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Parábola del arquero.

Publicado: Dom, 21 Jun 2009 17:14
por Julio Gonzalez Alonso
Parábola del arquero.


No había distancia imposible ni blanco inalcanzable
para el destino de sus flechas. El joven arquero
era llevado con orgullo de todas las ciudades
exhibiendo la fuerza de su brazo, la proverbial punteria
que, arrostrando cada día un nuevo desafio,
superaba con pulso firme ante los asombrados ciudadanos.

Como si escribiera
las páginas de un libro de hechos extraordinarios,
con destreza sin límites
firmaba con rapidez la muerte limpia
de los ciervos, lobos, zorros y jabalíes
puestos en su camino
y alcanzó –en sus hazañas- a los halcones y las águilas
en su vuelo más alto.

Nada era un obstáculo a su juventud
arrolladora,
la elasticidad de sus músculos, el acierto
de su ojo clavado en el blanco.
Pisaba como un dios
la escarcha de los prados en la madrugada
cuando sus dardos rasgaban el frío del horizonte
del sol herido
de los días de invierno. Y una mañana,
tensando con calma la cuerda de su arco,
alzó la vista al cielo
y elevó, lentamente, la punta de su flecha
a lo profundo del azul;
así esperó, tumbado y sonriente en la fresca y blanda
hierba, contemplar la luz herida precipitarse en sombras
de fría noche envolviendo su mirada
de vacio,
muerto el día,
muerto el cielo
en el más difícil de todos sus disparos.

Y así lo encontrarán,

los ojos abiertos a la nada,

los brazos extendidos

y el corazón traspasado en la mitad de su pecho
por la certera flecha
salida de su arco.

Imagen

Héraclès archer (1909)
Antoine Bourdelle
Museo de Orsay (París)

Re: Parábola del arquero.

Publicado: Dom, 21 Jun 2009 17:52
por Luna de Nos
Julio González Alonso escribió:Parábola del arquero.


No había distancia imposible ni blanco inalcanzable
para el destino de sus flechas. El joven arquero
era llevado con orgullo de todas las ciudades
exhibiendo la fuerza de su brazo, la proverbial punteria
que, arrostrando cada día un nuevo desafio,
superaba con pulso firme ante los asombrados ciudadanos.

Como si escribiera
las páginas de un libro de hechos extraordinarios,
con destreza sin límites
firmaba con rapidez la muerte limpia
de los ciervos, lobos, zorros y jabalíes
puestos en su camino
y alcanzó –en sus hazañas- a los halcones y las águilas
en su vuelo más alto.

Nada era un obstáculo a su juventud
arrolladora,
la elasticidad de sus músculos, el acierto
de su ojo clavado en el blanco.
Pisaba como un dios
la escarcha de los prados en la madrugada
cuando sus dardos rasgaban el frío del horizonte
del sol herido
de los días de invierno. Y una mañana,
tensando con calma la cuerda de su arco,
alzó la vista al cielo
y elevó, lentamente, la punta de su flecha
a lo profundo del azul;
así esperó, tumbado y sonriente en la fresca y blanda
hierba, contemplar la luz herida precipitarse en sombras
de fría noche envolviendo su mirada
de vacio,
muerto el día,
muerto el cielo
en el más difícil de todos sus disparos.

Y así lo encontrarán,

los ojos abiertos a la nada,

los brazos extendidos

y el corazón traspasado en la mitad de su pecho
por la certera flecha
salida de su arco.

Imagen

Héraclès archer (1909)
Antoine Bourdelle
Museo de Orsay (París)
Ah ya ya , me en-can-tó!!!
Lo visual siempre o casi, suele atraparme, en este caso, fue valor agregado, a este texto que transporta con sus imágenes, y hace reflexionar sobre su contenido. Todos, o casi en algún momento han-hemos pisado como dioses, algunos logran-mos esquivar el tiro.
Un abrazo, Luna.-

re: Parábola del arquero.

Publicado: Dom, 21 Jun 2009 17:56
por Pilar Morte
Me gustó esta parábola, que para mí puede tener doble interpretación. El final me encantó.
Un abrazo
Pilar

Publicado: Dom, 21 Jun 2009 18:47
por Hallie Hernández Alfaro
"Pisaba como un dios
la escarcha de los prados en la madrugada
cuando sus dardos rasgaban el frío del horizonte
del sol herido
de los días de invierno."

Estas líneas son muy hermosas, Julio. El poema entero atrapa y no suelta la atención hasta la última sílaba.

Enhorabuena, ha sido un gusto enorme leerte!

Hallie

Publicado: Dom, 21 Jun 2009 19:10
por Alonso de Molina
"alzó la vista al cielo
y elevó, lentamente, la punta de su flecha
a lo profundo del azu /....l"

realmente era infalible el joven arquero


un gusto Julio en este inicio de verano que si no de un flechazo nos
va a matar de un golpe de calor tan certero como el del protagonista de tu pomea

.



.

Re: Parábola del arquero.

Publicado: Lun, 22 Jun 2009 0:07
por Aubriel Camila de la Prad
Julio González Alonso escribió:Parábola del arquero.


