María, yo sucedo al fondo del polvo

[J. J. Martínez Ferreiro]

¿Que decir, amigo mio? Me viene a la mente vinos, vinos jóvenes y esos otros que en las bodegas llaman "vino madre". ESo eres tú, el vino madre del foro, un poeta definido y con voz propia. Un abrazo.

¿Te figuras
las estrellas mostrándose,
de repente palpando las cosas del pasado
como si fuesen plumas momentáneas?

¿será real lo que es sentido?

Somos otros, aquellos otros
que existen desde lejos
en una hueca máscara
que esconde el rostro lacio de los dioses.



¿Y por qué elijo estos versos, si todo el poema es sublime?

Un poeta definido y con voz propia, como dice el hermano Lobo. No cambies. Progresa, sí, pero en tu línea.

Encontraste la poesía antes que yo.

Un abrazo, "querido y viejo amigo" (y admirado).

Jerónimo

Gracias, querido amigo, por tan generosos comentario. No sé qué decir. Ojalá que el Hermano Lobo y tú, tengáis razón... Pero no sé cuál es el la masa o cantidad de matería subjetiva, no específica, que aporta la amistad en vuestros comentarios... Pero bueno, yo aprovecho y me regodeo en el chocolate.

Un fuerte abrazo. Se te echa de menos

[J. J. Martínez Ferreiro]

Un poema precioso todo él, con un remate de oro en esos últimos versos. Me ha gustado mucho. Un abrazo.

Gracias, Rosa, por tu paso y generosos comentarios. Celebro que lo hayas disfrutado

Bicos.

[Óscar Bartolomé Poy]

"¿Te figuras
las estrellas mostrándose,
de repente palpando las cosas del pasado
como si fuesen plumas momentáneas?"

Me ha encantado este pasaje. La primera estrofa en su integridad es de una belleza fascinante, hipnótica. También lo es el último verso que cierra una gran obra.

Un abrazo, Ferreiro.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Un poema precioso todo él, con un remate de oro en esos últimos versos. Me ha gustado mucho. Un abrazo.

Graciñas Rosa, por tu paso y generosos comentarios.

Biquiños.

[Ricardo Serna G]

J J M


Magnífico poema, magnífico MAESTRO


Lo felicito


Un abrazo fuerte

[J. J. Martínez Ferreiro]

Amigo Ferreiro, entre tus poemas, casi todos excepcionales, hay algunos que alcanzan una profundidad nunca imaginada, y uno se pregunta sobre la armonía en la que todas las cosas vuelven a ser polvo, uno decide que el amor es un ala para batir el polvo, no para volar.


María,
yo sucedo al fondo del polvo,
y siempre polvo en pensamiento.
Sí, los pedazos de tu nombre, pedazos de tu carne
que en las hojas más largas, se desmoronan.

María,
mis días se devastan en los tímpanos del desierto;
se extinguen en la cruz de las montañas
como un parpadeo que atrapa todas sus piedras,
todo el sol, todo el tiempo, toda la muerte
como en la transparencia de una excitación presentida.

Van mis abrazos sinceros y felicitaciones, feliz semana.

Gracias por tu paso y comentarios, amigo Marius. Celebro que te haya gustado.

Un abrazo.

[E. R. Aristy]

Tus gastados pies corren
calles que se despliegan sin sentido.
Tienes cara de tierra,
y te llevas todas las luces en las manos
mientras los mares hierven a lo lejos.
Alguien pulsa tu frente de mercurio,
tus metales de sombra,
e incita la anuencia de dos labios
que se aproximan en la niebla.
Nadan tus brazos una ola que da la vuelta
y se quema en su propia espuma.
Mueres y te renuevas en el estruendo de las playas.
¿Te figuras
las estrellas mostrándose,
de repente palpando las cosas del pasado
como si fuesen plumas momentáneas?
Y todo esto sucede
cuando la muerte es una guitarra imaginaria
o aquel cuello del crimen en un plato sagrado;
un plato con pedazos de tu nombre,
pedazos de tu carne
que se llevan el fruto de todos tus insomnios
como una luz vencida, como un agua vencida.

Al expirar del sueño
un vagón en la noche cruza el mundo
pero…
¿será el mundo como una afinidad que sólo existe si es sentida?
pero…
¿será real lo que es sentido?

