tan creíbles sus caricias,
que la colmaba de albricias
e incluso aceptó perder .
Tan solo ella le importaba,
era su sol y su luna
su pobreza y su fortuna,
su flaqueza y su poder.
Fueron sus besos cual pira,
y su historia de amargura
mezclada con la locura
con una entrega total.
Ella fue pura mentira,
él en sus manos, juguete
y aunque siempre estuvo en brete,
nunca perdió la moral.
Al final perdió la guerra,
nació con tan mala estrella,
que fue prisionero de ella
y sus mentiras prisión.
Tuvo una historia que aterra
y salió tan mal herido
que se fue casi perdido
hasta la vieja estación.
donde una locomotora
oscura y mal encarada,
solo prometió parada
cuando se acaba el carbón.
Va silbando la traidora
con un siniestro destino.
Y aquí se acaba el camino,
se paró su corazón.