que otros años fuiste bella
y te has vuelto gris oscuro.
Yo maldigo al responsable
que blande en su mano sable
para encerrarnos tras muro.
Fiesta de copas y cantos,
quiero abrazar tus encantos,
y escuchar los villancicos
que me llenan de ilusión
y guardar la tradición
sin que se rompa en añicos.
Enigmática pandemia
que a confinar nos apremia
con su muerte amenazante,
quiero poner todo empeño
en pensar que es un mal sueño;
de un siniestro visitante.
Lo que antes fueran abrazos,
hoy se cambian por mazazos,
encierro y prohibiciones.
Ojalá nunca volviera
esta maldita barrera
que separa corazones.
Que los cantes y bullicio
nos hagan perder el juicio
e inunden plazas y hogares,
que nunca triunfe la afrenta
y aparezca la tormenta
que llore besos a mares.