Editorial Alaire

Certeza.

Lo cierto es el final, frontera de la vida,
momento inevitable que nos espera a todos;
toda ambición y fuerza siempre serán orilla
de este mar de la muerte. Mientras, nombras las cosas
y tu voz las reviste de una otra mirada;
son tus palabras fronda de musculosas ramas
abrazadas al aire, a la verdad alzadas.

Seguirán, sin embargo, los cielos con estrellas
marcando en la distancia las silenciosas noches,
las truchas reclamando corrientes de aguas frías,
verdeciendo los chopos orilla de los ríos
y en vegetal futuro multiplicándose el polen.

Mas es cierto, al final, el pulso detenido,
el ojo ya sin lágrima ni luz en la pupila
y ese silencio espeso mientras el agua es mares.

Es cierto y, sin embargo, te escribo de caricias,
tacto en la piel del tiempo,
números,
memoria,
nombres.

Es cierto y, sin embargo, te escribo de caricias,
tacto en la piel del tiempo,
números,
memoria,
nombres

Y es que todo eso es componente esencial de la vida. Sigamos asi y olvidemos a la parca, aunque sepamos que ya le llegará su momento. Excelente poema, reflexivo y perfectamente trabajado. Mi felicitación y un abrazo.

Julio González Alonso escribió: Certeza.

Lo cierto es el final, frontera de la vida,
momento inevitable que nos espera a todos;
toda ambición y fuerza siempre serán orilla
de este mar de la muerte. Mientras, nombras las cosas
y tu voz las reviste de una otra mirada;
son tus palabras fronda de musculosas ramas
abrazadas al aire, a la verdad alzadas.

Seguirán, sin embargo, los cielos con estrellas
marcando en la distancia las silenciosas noches,
las truchas reclamando corrientes de aguas frías,
verdeciendo los chopos orilla de los ríos
y en vegetal futuro multiplicándose el polen.

Mas es cierto, al final, el pulso detenido,
el ojo ya sin lágrima ni luz en la pupila
y ese silencio espeso mientras el agua es mares.

Es cierto y, sin embargo, te escribo de caricias,
tacto en la piel del tiempo,
números,
memoria,
nombres.

Lo único cierto es la muerte, que a todos nos espera, o que esperamos todos con más o menos consciencia. Pero en ese ínterin que es la vida siempre habrá espacio para las caricias, ese "tacto en la piel del tiempo", como bien dices. La vida nunca muere, siempre se está reproduciendo y aprovecha la muerte para crear vida. Sólo muere nuestra consciencia de estar vivos. La vida sigue curso aunque nuestro corazón se detenga.

Reflexivo poema sobre el avance imparable de la muerte y las huellas que va dejando la vida en la memoria del individuo, suma de experiencias trágicamente irrepetibles.

Saludos, amigo Julio.

El final me ha encantado, Julio, tú siempre generoso: ésta es mi certeza "y, sin embargo, te escribo de caricias,
tacto en la piel del tiempo,
números,
memoria,
nombres. "

Aplausos. Muchos.

Blanca

Es parte del egocentrismo humano sentir que la vida sigue luego de nuestra desaparición física como increíble (me refiero a una sensdación muy personal). He mirado a veces al mundo, preguntándome qué difewrencia habría si dejase de existirt en ewse moemnto y, realmente no habría ninguna demasiado trascendente en una vista global. El mundo es un organismo vivo que trasciende al individuo, pero, el individuo es el mundo para sí mismo; por ende, al morir el vehículo, el mundo deja de existir. Por lo tanto, la muerte se siente como fin del mundo inevitablemente.
Comprendo la cuita de egoísmo que eso conlleva pero...aún así, no puedo dejar de pensarlo.
Sus palabras me recordaron eso.
Saludos, caballero, adorable poema.
.:Tati:.

Números, memoria, nombres, todos conscientes de esa frontera, de ese final inevitable...

Un gran abrazo, Julio.

Marian

Ramón Carballal escribió:

Es cierto y, sin embargo, te escribo de caricias,
tacto en la piel del tiempo,
números,
memoria,
nombres

Y es que todo eso es componente esencial de la vida. Sigamos asi y olvidemos a la parca, aunque sepamos que ya le llegará su momento. Excelente poema, reflexivo y perfectamente trabajado. Mi felicitación y un abrazo.

De acuerdo, amigo Ramón, olvidemos y vivamos... Gracias por tus palabras.
Salud.

Cierto que vivimos en la orilla de no se sabe donde.
Me gustó tu poema
Un abrazo
Pilar

Julio González Alonso escribió: Certeza.

Lo cierto es el final, frontera de la vida,
momento inevitable que nos espera a todos;
toda ambición y fuerza siempre serán orilla
de este mar de la muerte. Mientras, nombras las cosas
y tu voz las reviste de una otra mirada;
son tus palabras fronda de musculosas ramas
abrazadas al aire, a la verdad alzadas.

