Editorial Alaire

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Tránsito de invierno.


El viento se hace jirones
entre retamas.
Vuelvo al paisaje conocido; el aire
frío
del invierno helado
y bajo el manto blanco
la nieve oculta imperfecciones
mientras duele en los ojos
su blancura,
mientras quema su aliento en la garganta
y hay sueños enterrados en alguna parte
en pequeñas cajas
que hicieron manos infantiles,
pañuelos,
caracolas,
besos,
versos,
una foto, una carta, un anillo
y un deseo en la flor
que perdió su frangacia.

¡Cómo se desgarran los recuerdos! ¡Cómo se alzan,
leve cuerpo
de aire
entre las ramas!

Más frío inmóvil. Los pinos silenciosos
y minúsculas gotas de agua
en las puntas de las agujas de las hojas
multiplicando perennes caricias afiladas.

Entonces -a menudo- una música acompañaba lo que escribo,
pañuelos,
caracolas, canicas, versos y tesoros escondidos,
jirones de viento entre retamas.

Silencio sostenido es este aire,
es el invierno silencio
y el paisaje
imagen congelada.

Y ante los ojos son asombro los años,
tránsito
de notas mudas
y sueños de vacíos pentagramas. Más frío,
más silencio y viento helado
en la aquietada mirada del recuerdo.

Sobrecoge
la calma.


[/BLOCKQUOTE][/BLOCKQUOTE]

la noltagia arrastra las letras y el poeta se evade en su añoranza

aplaudo tu inspiración Julio, compañero

un fuerte abrazo compartido

Julio González Alonso escribió:[BLOCKQUOTE][BLOCKQUOTE]


Tránsito de invierno.


El viento se hace girones
entre retamas.
Vuelvo al paisaje conocido; el aire
frío
del invierno helado
y bajo el manto blanco
la nieve oculta imperfecciones
mientras duele en los ojos
su blancura,
mientras quema su aliento en la garganta
y hay sueños enterrados en alguna parte
en pequeñas cajas
que hicieron manos infantiles,
pañuelos,
caracolas,
besos,
versos,
una foto, una carta, un anillo
y un deseo en la flor
que perdió su frangacia.

¡Cómo se desgarran los recuerdos! ¡Cómo se alzan,
leve cuerpo
de aire
entre las ramas!

Más frío inmóvil. Los pinos silenciosos
y minúsculas gotas de agua
en las puntas de las agujas de las hojas
multiplicando perennes caricias afiladas.

Entonces -a menudo- una música acompañaba lo que escribo,
pañuelos,
caracolas, canicas, versos y tesoros escondidos,
girones de viento entre retamas.

Silencio sostenido es este aire,
es el invierno silencio
y el paisaje
imagen congelada.

Y ante los ojos son asombro los años,
tránsito
de notas mudas
y sueños de vacíos pentagramas. Más frío,
más silencio y viento helado
en la aquietada mirada del recuerdo.

Sobrecoge
la calma.


[/BLOCKQUOTE][/BLOCKQUOTE]

Al empezar a leer tu poema, me ha llamado la atención algo tan superficial como ver "girones" escrito con "g" de galicismo. Supongo que responde a alguna intención que se me escapa, pero me ha chocado.

Entrando en el corpus del poema, que es lo que verdaderamente importa, me ha encantado ese halo de melancolía en que envuelves los recuerdos del invierno y de la infancia (como si fuera un pañuelo). En la primera estrofa realizas una gran descripción de la nieve, incidiendo en ese blanco inmaculado y purificador, así como en la extraña naturaleza de ese frío que quema por dentro. Luego te centras en los evanescentes recuerdos, que sobrecogen no ya sólo la calma del paisaje nevado, sino también el alma. Las repeticiones de algunos versos son muy oportunas. Creo que fue Schopenhauer el que dijo que la arquitectura es música congelada. Tu poema me recordó ese pensamiento.

Saludos, Julio.

Óscar Bartolomé Poy escribió:

Julio González Alonso escribió:[BLOCKQUOTE][BLOCKQUOTE]


Tránsito de invierno.


El viento se hace girones
entre retamas.
Vuelvo al paisaje conocido; el aire
frío
del invierno helado
y bajo el manto blanco
la nieve oculta imperfecciones
mientras duele en los ojos
su blancura,
mientras quema su aliento en la garganta
y hay sueños enterrados en alguna parte
en pequeñas cajas
que hicieron manos infantiles,
pañuelos,
caracolas,
besos,
versos,
una foto, una carta, un anillo
y un deseo en la flor
que perdió su frangacia.

¡Cómo se desgarran los recuerdos! ¡Cómo se alzan,
leve cuerpo
de aire
entre las ramas!

