re: MercuroCromo (el color del infinito) (2º Aniversario)
Publicado: Lun, 23 May 2011 18:28
Tu sensibilidad amiga sigue con nosotros. Un recuerdo entrañable para tí
Con todo cariño
Pilar
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Foro poético-literario, revista y tienda de libros de la Editorial Alaire. Poemas de todo tipo, relatos cortos, ensayos. Debates, discusiones y todo tipo de estudios sobre temas relacionados con el ámbito literario. Convocatorias de concursos de poesía.
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Blanca Sandino escribió:Hoy, 23 de Mayo de 2011, se cumple el segundo aniversario del fallecimiento de una de las mejores plumas de los Foros Alaire, Blanca Sandino.
En su recuerdo, recuperamos, desde los foros que llevan su nombre, uno de sus poemas más brillantes:
MercuroCromo (el color del infinito)
------------------------------------------------------------Dedicado
I
Como una herida mal cicatrizada vives en mí.
Como una herida mal cicatrizada.
Como una herida.
MercuroCromo (el color delinfinito)
II
Me preguntaste cuál era el problema
y me detuve. ¿Cómo podía explicar que había doblado
el paisaje como una hoja de papel,
y que desteñido por la lluvia
se había convertido en un borrón
lleno de mariposas muertas? Te sentirías culpable.
III
Tu ausencia curva mis brazos
como el silencioso azul de Marzo
como mis criaturas del rocío
como mis pasos en la niebla
como mis pasos niños
como tus pasos cuando te alejas.
IV
En alguna parte de ese círculo que soy
y recorre mi sangre (a veces con desgana)
se ocultan presagios oscuros como el carbón de hulla.
Trémolos, y cuando me pronuncias
-trémolo-
carbón al rojo vivo.
V
Cierro los ojos al roce (tierno desamparo)
de tu recuerdo en mi alma. Él apaga, estoy segura,
los ecos de tu voz cuando me duermo.
Gris, pienso, gris. Juan Gris, para inmortalizar
este momento, y siento mi alma volviéndose pincel.
Pincel enseñado por tus manos
para pintar infinitos azulmente infinitos.
Mis Infinitos,
mis azulmente infinitos.
VI
¿Sabes?, en algún lugar entre el cielo y la tierra
nuestras almas continúan conversaciones interrumpidas.
¿Qué es la distancia
sino una palabra?
VII
Las aceras, bajo las casas, se sueñan paseadas:
suéñate alma mía, suéñate.
VIII
Lo sé, me lo has dicho con frecuencia: no cambio.
Dices que nunca dejaré de ser una niña
agarrada a sus juegues, a sus nimiedades.
Por eso sigo guardando en mis bolsillos
objetos sin valor: arena, cristales de colores, conchas,
palabras cuyos significados desconozco,
y también un «tequiero» para cuando se te pase el enfado;
no puedo darte la razón en todo:
no es una nimiedad, te lo aseguro, sentirse viva.
Sentirse viva entre tus brazos.
IX
Cuando los párpados caen sobre los ojos
descorren aquel tiempo en que nada era
y el hombre, como un dios,
re-crea la luz en medio de su sueño.
Se hace la luz.
Algo me dice que debería cambiar las dudas por certezas.
X
La venda se me antoja paisaje nevado.
Sobre él hay una lucha encarnizada.
Finalmente el sol lo tiñe de rojo.
No, no es mágica mi sangre. ¿O sí?
XI
Aparta de mí, me digo, me recuerdas a Judas:
siempre mojando tu pan en mi plato
para después traicionarme cuando escribo.
Intuición.
XII
Darme la vuelta a mi mundo
por recalar en aquellos mis puertos preferidos.
De la noche, a la marea baja,
al alba de mí en ti,
sólo un paso: atracar. «Atracar de puntas y con muerto».
XIII
La imagen se difumina
deja de ser exactamente tú.
Entonces me arropo con mi única certeza:
tu voz sobre las otras.
Cenit.
XIV
¿No existe inubicado? Pues así es como me siento
vestida con mi desganada piel
de hacer lo acostumbrado.
XV
Ya sé por qué escribo.
Si no existieses,
te crearía, y tú serías mi protagonista principal.
XVI
Sobre un mundo en cenizas, amor,
me enseñaron tus ojos a
elevarme hasta el conjuro del ser y la palabra.
