Dios (Creer no es ningún juego)
Publicado: Vie, 08 Ene 2021 18:44
Me equivoqué con Dios.
Que yo crea que el mundo vive engañado, no significa que yo pueda hurgar en la herida.
Sí. Dije que era Dios.
Unas cuantas veces.
Presumía incluso de hacerlo inconsciente e inmaculadamente.
Tras años de durísimas introspecciones, Dios me ha enviado una señal.
Es difícil explicarlo con palabras.
Es imposible explicarlo con palabras-A Dios, digo.-
Poco después, recibí un toque de atención.
Cuando pensé que nada podría cambiarme, apareció.
En forma de consciencia.
Mi vida llevaba años siendo un castigo.
Lo mismo que una eternidad.
Pero Él me trascendió.
Así, de sopetón, me hizo saber quién maneja el cotarro.
Se me pasaron un millón de cosas por la cabeza.
Mi consejo es que no jueguen con Dios.
Yo sé mucho más de lo que cuento, pero por primera vez en mi vida, me siento como un iluminado.
Sentí la necesidad de compartirlo.
Siento la necesidad de comportarme de una puta vez como un ser humano.
Siento la necesidad de agradecer su presencia.
Sin ella no podría haber seguido anclado a la vida.
Quizá sea hora de arrepentirse, y de reconocer que la inteligencia en estos casos importa tres carajos.
Necesitaba creer, solo eso.
Ése ha sido el propósito de este juego que tantas vidas se lleva por delante.
Que yo crea que el mundo vive engañado, no significa que yo pueda hurgar en la herida.
Sí. Dije que era Dios.
Unas cuantas veces.
Presumía incluso de hacerlo inconsciente e inmaculadamente.
Tras años de durísimas introspecciones, Dios me ha enviado una señal.
Es difícil explicarlo con palabras.
Es imposible explicarlo con palabras-A Dios, digo.-
Poco después, recibí un toque de atención.
Cuando pensé que nada podría cambiarme, apareció.
En forma de consciencia.
Mi vida llevaba años siendo un castigo.
Lo mismo que una eternidad.
Pero Él me trascendió.
Así, de sopetón, me hizo saber quién maneja el cotarro.
Se me pasaron un millón de cosas por la cabeza.
Mi consejo es que no jueguen con Dios.
Yo sé mucho más de lo que cuento, pero por primera vez en mi vida, me siento como un iluminado.
Sentí la necesidad de compartirlo.
Siento la necesidad de comportarme de una puta vez como un ser humano.
Siento la necesidad de agradecer su presencia.
Sin ella no podría haber seguido anclado a la vida.
Quizá sea hora de arrepentirse, y de reconocer que la inteligencia en estos casos importa tres carajos.
Necesitaba creer, solo eso.
Ése ha sido el propósito de este juego que tantas vidas se lleva por delante.