Hard to love a man

[enrique sanmol]

Usted es un poeta que admiro. Leo su blog y ahora lo leo aquí. Mis humildes felicitaciones.

Una de las pocas personas que pierde algo de su tiempo pasándose por un blog de poesía... En los tiempos que corren eso es una rareza, al tiempo que una gran alegría para mí. Muy agradecido por sus palabras, Gustavo, aunque, la verdad, no creo que yo sea un poeta digno de admiración.

Le envío un cordial saludo desde mi tierra, Valencia, a orillas del Mediterráneo.

[Ulises C.J.]

Hay mucha ternura en tu poema, amigo.
Hemos hecho un mundo muy complicado. Andamos en base a expectativas. Sin ver lo que tenemos vamos tejiendo un mundo de soledades. Creo.
Tu poema es muy cercano.
Gracias por traerlo.

[Óscar Distéfano]

A veces la poesía se desnuda para mostrarnos su desinhibida naturaleza, su versatilidad rica en formas. Un reconocimiento muy justo, compañero. Te felicito por el poema.

Un abrazo.
Óscar

[enrique sanmol]

Hay mucha ternura en tu poema, amigo.
Hemos hecho un mundo muy complicado. Andamos en base a expectativas. Sin ver lo que tenemos vamos tejiendo un mundo de soledades. Creo.
Tu poema es muy cercano.
Gracias por traerlo.

Muchas gracias a ti por sentir la ternura, Ulises, y dejar tu comentario.

Un cordial saludo.

[enrique sanmol]

A veces la poesía se desnuda para mostrarnos su desinhibida naturaleza, su versatilidad rica en formas. Un reconocimiento muy justo, compañero. Te felicito por el poema.

Un abrazo.
Óscar

Muchas gracias, Óscar, por la felicitación.

Feliz domingo y un fuerte abrazo.

[Rafel Calle]

Los mejores poemas de Enrique Sanmol en Alaire: Hard to love a man.

[Ana Muela Sopeña]

Un poema de altura, Enrique. Deja ese sabor amargo de las despedidas.

Felicidades
Un fuerte abrazo
Ana

[Marisa Peral]

Celebró el rescate de este fantástico poema que merece el reconocimiento y muchas lecturas.
Arriba con mi abrazo.

[F. Enrique]

Vuelvo a este poema tuyo, Enrique, me deja, por encima de todo, el dolor de constatar que, incluso, las amistades más brillantes se apagan y que el colega de nuestros años juveniles de fulgor acaba siendo un gran desconocido, que nuestra música suena con otra melodía, que hemos perdido la delgadez extrema de los artistas que pasan hambre, que tenemos miedo de mirarnos la parte de atrás por miedo a descubrir una incipiente coronilla. Que lo que quede de nosotros sea un escudo enmohecido, eso querrá decir que aún tenemos ganas de luchar aun sabiendo que los vientos vienen en nuestra contra. C'est la vie!

Magistral poema. Un abrazo.