MercuroCromo (el color del infinito).
Blanca Sandino
Blanca Sandino escribió:Hoy, 23 de Mayo de 2011, se cumple el segundo aniversario del fallecimiento de una de las mejores plumas de los Foros Alaire, Blanca Sandino.
En su recuerdo, recuperamos, desde los foros que llevan su nombre, uno de sus poemas más brillantes:
MercuroCromo (el color del infinito)
------------------------------------------------------------Dedicado
I
Como una herida mal cicatrizada vives en mí.
Como una herida mal cicatrizada.
Como una herida.
MercuroCromo (el color delinfinito)
II
Me preguntaste cuál era el problema
y me detuve. ¿Cómo podía explicar que había doblado
el paisaje como una hoja de papel,
y que desteñido por la lluvia
se había convertido en un borrón
lleno de mariposas muertas? Te sentirías culpable.
III
Tu ausencia curva mis brazos
como el silencioso azul de Marzo
como mis criaturas del rocío
como mis pasos en la niebla
como mis pasos niños
como tus pasos cuando te alejas.
IV
En alguna parte de ese círculo que soy
y recorre mi sangre (a veces con desgana)
se ocultan presagios oscuros como el carbón de hulla.
Trémolos, y cuando me pronuncias
-trémolo-
carbón al rojo vivo.
V
Cierro los ojos al roce (tierno desamparo)
de tu recuerdo en mi alma. Él apaga, estoy segura,
los ecos de tu voz cuando me duermo.
Gris, pienso, gris. Juan Gris, para inmortalizar
este momento, y siento mi alma volviéndose pincel.
Pincel enseñado por tus manos
para pintar infinitos azulmente infinitos.
Mis Infinitos,
mis azulmente infinitos.
VI
¿Sabes?, en algún lugar entre el cielo y la tierra
nuestras almas continúan conversaciones interrumpidas.
¿Qué es la distancia
sino una palabra?
VII
Las aceras, bajo las casas, se sueñan paseadas:
suéñate alma mía, suéñate.
VIII
Lo sé, me lo has dicho con frecuencia: no cambio.
Dices que nunca dejaré de ser una niña
agarrada a sus juegues, a sus nimiedades.
Por eso sigo guardando en mis bolsillos
objetos sin valor: arena, cristales de colores, conchas,
palabras cuyos significados desconozco,
y también un «tequiero» para cuando se te pase el enfado;
no puedo darte la razón en todo:
no es una nimiedad, te lo aseguro, sentirse viva.
Sentirse viva entre tus brazos.
IX
Cuando los párpados caen sobre los ojos
descorren aquel tiempo en que nada era
y el hombre, como un dios,
re-crea la luz en medio de su sueño.
Se hace la luz.
Algo me dice que debería cambiar las dudas por certezas.
X
La venda se me antoja paisaje nevado.
Sobre él hay una lucha encarnizada.
Finalmente el sol lo tiñe de rojo.
No, no es mágica mi sangre. ¿O sí?
XI
Aparta de mí, me digo, me recuerdas a Judas:
siempre mojando tu pan en mi plato
para después traicionarme cuando escribo.
Intuición.
XII
Darme la vuelta a mi mundo
por recalar en aquellos mis puertos preferidos.
De la noche, a la marea baja,
al alba de mí en ti,
sólo un paso: atracar. «Atracar de puntas y con muerto».
XIII
La imagen se difumina
deja de ser exactamente tú.
Entonces me arropo con mi única certeza:
tu voz sobre las otras.
Cenit.
XIV
¿No existe inubicado? Pues así es como me siento
vestida con mi desganada piel
de hacer lo acostumbrado.
XV
Ya sé por qué escribo.
Si no existieses,
te crearía, y tú serías mi protagonista principal.
XVI
Sobre un mundo en cenizas, amor,
me enseñaron tus ojos a
elevarme hasta el conjuro del ser y la palabra.
MercuroCromo (el color del infinito).
Blanca Sandino
Blanca Sandino escribió:
Dentro de un mes y medio, más o menos, hará nueve (9) años que nos dejaste, guajina.
Cuando yo llegué a Alaire ya no estabas, pero vine hasta aquí de tu mano, porque te seguí hasta dar con este lugar de poetas.