Más frío inmóvil. Los pinos silenciosos
y minúsculas gotas de agua
en las puntas de las agujas de las hojas
multiplicando perennes caricias afiladas.

Entonces -a menudo- una música acompañaba lo que escribo,
pañuelos,
caracolas, canicas, versos y tesoros escondidos,
girones de viento entre retamas.

Silencio sostenido es este aire,
es el invierno silencio
y el paisaje
imagen congelada.

Y ante los ojos son asombro los años,
tránsito
de notas mudas
y sueños de vacíos pentagramas. Más frío,
más silencio y viento helado
en la aquietada mirada del recuerdo.

Sobrecoge
la calma.


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Al empezar a leer tu poema, me ha llamado la atención algo tan superficial como ver "girones" escrito con "g" de galicismo. Supongo que responde a alguna intención que se me escapa, pero me ha chocado.

Entrando en el corpus del poema, que es lo que verdaderamente importa, me ha encantado ese halo de melancolía en que envuelves los recuerdos del invierno y de la infancia (como si fuera un pañuelo). En la primera estrofa realizas una gran descripción de la nieve, incidiendo en ese blanco inmaculado y purificador, así como en la extraña naturaleza de ese frío que quema por dentro. Luego te centras en los evanescentes recuerdos, que sobrecogen no ya sólo la calma del paisaje nevado, sino también el alma. Las repeticiones de algunos versos son muy oportunas. Creo que fue Schopenhauer el que dijo que la arquitectura es música congelada. Tu poema me recordó ese pensamiento.

Saludos, Julio.

Amigo Óscar:

Tus comentarios son verdadera ocasión de aprender, que siempre celebro. Empezaré por explicarte que escribir girones por jirones se ha debido, simplemente, a un despiste que he pasado a corregir. Muchísimas gracias por hacérmelo notar porque, de otro modo, me hubiera pasado inadvertido largo tiempo.

Sobre el cuerpo del poema, amigo Óscar, sólo puedo decirte que has radiografiado las motivaciones y el paisaje evocado que lo componen. Me ha hecho muy feliz que percibieras con tanta nitidez la fuerza del frío que lo impregna todo, sobre todo el alma de los recuerdos. Tenía mis dudas sobre el resultado; ahora bien, tampoco estoy muy seguro de que ello dependa no tanto del valor de lo escrito como de la valía del lector y su acertada intuición. En este caso, con un lector de lujo como tú, todo puede resultar más fácil.

Por último, la evocación de la cita de Schopenhauer me ha encantado.

Gracias por todo. Con un abrazo.
Salud.

Pues después del comentario de lujo que te deja Oscar, cualquiera dice algo, jejejej. Pero no quería pasar sin dejar mi huella porque me ha encantado este viento que hecho jirones nos trae entre frío y nieve todo un mar de sensaciones.

UN beso que te llegue al corazón

Ana

y hay sueños enterrados en alguna parte
en pequeñas cajas
que hicieron manos infantiles,
pañuelos,
caracolas,
besos,
versos,
una foto, una carta, un anillo
y un deseo en la flor
que perdió su frangacia.

Todo el poema es un acierto. Resalto algunos versos que me han gustado especialmente,


como estos:

Entonces -a menudo- una música acompañaba lo que escribo,
pañuelos,
caracolas, canicas, versos y tesoros escondidos,
jirones de viento entre retamas.

Adoro las canicas. Tengo una de barro, muy antigua, pero claro, cuesta trabajito ver 'mundos' dentro de ella, por eso prefiero las de cristal.

Y ante los ojos son asombro los años,
tránsito
de notas mudas
y sueños de vacíos pentagramas. Más frío,
más silencio y viento helado
en la aquietada mirada del recuerdo.

Sobrecoge
la calma.

Sobrecoge la calma. Sí, a veces, sí.


Aplausos.

Blanca

Me encanta el fondo del poema y las palabras del recuerdo, la hilación que haces con la naturaleza, que siempre me abre los poros más sensitivos.
Un placer esta mañana
Un abrazo
Pilar

... Julio, compañero, prácticamente me has hecho partícipe activo a medida que iba degustando tus versos uno a uno con esa calma de la que haces gala en él hads ir desgranando un tiempo y otro tiempo, parejos ahora, sublimes en el interior el autor que canta, con bellas metáforas y ese sentimiento que desde aquí se oye latir aún; me ha gustado mucho; Orión

Hola Alonso.
Me ha gustado este nostálgico poema, que rescata recuerdos de niñez y los hace versos.
Siempre un placer pasar por tus letras, compañero. Un abrazo.
Mario.