Seguirán, sin embargo, los cielos con estrellas
marcando en la distancia las silenciosas noches,
las truchas reclamando corrientes de aguas frías,
verdeciendo los chopos orilla de los ríos
y en vegetal futuro multiplicándose el polen.

Mas es cierto, al final, el pulso detenido,
el ojo ya sin lágrima ni luz en la pupila
y ese silencio espeso mientras el agua es mares.

Es cierto y, sin embargo, te escribo de caricias,
tacto en la piel del tiempo,
números,
memoria,
nombres.

" ... y ese silencio espeso mientras el agua es mares.

Es cierto y, sin embargo, te escribo de caricias,
tacto en la piel del tiempo,
números,
memoria,
nombres."


Me fascina ese final, Julio. En realidad me fascina todo el poema.
¡Qué tema! Le das una vuelta muy particular, le ponés a esa finitud que generalmente inquieta un "y sin embargo ..." (dos en realidad, pero me refiero a la última estrofa) que lo carga de ternura y lo inclina hacia la intemporalidad.

Besos, Julio, y mis aplausos.

Julio leo tu poesía y reconozco el paisaje natural de esa certeza, a pesar de la muerte erigo carícias como calles, caminos que cosntruyan puentes y crucen los ríos para llegar a tatuar el paseo del hablante , podría ser que esa enumeración le salvara de morir antes de que le llegara la certeza.
ésto me sugirió.........
Abrazo

Un poema que tiene reflexiones expresadas en un excelente nivel lirico. Sin desmerecer los el resto del poema me quedo con estos bellos versos. Un abrazo, Eduardo
Seguirán, sin embargo, los cielos con estrellas
marcando en la distancia las silenciosas noches,
las truchas reclamando corrientes de aguas frías,
verdeciendo los chopos orilla de los ríos
y en vegetal futuro multiplicándose el polen.

"Es cierto y, sin embargo, te escribo de caricias,
tacto en la piel del tiempo,
números,
memoria,
nombres."


Precioso final, Julio!

Aplausos y mi enhorabuena.

Hallie

Precioso poema Julian, con un final realemnte genial,
Mis aplausos y un abrazo
Joan

Lo cierto es el final, frontera de la vida,
momento inevitable que nos espera a todos;

Sí, eso es lo cierto, amigo mío, indiscutiblemente cierto. Y seguramente busquemos esa certeza más adelante, cuando creyamos que nada nos retiene aquí, aunque sin darnos cuenta intentemos, aferrándonos a la vida, aplazar el momento.
El poema es expléndido, y el final un hermoso canto a la esperanza. Me gustó.
Un fuerte abrazo, compañero.
Mario.

Óscar Bartolomé Poy escribió:

Julio González Alonso escribió: Certeza.

Lo cierto es el final, frontera de la vida,
momento inevitable que nos espera a todos;
toda ambición y fuerza siempre serán orilla
de este mar de la muerte. Mientras, nombras las cosas
y tu voz las reviste de una otra mirada;
son tus palabras fronda de musculosas ramas
abrazadas al aire, a la verdad alzadas.

Seguirán, sin embargo, los cielos con estrellas
marcando en la distancia las silenciosas noches,
las truchas reclamando corrientes de aguas frías,
verdeciendo los chopos orilla de los ríos
y en vegetal futuro multiplicándose el polen.

Mas es cierto, al final, el pulso detenido,
el ojo ya sin lágrima ni luz en la pupila
y ese silencio espeso mientras el agua es mares.

Es cierto y, sin embargo, te escribo de caricias,
tacto en la piel del tiempo,
números,
memoria,
nombres.

Lo único cierto es la muerte, que a todos nos espera, o que esperamos todos con más o menos consciencia. Pero en ese ínterin que es la vida siempre habrá espacio para las caricias, ese "tacto en la piel del tiempo", como bien dices. La vida nunca muere, siempre se está reproduciendo y aprovecha la muerte para crear vida. Sólo muere nuestra consciencia de estar vivos. La vida sigue curso aunque nuestro corazón se detenga.

Reflexivo poema sobre el avance imparable de la muerte y las huellas que va dejando la vida en la memoria del individuo, suma de experiencias trágicamente irrepetibles.

Saludos, amigo Julio.

Siempre sigo con interés, además de tus trabajos, las observaciones que dejas en los poemas, los míos y los de lo los demás, y siempre encuentro un comentario mesurado, correcto, que responde a un conocimiento apreciable del hecho literario, así que siempre me quedo a leer y aprender. Dicho lo cual, no cabe sino agradecerte las palabras de hoy al lado de estos alejandrinos sobre el tema universal de la muerte y el significado de nuestro paso por este rastro que llamamos vida. Gracias.
Salud.