- VHS-

[Israel Liñán]

Cuando era un niño
su padre le dijo que podría conseguir lo que deseara
si lo hacía de veras.

Su madre, en cambio,
consciente de la mierda
que maceraba en su mente
volvía la mirada,
se preparaba para asumir que la realidad
es una puta de ojos tristes que dice la verdad
a quién no lo merece,
mientras miente a los constructores de puentes.

Debía rondar los seis años
cuando ambos aceptaron su presencia decepcionante,
el padre,
siempre más cortante,
se lo hizo saber de inmediato,
- hijo, -le dijo con indiferencia-
no te mereces ni el agua que bebes.

Tenía razón, supongo.

Para la madre la distancia progresiva,
la supresión constante de cariño,
fue el arma que consideró apropiada
para afrontar el absoluto desinterés
que le producían sus miedos,
sus complejos.

Él, a los diez años
ya fantaseaba con la caída libre,
cobarde y perdido,
era un ratón
en el laberinto de la pitón albina.

Entonces comenzó a construir mundos,
al principio se sustentaban en cimientos
creados por genios,
no,
no hablo de literatura,
más interesante sin duda,
más profundo...

pero mentiría.

Sus genios se escondían
bajo las grutas de Astoria,
cerca del puerto de Mos Eisley,
en el interior del Templo Maldito.

Sus amigos vivían en Santa Carla,
caminaban horas para encontrar
el cuerpo sin vida de un chico junto a las vías del tren.

Sus amigos...

sus amigos pasaban el sábado castigados,
bajo la supervisión de un frustrado profesor
vestido como Barry Manilow.

Después podían ir al concierto de Ellen Aim,
o visitar en secreto la chatarrería,
buscando el camino del trueno.

No existe discusión,
la decepcionante configuración de sus virtudes
chocaron con las mínimas expectativas de sus padres,
el resultado:
un deforme montón de basura sin gracia,
sin talento.

Siempre estuvo enamorado de Sarah,
de Jareth también,
y cuando la realidad hacía despertar a sus padres,
estos le encontraban desnudo,
muy serios,
preocupados,
le hablaban del futuro,
y comprendía que no podría ofrecer al mundo
más que arañazos en la escayola.

Poco después,
en el reino que construyó frente al televisor,
cerraba los ojos,
deseaba estar en el Colegio Welton,
leer poesía con el señor Keating...

el señor Keating me despreciaría tarde o temprano
- pensaba con los ojos vidrioso-.

Pasaron los años,
pero no dejó de pasear por esos universos,
cada vez más vívidos buscó un trabajo nocturno
para dormir anestesiado durante el día,
y pasar de escenario en escenario,
confundiendo la ficción y la realidad,
ansiando bucear en la soledad...

allá donde nadie pueda dañarle,
allá donde el sol sólo sale
al apretar el botón rojo del mando.

Ahora el muy imbécil escribe en estado alterado de conciencia,
jura que Leia le sonríe desde la ventana,
que contempla la puesta de sol en Smallville
y sujeta su primer libro de poemas.

Seguro que a Sally le encanta,
le dice sonriendo...

[Carmen López]

Pues Israel, qué quieres que te diga? No me presentes a tus padres, pq dirían que soy una mala influencia...Me encanta el fandom, Stars Wars, casi nazco en una cabina de cine (como Cinema Paradiso), los vampiros me gustan mucho menos, eso sí, el cine de culto como Streets of Fire, me vuelve loca.De Jareth y de Sarah sigo profundamente enamorada me gusta todo, dentro y fuera del Laberinto pq me he visto todas las películas de ambos. Sin duda el Sr keating y sus poetas muertos estarían maravillados (como yo estoy )con tu poema y Sally ya tiene 4 churumbeles de Jack...
Y todo, todo el poema me ha gustado, eso sí, merecería tener título...

Abrazo grande.
Carmen

[Israel Liñán]

Gracias Carmen por el comentario.
Qué grandes películas nos dejaron los 80.

Y sí, debería tener título, pero se me da fatal. Acepto sugerencias.

Un abrazo, compañera.

[Hallie Hernández Alfaro]

Qué grandes poemas nos dejas siempre, Israel.

No hay manera de parar con la lectura, no se puede detener la corriente profunda de sentimientos reflejados, incrustados, acariciados mientras los versos se hacen dueños de la escena.

Estoy de acuerdo con Carmen: debería tener un título. Vuelvo más tarde con ideas, amiguísimo.

Abrazos.

[Carmen López]

Gracias Carmen por el comentario.
Qué grandes películas nos dejaron los 80.

Y sí, debería tener título, pero se me da fatal. Acepto sugerencias.

Un abrazo, compañera.

Pues yo creo que debe llevar el título de una película de culto, que tenga para ti algún simbolismo propio, pq el recorrido cinematográfico que has hecho es impresionante y se lo merece.
La verdad es que cuando te sugerí poner el título, es pq después de leer el poema (que me conmocionó pq es obviamente también un poema muy duro, y por cierto muy, pero, que muy bien construido, pq las referencias cinematográficas permiten respirar de la historia tan dura que nos cuentas, igual que al protagonista las pelis le salvaron un poco la vida, ocurre también eso con el lector cuando das las referencias, va respirando un poco, de la realidad tan dura que expones, por eso sé que este poema es de los grandes y redondos) me vino a la cabeza la Escena La historia de Sidney Barringer en la película Magnolia, sin poder evitarlo.
Por eso te dije que necesitaría un título...

Un abrazo grande, Israel

[Rafel Calle]

Muy bello y muy interesante trabajo, amigo Israel.
Felicidades.
Abrazos.

[Luis M]

Fantasía y realidad hábilmente mezcladas en un logrado y bello poema. Mis felicitaciones Israel. Un abrazo.

[Israel Liñán]

Gracias Hallie, siempre me hace especial ilusión recibir tus comentarios.

Un abrazo enorme, querida amiga.

[Israel Liñán]

Hecho Carmen, no es que sea el mejor título de la historia pero es mejor que "Sin título".

Un abrazo, y gracias por comentar.

[Israel Liñán]

Gracias Rafael por tus palabras.

Un abrazo, compañero.

[Israel Liñán]

Luis, gracias por leer y comentar el poema.

Un abrazo, compañero.

[Pilar Morte]

Un poema duro pero lleno de aciertos en la exposición del tema. Pueden ser muchos los motivos que causan decepción a los padres, por eso tu personaje es real aunque lo normal sea la aceptación. Un poema que me gustó leer y disfruté sin respirar hasta el final.
Abrazos
Pilar