No había distancia imposible ni blanco inalcanzable
para el destino de sus flechas. El joven arquero
era llevado con orgullo de todas las ciudades
exhibiendo la fuerza de su brazo, la proverbial punteria
que, arrostrando cada día un nuevo desafio,
superaba con pulso firme ante los asombrados ciudadanos.

Como si escribiera
las páginas de un libro de hechos extraordinarios,
con destreza sin límites
firmaba con rapidez la muerte limpia
de los ciervos, lobos, zorros y jabalíes
puestos en su camino
y alcanzó –en sus hazañas- a los halcones y las águilas
en su vuelo más alto.

Nada era un obstáculo a su juventud
arrolladora,
la elasticidad de sus músculos, el acierto
de su ojo clavado en el blanco.
Pisaba como un dios
la escarcha de los prados en la madrugada
cuando sus dardos rasgaban el frío del horizonte
del sol herido
de los días de invierno. Y una mañana,
tensando con calma la cuerda de su arco,
alzó la vista al cielo
y elevó, lentamente, la punta de su flecha
a lo profundo del azul;
así esperó, tumbado y sonriente en la fresca y blanda
hierba, contemplar la luz herida precipitarse en sombras
de fría noche envolviendo su mirada
de vacio,
muerto el día,
muerto el cielo
en el más difícil de todos sus disparos.

Y así lo encontrarán,

los ojos abiertos a la nada,

los brazos extendidos

y el corazón traspasado en la mitad de su pecho
por la certera flecha
salida de su arco.

Imagen

Héraclès archer (1909)
Antoine Bourdelle
Museo de Orsay (París)



Julio, es hermosa la historia, también las imágenes.
Lanzar la flecha a lo profundo del azul ... me parecen tan bellos, tan logrados, esos versos ...
Me encantó!

Besos y aplausos más que fuertes.

re: Parábola del arquero.

Publicado: Lun, 22 Jun 2009 11:08
por Mario Martínez
Hola Julio

Cuidadito con los arcos que los carga el diablo.
Certera la flecha y certero el poema con su parábola, amigo mío, el poema tiene versos muy hermosos y logrados. A ver cuando consigo yo en libre algo así.
Un placer leerte. Abrazos.
Mario.

Publicado: Lun, 22 Jun 2009 13:15
por Sara Castelar Lorca
Una recreación preciosa, Julio, elegante y cuidada, como todos tus textos, siempre abiertos a la lectura suave, para disfrutarse.

Un abrazo

Sara

re: Parábola del arquero.

Publicado: Lun, 22 Jun 2009 15:06
por José Manuel Sáiz
Me ha gustado especialmente este poema. Por un lado por lo bien escrito que está (en un principio, sin ver la foto, imaginé que con un poco de música medieval podría considerarse el cantar de la historia de un héroe, por un juglar o un trovador) y por otro lado porque me has traído recuerdos de una etapa en la que practiqué como deporte competitivo el tiro con arco).
Bravo, amigo, como siempre.
Un abrazo
J. Manuel

Publicado: Mar, 23 Jun 2009 7:59
por Hallie Hernández Alfaro
Subo esta poema para deleite de todos.

Hallie

Re: Parábola del arquero.

Publicado: Mar, 23 Jun 2009 8:51
por Óscar Bartolomé Poy
Julio González Alonso escribió:Parábola del arquero.


No había distancia imposible ni blanco inalcanzable
para el destino de sus flechas. El joven arquero
era llevado con orgullo de todas las ciudades
exhibiendo la fuerza de su brazo, la proverbial punteria
que, arrostrando cada día un nuevo desafio,
superaba con pulso firme ante los asombrados ciudadanos.

Como si escribiera
las páginas de un libro de hechos extraordinarios,
con destreza sin límites
firmaba con rapidez la muerte limpia
de los ciervos, lobos, zorros y jabalíes
puestos en su camino
y alcanzó –en sus hazañas- a los halcones y las águilas
en su vuelo más alto.

Nada era un obstáculo a su juventud
arrolladora,
la elasticidad de sus músculos, el acierto
de su ojo clavado en el blanco.
Pisaba como un dios
la escarcha de los prados en la madrugada
cuando sus dardos rasgaban el frío del horizonte
del sol herido
de los días de invierno. Y una mañana,
tensando con calma la cuerda de su arco,
alzó la vista al cielo
y elevó, lentamente, la punta de su flecha
a lo profundo del azul;
así esperó, tumbado y sonriente en la fresca y blanda
hierba, contemplar la luz herida precipitarse en sombras
de fría noche envolviendo su mirada
de vacio,
muerto el día,
muerto el cielo
en el más difícil de todos sus disparos.


Y así lo encontrarán,

los ojos abiertos a la nada,

los brazos extendidos

y el corazón traspasado en la mitad de su pecho
por la certera flecha
salida de su arco.

