Juan José Lunar escribió:¡Wow, qué derroche de genialidad! ¡Es una exhibición maravillosa! Tal es el talento de los tres que, con toda la osadía y sin su permiso, podríamos tejer un único poema a base de los tercetos, por ejemplo, sin que se notase la alternancia de la pluma:
Tú llamas y a ti vengo ensimismado;
me llamas y respondo a tus anhelos
con fervor y pasión de enamorado.
Si es hora de volver, sea a tus cielos
y a tus besos de escarcha y al alzado
sentir de tus sentidos y mis celos. (Julio G. Alonso)
Del bucólico pueblo de la infancia
reconstruimos luz de atardeceres,
arroyos y praderas de su entorno.
Pero nos pesa tanto la distancia,
la prisa y cotidianos menesteres,
que no andamos caminos de retorno. (Mario Martínez Martínez.)
¡Cómo olvidar la paz de limpios cielos
por el fétido aliento de las urbes!,
pulmones de hormigón de rascacielos...
Como herencia de amor de los abuelos
oye la voz del sueño y no te turbes,
volver es el latir de tus anhelos. (Javier Bustamante)
¡Genial, sencillamente, genial!
Un abrazo,
Juanjo
Me permito responderte, saltándome la ortodoxia del orden con la comprensión de los compañeros, porque -amén de agradecer la efusión de tus palabras en el comentario-, me ha parecido un descubrimiento genial el que has hecho escribiendo seguidos los tercetos de los tres sonetos . Efectivamente, siendo los tercetos la parte del soneto donde se resuelve el tema y se produce el cierre, todos ellos coinciden aportando matices del tema que se complementan y forman una unidad. Es como haber escrito a posteriori un cadáver exquisito con el tema prefijado. ¡Buen descubrimiento y estupenda la ocasión! No sé lo que les parecerá a Mario y Javier, pero a mí me ha encantado.
Salud.