Editorial Alaire

Para la vida.


Empuja la vida por los aires de los cuatro puntos
cardinales
y viene detrás la muerte hecha de años
y su natural suerte
de despedidas. Tristes
todas.

Abrazamos a los niños.

Entre las guerras nacen
los niños
al lado de los muertos; abrazamos
–desolado erial de la muerte-
a los niños. Nos abrazamos
a los niños y temblamos
en los rincones del miedo

porque

la vida empuja
y alborota
los ojos de lágrimas,

atropella la vida las horas en los relojes
y se desahace en imágenes en la quietud
de la superficie
de las aguas
de la memoria.

Vida,
vida;
sólo niños.

"Abrazamos a los niños.

Entre las guerras nacen
los niños
al lado de los muertos; abrazamos
–desolado erial de la muerte-
a los niños. Nos abrazamos
a los niños y temblamos
en los rincones del miedo"

No sé si tengo la suerte de ser la primera en decir que me ha parecido impresionante, Julio, pero esa era mi intención. Uís, tengo que darme prisa.

Aplausos. Muchos.

Blanca

Julio González Alonso escribió:

Para la vida.


Empuja la vida por los aires de los cuatro puntos
cardinales
y viene detrás la muerte hecha de años
y su natural suerte
de despedidas. Tristes
todas.

(...)
Vida,
vida;
sólo niños.

Hola Julio

Vida,
vida;
sólo niños.

El problema es, amigo mío, que los niños terminan creciendo y dejan de serlo para tener que abrazarse a otros niños. Aunque eso es la vida, un tránsito de la niñez a la muerte.
Un buen poema. ABrazos.
Mario.

el mundo tiembla de soledad
rabia, dolor, miedo
y efectivamente el abrazo reconforta
y nos emociona más que ninguna otra cosa en la vida.


más aplausos, te sales Julio


abrazo con yerbabuena

.

¡ Que bonito Julio ! como me gustó este saberse camino a la muerte pidiendo el abrazo del niño
Felicidades. Me emocionaste
Un abrazo
Pilar

Preciosa y a la vez dura, esta puñetera vida.

Un poema cargado de sensibilidad y totalmente real.

Un abrazo.

Un trabajo precioso Julio!

Enhorabuena y gracias por esta creación!

Abrazos,

Hallie

Un poema que se desborda en delicadeza, los niños, la vida en definitiva tratando de asomarse por encima de todas las sinrazones que cuajamos en el mundo de los adultos.

Un abrazo

Sara

Julio González Alonso,

He tenido poco tiempo
últimanente

pero aquí estoy leyendo a
los amigos


Extraodinario poema


Un abrazo fuerte

Impactante, sobrio, de arraigo social...hilvanacion congruente de acertadas imagenes. Un placer leerte nuevamente titan!
Un fuerte abrazo.

Reflexivo y rítmico como un tambor.

Me gusta esas búsquedas de nuevas formas
que emprendes. Sé que siguen un patrón lógico.
Te sigo, amigo.

Un abrazo.
Óscar

[quote="Blanca Sandino"]"Abrazamos a los niños.

Entre las guerras nacen
los niños
al lado de los muertos; abrazamos
–desolado erial de la muerte-
a los niños. Nos abrazamos
a los niños y temblamos
en los rincones del miedo"

No sé si tengo la suerte de ser la primera en decir que me ha parecido impresionante, Julio, pero esa era mi intención. Uís, tengo que darme prisa.

Aplausos. Muchos.

Blanca

[quote="Julio González Alonso"]

Pues, amiga Blanca, la suerte la he tenido yo de poder contar en primer lugar con tu opinión, en todo amable. Siempre gracias.
Salud.

Mario Martínez escribió:Hola Julio

Vida,
vida;
sólo niños.

El problema es, amigo mío, que los niños terminan creciendo y dejan de serlo para tener que abrazarse a otros niños. Aunque eso es la vida, un tránsito de la niñez a la muerte.
Un buen poema. ABrazos.
Mario.

Estoy de acuerdo contigo, Mario; así es la vida. Gracias por tu aportación.
Salud.

Alonso de Molina escribió:el mundo tiembla de soledad
rabia, dolor, miedo
y efectivamente el abrazo reconforta
y nos emociona más que ninguna otra cosa en la vida.


más aplausos, te sales Julio


abrazo con yerbabuena

.

¡Venga ese abrazo con yerbabuena, que en otros pagos llamamos hortelana! ¡Ay qué verano de mojitos!

Gracias, Alonso, por tus amables aplausos y consideraciones.

Salud.

Pilar Morte escribió:¡ Que bonito Julio ! cómo me gustó este saberse camino a la muerte pidiendo el abrazo del niño
Felicidades. Me emocionaste
Un abrazo
Pilar

Gracias, Pilar, por la emoción puesta en la lectura. Siempre me llamó la atención el hecho de que en medio de las mayores tragedias, como son las guerras, se oyera el llanto de un niño recién nacido.
Salud.