Imagen

Héraclès archer (1909)
Antoine Bourdelle
Museo de Orsay (París)


He leído varias veces este poema antes de escribir mi comentario, y me he detenido recreando sus imágenes. Ese fragmento que he subrayado me ha parecido de un extremo lirismo. Puedo ver cómo la flecha rasga el azul del cielo para a continuación descender y atravesar el pecho del arquero. En esa calma espera de la muerte, cómodamente tumbado sobre la blanda hierba (en contraste con la dureza de la punta de la flecha), encuentro una inefable melancolía que me conmueve. "Muerto el día, muerto el cielo", ahí radica la belleza de la muerte poéticamente sublimada. No deja de ser paradójico que el arquero, que tan bien nos introduces, con sus hechos y hazañas, utilice su destreza para acabar con su vida.

Es curioso, pero hace poco escribí un poema sobre una arquera (una amazona, más concretamente) que apunta al ojo del sol para dejarlo ciego. He visto ciertas concomitancias entre nuestros poemas, aunque su sentido es muy distinto.

En fin, creo que es el mejor poema que te he leído. Saludos y enhorabuena, Julio.

Re: Parábola del arquero.

Publicado: Vie, 26 Jun 2009 18:30
por Julio Gonzalez Alonso
Luna de Nos escribió:
Julio González Alonso escribió:Parábola del arquero.


No había distancia imposible ni blanco inalcanzable
para el destino de sus flechas. El joven arquero
era llevado con orgullo de todas las ciudades
exhibiendo la fuerza de su brazo, la proverbial punteria
que, arrostrando cada día un nuevo desafio,
superaba con pulso firme ante los asombrados ciudadanos.

Como si escribiera
las páginas de un libro de hechos extraordinarios,
con destreza sin límites
firmaba con rapidez la muerte limpia
de los ciervos, lobos, zorros y jabalíes
puestos en su camino
y alcanzó –en sus hazañas- a los halcones y las águilas
en su vuelo más alto.

Nada era un obstáculo a su juventud
arrolladora,
la elasticidad de sus músculos, el acierto
de su ojo clavado en el blanco.
Pisaba como un dios
la escarcha de los prados en la madrugada
cuando sus dardos rasgaban el frío del horizonte
del sol herido
de los días de invierno. Y una mañana,
tensando con calma la cuerda de su arco,
alzó la vista al cielo
y elevó, lentamente, la punta de su flecha
a lo profundo del azul;
así esperó, tumbado y sonriente en la fresca y blanda
hierba, contemplar la luz herida precipitarse en sombras
de fría noche envolviendo su mirada
de vacio,
muerto el día,
muerto el cielo
en el más difícil de todos sus disparos.

Y así lo encontrarán,

los ojos abiertos a la nada,

los brazos extendidos

y el corazón traspasado en la mitad de su pecho
por la certera flecha
salida de su arco.

Imagen

Héraclès archer (1909)
Antoine Bourdelle
Museo de Orsay (París)


Ah ya ya , me en-can-tó!!!
Lo visual siempre o casi, suele atraparme, en este caso, fue valor agregado, a este texto que transporta con sus imágenes, y hace reflexionar sobre su contenido. Todos, o casi en algún momento han-hemos pisado como dioses, algunos logran-mos esquivar el tiro.
Un abrazo, Luna.-


Sé, sabemos, amiga Luna, de tu sensibilidad por lo visual y el manejo magistral que haces de ello en cada uno de tus trabajos. Me ha hecho particularmente feliz tu comentario y valoración.
Salud.

Re: re: Parábola del arquero.

Publicado: Sab, 27 Jun 2009 14:57
por Julio Gonzalez Alonso
Pilar Morte escribió:Me gustó esta parábola, que para mí puede tener doble interpretación. El final me encantó.
Un abrazo
Pilar



Se trata de una parábola abierta a la interpretación; y lo digo porque, en otro espacio y momento, recibí al menos cinco posibles interpretaciones, todas muy interesantes y todas válidas. Creo que la persona que lee el poema se siente inclinada a posicionarse ante la historia que cuenta, que puede crear cierta incomodidad en algunos casos, en otros no, pero que, en fin, me place que no deje indiferente a la mayoría. Gracias por tus palabras. Con un abrazo.
Salud.

Publicado: Sab, 27 Jun 2009 16:27
por Ramón Carballal
Quizá la cuestíon esté en interpretar la moraleja, por decirlo así. Interesante poema, Julio, muy bien elaborado. Un placer la lectura. Abrazos.

re: Parábola del arquero.

Publicado: Sab, 27 Jun 2009 16:55
por Óscar Distéfano
Según mi opinión, estimado Julio, estamos ante un poema padre; es decir, un poema que despierta el impulso de crear, a partir de su esencia, otros poemas. En una palabra, considero que contiene tanta riqueza de contenido que, en cada lectura, se agiganta el mundo allí creado. Y si a esto le sumamos la exquisita forma, el lenguaje claro (en el sentido de alejarse de imágenes confusas), el ritmo logradísimo, gracias a una acentuación variada y magistral, podemos afirmar que tu poema es antológico (un poema que no se puede, ni se debe, olvidar). Es cierto que la parábola permite tantas interpretaciones como experiencias existan en la vida; y eso es bueno, y es así, porque ese arquero es el hombre mismo. Te felicito, amigo.

Un abrazo.
Óscar