Hoy he buscado este poema excepcional porque echo de menos tu presencia, cosas que hace tiempo que no encuentro como por ejemplo, tu sencillez y humanidad. Dos palabras preciosas y que por desgracia pierden su significado con frecuencia.
Un beso hasta tu tejado, sé que nos miras desde allí y que controlas la veleta.
-----
MercuroCromo (el color del infinito)[/b]
------------------------------------------------------------Dedicado
I
Como una herida mal cicatrizada vives en mí.
Como una herida mal cicatrizada.
Como una herida.
MercuroCromo (el color delinfinito)
II
Me preguntaste cuál era el problema
y me detuve. ¿Cómo podía explicar que había doblado
el paisaje como una hoja de papel,
y que desteñido por la lluvia
se había convertido en un borrón
lleno de mariposas muertas? Te sentirías culpable.
III
Tu ausencia curva mis brazos
como el silencioso azul de Marzo
como mis criaturas del rocío
como mis pasos en la niebla
como mis pasos niños
como tus pasos cuando te alejas.
IV
En alguna parte de ese círculo que soy
y recorre mi sangre (a veces con desgana)
se ocultan presagios oscuros como el carbón de hulla.
Trémolos, y cuando me pronuncias
-trémolo-
carbón al rojo vivo.
V
Cierro los ojos al roce (tierno desamparo)
de tu recuerdo en mi alma. Él apaga, estoy segura,
los ecos de tu voz cuando me duermo.
Gris, pienso, gris. Juan Gris, para inmortalizar
este momento, y siento mi alma volviéndose pincel.
Pincel enseñado por tus manos
para pintar infinitos azulmente infinitos.
Mis Infinitos,
mis azulmente infinitos.
VI
¿Sabes?, en algún lugar entre el cielo y la tierra
nuestras almas continúan conversaciones interrumpidas.
¿Qué es la distancia
sino una palabra?
VII
Las aceras, bajo las casas, se sueñan paseadas:
suéñate alma mía, suéñate.
VIII
Lo sé, me lo has dicho con frecuencia: no cambio.
Dices que nunca dejaré de ser una niña
agarrada a sus juegues, a sus nimiedades.
Por eso sigo guardando en mis bolsillos
objetos sin valor: arena, cristales de colores, conchas,
palabras cuyos significados desconozco,
y también un «tequiero» para cuando se te pase el enfado;
no puedo darte la razón en todo:
no es una nimiedad, te lo aseguro, sentirse viva.
Sentirse viva entre tus brazos.
IX
Cuando los párpados caen sobre los ojos
descorren aquel tiempo en que nada era
y el hombre, como un dios,
re-crea la luz en medio de su sueño.
Se hace la luz.
Algo me dice que debería cambiar las dudas por certezas.
X
La venda se me antoja paisaje nevado.
Sobre él hay una lucha encarnizada.
Finalmente el sol lo tiñe de rojo.
No, no es mágica mi sangre. ¿O sí?
XI
Aparta de mí, me digo, me recuerdas a Judas:
siempre mojando tu pan en mi plato
para después traicionarme cuando escribo.
Intuición.
XII
Darme la vuelta a mi mundo
por recalar en aquellos mis puertos preferidos.
De la noche, a la marea baja,
al alba de mí en ti,
sólo un paso: atracar. «Atracar de puntas y con muerto».
XIII
La imagen se difumina
deja de ser exactamente tú.
Entonces me arropo con mi única certeza:
tu voz sobre las otras.
Cenit.
XIV
¿No existe inubicado? Pues así es como me siento
vestida con mi desganada piel
de hacer lo acostumbrado.
XV
Ya sé por qué escribo.
Si no existieses,
te crearía, y tú serías mi protagonista principal.
XVI
Sobre un mundo en cenizas, amor,
me enseñaron tus ojos a elevarme
hasta el conjuro del ser y la palabra.
MercuroCromo (el color del infinito).
Blanca Sandino
Qué gran rescate J.J. Y sobre todo porque este año a mí se me pasó recordarla el 24 de mayo.J. J. Martínez Ferreiro escribió:Este Gran Gran Reserva de Alaire merece una revisita.
Quizá algunos compañeros/as menos verteranos en estos foros no lo hayan leído.
Un abrazo.