Editorial Alaire

Alfonso Alfaro escribió:He descubierto en mi soñar que hay otros mundos sumergidos en la oscuridad de una súplica, escondida en una sonrisa que reclama un ¡suéñame!
El sueño estaba ahí: antes de ser palabra fue periferia, y tú nadabas dentro de ella, más polizona que pez. No te muevas. No te vayas al diccionario, solo observa. Observa cómo la huella de un viernes se posa sobre el suelo y bajo la almohada te oculta una metáfora hecha de otoño.
Mientras el otoño no es más que una metáfora, hay quien aprieta sus manos, se lame los labios, ansía zapatos sonrientes, y se lanza a la calle, como si al sentir el aire sintiese la esperanza descalza reptando, olfateando el paraíso.

Qué belleza, Alfonso; y qué manera de empatizar, de intuir; el resultado es un escrito hermoso, sólido, un reinado metafórico profundamente evocador.

Orgullosa a más no poder por este gesto tuyo que valoro muchísimo.

Abrazo grande, amigo querido.

Qué belleza, Alfonso; y qué manera de empatizar, de intuir; el resultado es un escrito hermoso, sólido, un reinado metafórico profundamente evocador.

Orgullosa a más no poder por este gesto tuyo que valoro muchísimo.

Abrazo grande, amigo querido.


Me alegra que sea de tu agrado, querida amiga. Un lujo empatizar con tus letras.
Abrazo grande.

Cuanta belleza se amalgama en estas letras, que se deleitan en ello, se hacen apetecibles y gustosas a los ojos y acarician con delicadeza cuando se las recorre.
Un prosa poética en la que el ritmo interior va dándole riqueza y testimonio.
Me ha gustado mucho amigo.

Abrazo de los grandes

Alfonso Alfaro escribió:He descubierto en mi soñar que hay otros mundos sumergidos en la oscuridad de una súplica, escondida en una sonrisa que reclama un ¡suéñame!
El sueño estaba ahí: antes de ser palabra fue periferia, y tú nadabas dentro de ella, más polizona que pez. No te muevas. No te vayas al diccionario, solo observa. Observa cómo la huella de un viernes se posa sobre el suelo y bajo la almohada te oculta una metáfora hecha de otoño.
Mientras el otoño no es más que una metáfora, hay quien aprieta sus manos, se lame los labios, ansía zapatos sonrientes, y se lanza a la calle, como si al sentir el aire sintiese la esperanza descalza reptando, olfateando el paraíso.

Vuelvo a leer, sigue siendo precioso, querido amigo.

Abrazo grande.

PS: te acabo de envíar un mail.