Amigos de la desgracia...

[Jorge Salvador]

Tenemos amistad con la desgracia
y un lazo conyugal con el maltrato;
llamamos eminencia al insensato
y a ser manipulados democracia.

Nos gusta difamar con diplomacia
y hacer que siempre el otro pague el pato;
la fe nos dura escasamente un rato
y ni quedar saciados ya nos sacia.

Nos es útil lo inútil, nos va el tango,
la cháchara, la murga, el “no me jodas”
la sorna y la traición. Nos cubre el fango

desde la coronilla a los talones,
y excepto nuestra santa, casi todas
nos sirven para un par de revolcones…

[Luis M]

Estoy convencido que todos los humanos somos sado y/o masoquistas en mayor o menor medida. La verdad es que somos un caso clínico . Excelente soneto, querido Ramón. Un fuerte abrazo.

[Jorge Salvador]

Estoy convencido que todos los humanos somos sado y/o masoquistas en mayor o menor medida. La verdad es que somos un caso clínico . Excelente soneto, querido Ramón. Un fuerte abrazo.

Completamente de acuerdo, Luis. Precisamente eso es, entre otras cosas, lo que intentaba reflejar en este poema.
Gracias por pasarte, amigo. Otro abrazo fuerte para ti.

[Armilo Brotón]

Así es, estimado Ramón, el trabajo empieza por uno mismo. Con gracia y sorna, embutidos los versos en la bota del gran soneto lo expresas bien.
Un abrazo y salud

[Jorge Salvador]

Así es, estimado Ramón, el trabajo empieza por uno mismo. Con gracia y sorna, embutidos los versos en la bota del gran soneto lo expresas bien.
Un abrazo y salud

Gracias, Armilo. Tienes razón, todo empieza y acaba en uno mismo. No es mala idea auto observarse para corregir errores.
Otro fuerte abrazo, querido amigo

[Rafel Calle]

Hermoso e interesante trabajo, amigo Jorge, donde muestras tu proverbial habilidad para el verso monométrico rimado, en este ocasión vestido de soneto.
Felicidades.
Abrazos.

[Jorge Salvador]

Hermoso e interesante trabajo, amigo Jorge, donde muestras tu proverbial habilidad para el verso monométrico rimado, en este ocasión vestido de soneto.
Felicidades.
Abrazos.

Gracias, Rafel. El gran don Francisco de Quevedo me aficionó desde muy joven al soneto. Siempre me ha parecido, si no la máxima, una de las más altas expresiones (cuando están bien escritos) de la poesía. Me fascinaba cómo él, amén de tantos otros que luego fui conociendo, podían decir tanto y con tanta armonía y musicalidad en tan sólo catorce versos.
Abrazos, amigo

[Arturo Rodríguez Milliet]

Excelente entrega, Jorge. Con la gracia y rigor
que da el estilo y el contenido cargado de suspicaz
ironía, abres espacios muy pertinentes para la reflexión.
Un abrazo.

[Jorge Salvador]

Excelente entrega, Jorge. Con la gracia y rigor
que da el estilo y el contenido cargado de suspicaz
ironía, abres espacios muy pertinentes para la reflexión.
Un abrazo.

Te ruego me perdones, estimado Arturo. Se me pasó por alto tu comentario y por eso te contesto tan tarde.
Gracias por pasarte por este poema y dejar tus palabras de aliento. Un verdadero honor.
Te reitero mis disculpas