gracias.

Un abrazo.

Magnífica entrega amigo Ramón, exhuberante de recorridos introspectivos alrededor del poeta y sus oficios, sus circunstaciás y complejos motivos.

Todo un placer de lectura, querido amigo.

Un abrazo.

Cuánta excelencia en un solo poema. No se puede dejar de leer con avidez y emoción cada legado que gana su propio lugar en la historia. Ramón, compañero, este trabajo dará que hablar por mucho tiempo.

Felicitaciones y ovación cerrada,

Hallie

Confieso que lo he leído en varias ocasiones, cada lectura he encontrado un matiz nuevo que me ha hecho reflexionar. Un gran poema Juán.

Un abrazo.

Excelente puesta en escena Juan,
recorres el mundo especial de un
poeta como tú, o como aquel... o este.
Felicidades

ROBERTO LÓPEZ escribió:

Juan Fionello escribió: Gran poema, Juan, hermoso, lleno de lirismo y de delicadas imágenes. Se lee de seguido como una canción conocida y antigua que creías tener olvidada. De gran belleza. Mi aplauso y un abrazo.

Muchas gracias, amigo y compañero poeta, por tu comentario, que me da confianza y ánimo.

Un abrazo.