Alonso de Molina escribió:la noltagia arrastra las letras y el poeta se evade en su añoranza

aplaudo tu inspiración Julio, compañero

un fuerte abrazo compartido

Nostalgia... pues sí, sobre todo cuando abrimos álbumes de fotografías de hace treinta años o más. Pero es nostalgia que nos ayuda a entender, aceptar y disfrutar el tiempo presente, para comprender lo jóvenes que somos hoy y la vida que nos llena. Gracias por tus palabras, Alonso.
Salud.

Julio, de este poema me gusto particularmente la prolijidad en la estructura y el pulso firme y armónico que lo recorre. Es impecable en ese sentido. En cuanto al contenido, se huele un halo de nostalgia que por momentos se torna agria, pero que en la mayor parte de los versos es amena y gratificante. Un gran poema, sin dudas. Ha sido un gusto leerlo y comentarlo.
Saludos.

Ana Villalobos Carballo escribió:Pues después del comentario de lujo que te deja Oscar, cualquiera dice algo, jejejej. Pero no quería pasar sin dejar mi huella porque me ha encantado este viento que hecho jirones nos trae entre frío y nieve todo un mar de sensaciones.

UN beso que te llegue al corazón

Ana

Ciertamente, Ana, el comentario de Óscar es un lujo, pero para mí tus palabras evocando ese viento hecho jirones entre el frío y la nieve, son también todo un tesoro. Gracias, muchas.
Salud.

Julio González Alonso escribió:[BLOCKQUOTE][BLOCKQUOTE]


Tránsito de invierno.


El viento se hace jirones
entre retamas.
Vuelvo al paisaje conocido; el aire
frío
del invierno helado
y bajo el manto blanco
la nieve oculta imperfecciones
mientras duele en los ojos
su blancura,
mientras quema su aliento en la garganta
y hay sueños enterrados en alguna parte
en pequeñas cajas
que hicieron manos infantiles,
pañuelos,
caracolas,
besos,
versos,
una foto, una carta, un anillo
y un deseo en la flor
que perdió su frangacia.

¡Cómo se desgarran los recuerdos! ¡Cómo se alzan,
leve cuerpo
de aire
entre las ramas!

Más frío inmóvil. Los pinos silenciosos
y minúsculas gotas de agua
en las puntas de las agujas de las hojas
multiplicando perennes caricias afiladas.

Entonces -a menudo- una música acompañaba lo que escribo,
pañuelos,
caracolas, canicas, versos y tesoros escondidos,
jirones de viento entre retamas.

Silencio sostenido es este aire,
es el invierno silencio
y el paisaje
imagen congelada.

Y ante los ojos son asombro los años,
tránsito
de notas mudas
y sueños de vacíos pentagramas. Más frío,
más silencio y viento helado
en la aquietada mirada del recuerdo.

Sobrecoge
la calma.


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¡Qué maravillaaa Juliooo!
Es de esos poemas que una quiere guardar y leer una y mil veces. Y por supuesto, lo guardo.
Te aplaudo fuerte fuerte.

Besos.

Blanca Sandino escribió:

y hay sueños enterrados en alguna parte
en pequeñas cajas
que hicieron manos infantiles,
pañuelos,
caracolas,
besos,
versos,
una foto, una carta, un anillo
y un deseo en la flor
que perdió su frangacia.

Todo el poema es un acierto. Resalto algunos versos que me han gustado especialmente,


como estos:

Entonces -a menudo- una música acompañaba lo que escribo,
pañuelos,
caracolas, canicas, versos y tesoros escondidos,
jirones de viento entre retamas.

Adoro las canicas. Tengo una de barro, muy antigua, pero claro, cuesta trabajito ver 'mundos' dentro de ella, por eso prefiero las de cristal.

Y ante los ojos son asombro los años,
tránsito
de notas mudas
y sueños de vacíos pentagramas. Más frío,
más silencio y viento helado
en la aquietada mirada del recuerdo.

Sobrecoge
la calma.

Sobrecoge la calma. Sí, a veces, sí.


Aplausos.

Blanca

Se nota, amiga Blanca, que compartimos años de una infancia que, salvando las distancias geográficas, se recreaba en los mismos juegos y los mismos sueños. ¡Una maravilla! Y otra maravilla poderla compartir ahora con el pretexto de unos versos. Muchas gracias.
Salud.

Pilar Morte escribió:Me encanta el fondo del poema y las palabras del recuerdo, la hilación que haces con la naturaleza, que siempre me abre los poros más sensitivos.
Un placer esta mañana
Un abrazo
Pilar

Encantado de la percepción que has tenido del poema, Pilar; gracias por hacérmelo saber. Con un abrazo.
Salud.