Siempre, cuando despiertas,
un fantasma amarillo se enreda sin desembocar
como el estertor de un espejo
donde la luz ya no se busca;
la blanca túnica de un día muerto que vino a la deriva,
meciéndose oxidado.

Somos otros, aquellos otros
que existen desde lejos
en una hueca máscara
que esconde el rostro lacio de los dioses.

María,
yo sucedo al fondo del polvo,
y siempre polvo en pensamiento.
Sí, los pedazos de tu nombre, pedazos de tu carne
que en las horas más largas, se desmoronan.

María,
mis días se devastan en los tímpanos del desierto;
se extinguen en la cruz de las montañas
como un parpadeo que atrapa todas sus piedras,
todo el sol, todo el tiempo, toda la muerte
como en la transparencia de una excitación presentida.

Asciende un toro sobre la Vía láctea,
también asciende un astro con sus tigres dormidos.
Asciendes tú
como un pájaro abstracto que renueva los cielos.

Sin palabras ante esta meteorito desde un recóndito universo encedido, vivo, sin muerte. Un poema que abarca profundas aguas. Una experiencia singular el leerte, Ferreiro. Te felicito. ERA

[J. J. Martínez Ferreiro]

Muy bello poema de Ferreiro.

Gracias, cheif, por este empujón.

Un abrazo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Me parece un enorme poema, compañero, con voz propia, un trabajo llamado a perdurar, para leer y releer.
He disfrutado mucho con él.

Recibe un gran abrazo con mi aplauso y consideración.
Felipe.

Gracias, Felipe, querido y viejo amigo, siempre es un honor tu paso por este sitio.

Un fuerte abrazo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

Una preciosidad; sube para deleite de todos.

Gracias, querida amiga, por ese empujón.

Biquiños.

[Concha Vidal]

"...María,
mis días se devastan en los tímpanos del desierto;
se extinguen en la cruz de las montañas
como un parpadeo que atrapa todas sus piedras,
todo el sol, todo el tiempo, toda la muerte,
como en la transparencia de una excitación presentida. ..."

Por destacar algo, que todo es destacable, me parece tremendamente profundo este poema, a la vez que mantiene como una escondida ternura en todo él.
Mis bicos hasta allí, Ferreiro.

[J. J. Martínez Ferreiro]

"¿Te figuras
las estrellas mostrándose,
de repente palpando las cosas del pasado
como si fuesen plumas momentáneas?"

Me ha encantado este pasaje. La primera estrofa en su integridad es de una belleza fascinante, hipnótica. También lo es el último verso que cierra una gran obra.

Un abrazo, Ferreiro.

Gracias, Óscar, por tu paso y comentarios.

Un abrazo.

[Óscar Distéfano]

Entrar en este post, leer poema y comentarios, ha sido para mí una experiencia importante, de esas que marcan etapas, líneas de trasmisión. Creo que me he acercado un poco más a tu forma de poetizar, a tu estilo: ese desafío de adentrarse en las regiones de las metáforas, de las imágenes, de la magia semántica, para regresar cargado de tus "presas". Yo entiendo esa valentía, y creo que estás en el camino correcto, en la senda de una poesía que es solamente tuya. Quizás pase un tiempo para que se te comprenda, amigo; pero, estoy convencido de tu calidad. En ciertos rasgos enigmáticos subyace una poesía de alta escuela, donde la razón, la parte consciente del poeta, realiza su humilde labor de contener el derroche de la inspiración. Es un honor compartir contigo, un poeta que no tiene nada que envidiar a los mejores de nuestra época. Mis aplausos.

Un abrazo.
Óscar

[Armilo Brotón]

Me gustan los títulos hermosos coño! Y este es uno de ellos, pura poesía.
Si además los versos que acompañan al director de orquesta luchan por sacar cabeza y mojan pan en aceite de oliva, miel sobre hojuelas.

Un gustazo compañero. Un abrazo.

[J. J. Martínez Ferreiro]

J J M

Magnífico poema, magnífico MAESTRO

Lo felicito

Un abrazo fuerte

Gracias, Ricardo, por tu paso y generosos comentarios.

Un fuerte abrazo, joven viejo amigo