Muchas gracias, Gustavo. La verdad es que ante comentarios como el tuyo no sé bien qué decir. Solo puedo agradecerte sinceramente tus elogios hacia este poema, que sin duda no merezco, y transmitirte que me hace muy feliz saber que lo disfrutaste.Gustavo Casado escribió:Tremendo Poema, Luis!!!. Tremendo!!!. Y felicitaciones por su selección. Un canto a la vida, un canto a los compañeros de ruta, a los buenos y a los no tanto. Ya no sé cuántas veces lo leí...Me lo guardo en el ordenador, como ustedes le dicen, o en mi PC como decimos nosotros; y por las dudas, porque los ordenadores se rompen, lo subo a "la nube"; aunque estas puedan caer de tanto en tanto. Y lo dejo allí donde tengo guardadas cosas que de verdad me han impresionado, entre muchas "La increíble historia del hombre guisante" de Billy MacGregor ¿te acordás de ese poema/ prosa?. Esta belleza que lograste me trajo reminiscencias de un poema navideño que leí hace muchos años de un centroamericano, no recuerdo de dónde; Robinson Rodríguez firmaba el tipo y nunca más supe de él; se titulaba Mi Mesa y convocaba a su gente querida, no a los otros como vos, a su cena. Lo guardé por ese entonces en un diskette de 3 y 1/2 y, lógicamente, fue a parar al diablo; no existían "las nubes" por ese entonces.
Vuelvo a enviarte una calurosa felicitación y celebro tan magnífico poema.
Un abrazo grande, amigo.
(me gustaría leer el poema Robinson Rodríguez, si lo vuelves a encontrar en internet por favor mándamelo)