Un soneto con ligera intencionalidad política

Que vuelva yo mi espalda a la patraña
-de tantas veces dicha casi cierta-
que ignore a quien mintió y cerró la puerta
dejándome en la tela de la araña.
Que muera en el intento no me extraña,
ni que mi muerte a todos les divierta,
pues hoy la población anda tan muerta
que quien no es calavera usa guadaña.
Parásita en la oreja más adepta,
es la mentira, falsa y lisonjera,
venal sustentadora de propósitos.
Pero ante tanto necio que la acepta,
o bien ella es mentira verdadera
o los cerebros son simples depósitos.
-de tantas veces dicha casi cierta-
que ignore a quien mintió y cerró la puerta
dejándome en la tela de la araña.
Que muera en el intento no me extraña,
ni que mi muerte a todos les divierta,
pues hoy la población anda tan muerta
que quien no es calavera usa guadaña.
Parásita en la oreja más adepta,
es la mentira, falsa y lisonjera,
venal sustentadora de propósitos.
Pero ante tanto necio que la acepta,
o bien ella es mentira verdadera
o los cerebros son simples depósitos.