Editorial Alaire

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No te entretengas en entender las palabras;

los hombres
cuando hablan,
callan.

Escucha - no obstante - los gestos de sus ojos
y el aire murmurar alrededor de sus labios;

el silencio por entre sus sonrisas
y la paz de las manos.


No les des palabras. No les des la soledad
de los discursos que apuntan a la nada.

Y dales tu sonrisa,
la paz de tus manos
extendidas,
la palabra rendida de discursos;
el aire de tu aliento,
el aliento de la sangre en corazón de hombre,

tu mirada.




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No les des palabras. No les des la soledad
de los discursos que apuntan a la nada.

Y dales tu sonrisa,
la paz de tus manos
extendidas,
la palabra rendida de discursos;
el aire de tu aliento,
el aliento de la sangre en corazón de hombre,

tu mirada.

Un mensaje grandioso, Julio. "La palabra rendida de discursos"...
Sin más, me ha encantado. Y gracias por alegrarme con este soplo de pureza y verdad la mañana!

Pasaba por aquí y no pensaba comentar, pero no me resisto a llevarme el cero de este poema. Nos dejas una gran verdad dicha con palabras sencillas, " pa que entendamos"jejej. Nos invitas a un viaje al más allá, al más allá de la palabra, donde habita la sencillez de lo que verdaderamente importa, de lo que realmente somos. Yo siempre digo que observo a las personas más allá de sus palabras y es sorprendente todo lo que se puede ver, porque a las personas no se las entiende, ni conoce por su palabras. Escuchar a la persona y no sus palabras, entonces es seguro que entenderemos.
Gracias por compartir; un buen poema que se agradece leer en esta mañana fría de domingo.
(y con todo lo que he tardado en escribir el comentario, seguro que ya alguien te ha quitado el cero...)

Un beso que te llegue al corazón

Ana

PD. Ves, si lo sabía yo,¡si es que no se puede ser tan lenta!

Julio González Alonso escribió:[BLOCKQUOTE][BLOCKQUOTE]



No te entretengas en entender las palabras;

los hombres
cuando hablan,
callan.

Escucha - no obstante - los gestos de sus ojos
y el aire murmurar alrededor de sus labios;

el silencio por entre sus sonrisas
y la paz de las manos.


No les des palabras. No les des la soledad
de los discursos que apuntan a la nada.

Y dales tu sonrisa,
la paz de tus manos
extendidas,
la palabra rendida de discursos;
el aire de tu aliento,
el aliento de la sangre en corazón de hombre,

tu mirada.


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Julio González Alonso escribió:[BLOCKQUOTE][BLOCKQUOTE]



No te entretengas en entender las palabras;

los hombres
cuando hablan,
callan.

Escucha - no obstante - los gestos de sus ojos
y el aire murmurar alrededor de sus labios;

el silencio por entre sus sonrisas
y la paz de las manos.


No les des palabras. No les des la soledad
de los discursos que apuntan a la nada.

Y dales tu sonrisa,
la paz de tus manos
extendidas,
la palabra rendida de discursos;
el aire de tu aliento,
el aliento de la sangre en corazón de hombre,

tu mirada.


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Amigo Julio:

A veces nos creemos que las palabras son
el único medio
de comunicación;
¡cuánto error de apreciación
en tan burdo criterio!

¡Cuánta sabiduría encerrada
en tan escasos versos!

Un abrazo.
** ** **

ojala todo el mundo actuara así, dejando a un lado los materialismos de la vida...que poema tan sabio julio...me encanta este poema tan practico...un fuerte abrazo...

...no les des palabras...

Enorme, enorme poeta! Gracias por compartir la poesía...
Cordial saludo tricolor

"los hombres
cuando hablan,
callan"

Lo comentaba la otra vez contigo, amigo Julio, lo relacionado de esto con lo que indica Holderlin: "desde que somos un diálogo/ y podemos oir unos de otros". Heidegger señala que el poder oír, en sí, está arreglado sobre la posiblidad de la palabra y necesita de ésta. Ser un diálogo, quiere decir, que podemos oírnos mutuamente; y quizás desde ahí mi aproximación a tu poema, desde el silencio y la capacidad de comunicarnos a través de él, o tal vez, de aproximarnos más a las esencias de las cosas con menos palabras y más acciones. En fin, el poema está lleno de aciertos, de profundas reflexiones y de una disposición rítmica que invita al silencio, quizás por la versificación que has elegido, que en este caso transporta al silencio de la pausa versal. Me parece un excelente poema, Julio, por su contenido y por su continente. Un gusto.

Un abrazo fraterno, Benjamín.

El lenguaje gestual no suele engañarnos, salvo que la persona que lo usa lo haga para su provecho, y esté 'enseñaó', aún así... siempre se les escapa un gesto que no concuerda con los otros

Es muy bonito lo que dices (además de acertado), y cómo lo dices.


Aplausos.

