Editorial Alaire

Aquel secreto don que te fue dado
lo pretende el olvido codicioso,
lo más niño de ti, lo más hermoso,
volverá donde aguarda lo increado.

El súbito temblor bajo los arcos
de la plaza encendida, las auroras,
el oro de un ocaso a extrañas horas,
la lluvia y la ciudad, los niños charcos,

el sueño de tu padre no cumplido...
volverán donde vuelve lo perdido:
al archivo arenoso de las sombras.

Allí te mostrarán los anaqueles
la única verdad sin oropeles:
la luz de ti, la sombra de tu sombra.

Hola Pablo.
Hermoso soneto, amigo mío. Lúcido, bien desarrollado y con una bella cadencia de principio a fin.
Si fuera un purista a ultranza (que creo no serlo), te podía poner un par de pequeñas pegas.
Las asonancias entre el segundo cuarteto y los tercetos y quizá algunas repeticiones de palabras, pero solamente te lo digo como mera información, porque en esos versos sólo veo belleza.
Por cierto, el verso:

el sueño de tu padre no cumplido...
volverán donde vuelve lo perdido:
al archivo arenoso de las sombras.

Para mi gusto, tendría más contundencia después de esos dos puntos aclarativos, así:

al arenoso archivo de las sombras.

En fin, es sólo una opinión personal.
Encantado de leerte. Abrazos.
Mario.

Mario.

Muchas gracias por las molestias que te has tomado. Me resultan muy útiles tus comentarios. Es cierto, ese verso queda mucho mejor como dices. Lo voy a editar para que quede así.

Un saludo

Hermoso soneto. No soy experta, así que no puedo opinar, solo decirte que me gustó
Abrazos
Pilar

Pablo Ibáñez escribió:Aquel secreto don que te fue dado
lo pretende el olvido codicioso,
lo más niño de ti, lo más hermoso,
volverá donde aguarda lo increado.

El súbito temblor bajo los arcos
de la plaza encendida, las auroras,
el oro de un ocaso a extrañas horas,
la lluvia y la ciudad, los niños charcos,

el sueño de tu padre no cumplido...
volverán donde vuelve lo perdido:
al arenoso archivo de las sombras.

Allí te mostrarán los anaqueles
la única verdad sin oropeles,
la luz de ti, la sombra de tu sombra.

Es precioso todo el poema, Pablo. La música surge como una evaporación exquisita de lo sentido y presentido. El segundo cuarteto me erizó la piel.

Enhorabuena y aplausos muy fuertes!!

Abrazos con admiración y afecto.

Hallie

Gracias Pilar.
Me hace mucha ilusión que te haya gustado.
Un abrazo

Hallie.
Siempre tan atenta y generosa con mis cosas. Sabiendo de tu talento, es para mi un honor.
Un abrazo.

Creo que es la primera vez que te leo y lo hago con placer y admiración,
no es fácil escribir un soneto y en mi humilde opinión está muy logrado este
que nos traes

mi aplauso compañero

.

Precioso soneto, Pablo, donde nos muestras el peso nostálgico del tiempo, más allá del último latido.

Me ha encantado la imagen simbólica de los "niños charcos" porque abre su pequeño universo individual y al mismo tiempo toca esa colectividad infantil que es capaz de transportarnos al punto exacto .

Un placer, compañero.
Este abrazo.

Luis Oroz.

Alonso.

Gracias por tu amable comentario. Me encanta componer sonetos, contar sílabas, buscar rimas, intentar cuadrarlo todo. Me paso los ratos libres pensando, recitando, calculando. Es el mejor pasatiempo.

Me alegro que te haya gustado.

Luis.

Es un honor para mí tu favorable comentario a mi soneto. Los charcos son recuerdos muy vivos del barrio de mi infancia, en Oviedo, donde nunca faltaban lluvia y charcos en los que ponerse perdido.

Muchas gracias por tu amable comentario.

No soy muy sonetera, lo reconozco, pero me ha gustado muchísimo este canto a la nostalgia, además de que el título del poema es una preciosidad como lo es la imagen de los niños charco, para mí memorable.

Un placer leerte,

Carmen

Carmen. Gracias por tu amable comentario. Es un verdadero honor para mí.

Da gusto bucear si en las profundidades se encuentran perlas como estas, que brillan por si mismas. Un placer leerte.
Un abrazo.
Pepa

Muy buen poema amigo...
te dejo un saludo.