Blanca

Me gustó mucho esta interpretación del gesto por encima de la palabra. Gran verdad
Un abrazo
Pilar

Bibiana de Febrero escribió:No les des palabras. No les des la soledad
de los discursos que apuntan a la nada.

Y dales tu sonrisa,
la paz de tus manos
extendidas,
la palabra rendida de discursos;
el aire de tu aliento,
el aliento de la sangre en corazón de hombre,

tu mirada.

Un mensaje grandioso, Julio. "La palabra rendida de discursos"...
Sin más, me ha encantado. Y gracias por alegrarme con este soplo de pureza y verdad la mañana!

Amiga Bibiana, hoy han sido dos soplos de pureza y verdad en la mañana con dos alegrías, la tuya por leer, la mía por leerme. Gracias.
Salud.

Julio González Alonso escribió:[BLOCKQUOTE][BLOCKQUOTE]




No te entretengas en entender las palabras;

los hombres
cuando hablan,
callan.

Escucha - no obstante - los gestos de sus ojos
y el aire murmurar alrededor de sus labios;

el silencio por entre sus sonrisas
y la paz de las manos.


No les des palabras. No les des la soledad
de los discursos que apuntan a la nada.

Y dales tu sonrisa,
la paz de tus manos
extendidas,
la palabra rendida de discursos;
el aire de tu aliento,
el aliento de la sangre en corazón de hombre,

tu mirada.
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Las palabras, a veces, son como pequeñas trampas. Me quedo con esa idea.

Un placer leerte, Julio.

Un abrazo.

"Ana Villalobos Carballo".-Pasaba por aquí y no pensaba comentar, pero no me resisto a llevarme el cero de este poema. Nos dejas una gran verdad dicha con palabras sencillas, " pa que entendamos"jejej. Nos invitas a un viaje al más allá, al más allá de la palabra, donde habita la sencillez de lo que verdaderamente importa, de lo que realmente somos. Yo siempre digo que observo a las personas más allá de sus palabras y es sorprendente todo lo que se puede ver, porque a las personas no se las entiende, ni conoce por su palabras. Escuchar a la persona y no sus palabras, entonces es seguro que entenderemos.
Gracias por compartir; un buen poema que se agradece leer en esta mañana fría de domingo.
(y con todo lo que he tardado en escribir el comentario, seguro que ya alguien te ha quitado el cero...)

Un beso que te llegue al corazón

Ana

PD. Ves, si lo sabía yo,¡si es que no se puede ser tan lenta!



Lo que más alegría me da, amiga Ana, es que no te hayas resistido a dejar tu comentario con la intención de llevarte el cero; ese cero que siempre nos amenaza en cada nueva publicación. No has llegado la primera, pero sí has llegado de manera oportuna para subrayar la intencionalidad del poema y, en cierto modo, la denuncia sobre el valor relativo de lo que nos dicen, oímos o decimos. Renunciar a decir y prometer y decidirse a hacer, solidarizarse con el otro, entenderlo y transmitirle comprensión y ánimo, tiene su valor en la vida cotidiana; en el mundo de la escritura, de la poesía, esta denuncia adquiere otro valor que, como observo en comentarios posteriores, cada cual va interpretando en los aspectos relevantes de la misma. Estoy contento de que el poema se entienda, como dices, y de haberlo escrito con palabras sencillas, en un texto que -por lo que dice- trata de no ser ornamental ni artificioso e invitar al silencio, como oportuna y acertadamente han subrayado también.
Lo dicho, y comentario largo por respuesta extensa. De justicia, ¿no? De nuevo, gracias.
Salud.
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JUANPABLO escribió: Amigo Julio:

A veces nos creemos que las palabras son
el único medio
de comunicación;
¡cuánto error de apreciación
en tan burdo criterio!

¡Cuánta sabiduría encerrada
en tan escasos versos!

Un abrazo.
** ** **

Gracias, Juan Pablo. Me alegra que compartamos el mismo punto de vista en este asunto; por esa razón los versos han debido ser breves, claros y concisos, sin palabras ni ornamentos que distraigan del mensaje.
Salud.

El poema se eleva por encima de la palabra, y atrapa, en ese discurrir de lo realmente importante.

"La cara es el espejo del alma"
Un refrán que le va fenomenal a tu poema, pero además tus versos tienen ese pulso preciso, la fuerza que da la lucidez.

Un placer, compañero.
Mi abrazo.

Luis Oroz.

Un poema de verso claro como el agua misma, donde la verdad se manifiesta en los silencios que canta; se alude al gesto, a las manos, a los ojos, a lo no dicho, a la paz que se ve o se toca; mucho tiene la verdadera poesía de todo esto, porque esa, la verdadera poesía, reclama la palabra verdadera, la que al decir, también muestra cosas que no dice, por eso es verdadera, por todo ese silencio que se manifiesta entendible en su voz más sonora.

Todo un placer querido amigo.