Tendrás que defender. (L. I)

[Rafel Calle]

Muchas gracias, querido amigo Alonso, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Te mando un fuerte abrazo.

[Juanmi Jerónimo]

Me ha gustado bastante este poema, Rafael. Hay mucho de lo que defenderse en la vida, incñuido uno mismo, pero, ojo, a veces, estamos tan entretenidos en defendernos que confundimos al amigo con el enemigo. Un poco de relax tampoco viene mal. Y de disfrute.

Y sí, el amor hay que defenderlo a veces de ataques por la espalda. O quizás es que no es más que un espejismo, que abundan en los seres humanos.

Imagénes muy, muy conseguidas.

Un abrazo.

[Rafel Calle]

Muchas gracias, amiga Juanita, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema. Tanto elogio me aturulla, no lo merezco.
TE MANDO UN FUERTE ABRAZO.

[Rafel Calle]

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Muchas gracias, amigo Benjamín, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Te mando un fuerte abrazo.

[Rafel Calle]

Muchas gracias, querido amigo Jerónimo, te agradezco el comentario y me welgra que te haya gustado el poema.
Tus elogios, colega, los creo desmesurados, pero no por ello menos gratificantes.
Te mando un fuerte abrazo.

[Ramón Carballal]

Tendrás que defender la razón del mendigo que se niega a nutrirse de pan
desorientado, la trágica manía de los seres hambrientos
que deciden morir la soledad en el severo régimen de una mente sin patria.

Tendrás que defender unidades que sufren en la desproporción
de las miradas. Refugios de Platón, afanes de rey Midas.
Tendrás que defender, por encima de todo, la rebelión del alma.

Tendrás que defender las cosas del cariño, aunque sea de noche
y finja ya apagado el candil del amar sin condiciones.
Tendrás que defender el sol aventurero, si pretenden cegarnos la alborada.

Y me tendrás que defender de mí, en la decrepitud de los instintos
que vuelven golpeados en la cara.

Creo que te defiendes tú solo muy bien, Rafael. Un poema magnífico que invita a valorar cosas que merecen la pena. Un abrazo.

[Rafel Calle]

Muchas gracias, querida amiga, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
TE MANDO UN FUERTE ABRAZO.

[Lourdes Spin]

La guerra del fulgor es ya negrura
y arrastra las retinas al abismo
de plomo gris sañudo, y despotismo
derivando la anemia a la locura.
Cegado ya en la esquina de la usura,
el ojo nuestro traza un gris de autismo,
morado sin pasión, rubí absentismo,
y amarillenta fe, sin estructura.

Loca proclividad al tono absurdo,
que niega los colores recurrentes
a base de cegar con tiranía,

empalando de gris, del gris más burdo,
acibara los tonos procedentes,
despreciando el color de la alegría.

Bueno, eso y más, jajaja.
En fin, muchísimas gracias, querida amiga.
Un fuerte abrazo.

Por aqui estoy leyendo todo, Rafael, con inquieta emocion, no solo una vez sino tantas como mi curiosidad absorbe. Vale leerte, vale. Yo se que es mejor decir las cosas como tû las dices, pero es que tu cultura es una calle larga, larga, enorme. Parada en una acera me elevas mientras te disfruto. Mi afecto constante, querido amigo, poeta


Spin

[Rafel Calle]

Muchas gracias, querido amigo Esteban, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Veremos lo que nos queda cuando sea la hora de hacer el recuento de nuestra obra. No sé, pero me gustaría que fuera algo por lo menos útil.
TE MANDO UN FUERTE ABRAZO.

[Ricardo Serna G]

Rafael


Me gusta tu estilo
con calidad y belleza incluída


te felicito

Un abrazo fuerte

[Rafel Calle]

Muchas gracias, querido amigo Ferreiro, te agradezco el comentario y me legra que te haya gustado el poema.
Te mando un fuerte abrazo.

[Yolanda *yocaro*]

.
Rafel Calle, bellos versos e imágenes que captan la atención desde el principio, para desembocar en unos versos finaeles preciosos.



Te saluda



Yolanda *yocaro*.

.

[Viví Flores Massares]

Tendrás que defender la razón del mendigo que se niega a nutrirse de pan
desorientado, la trágica manía de los seres hambrientos
que deciden morir la soledad en el severo régimen de una mente sin patria.

Tendrás que defender unidades que sufren en la desproporción
de las miradas. Refugios de Platón, afanes de rey Midas.
Tendrás que defender, por encima de todo, la rebelión del alma.

Tendrás que defender las cosas del cariño, aunque sea de noche
y finja ya apagado el candil del amar sin condiciones.
Tendrás que defender el sol aventurero, si pretenden cegarnos la alborada.

Y me tendrás que defender de mí, en la decrepitud de los instintos
que vuelven golpeados en la cara.

Llevo tiempo dando vueltas por este poema y siempre llego al asombro, es, creo, por la claridad del pensamiento oculto en la imagen o la metáfora. Digo de las vueltas pues las he dado para espiar la técnica y acabé enredada en querer saber a ciencia cierta qué es lo que el autor quiso decir tras lo que se ve en la literalidad y a cada lectura el mensaje se ha ido completando hasta resultar casi un compendio de un intenso examen de consciencia y un poner en la balanza qué se es y que se espera de uno mismo y del posible compañero de vida en el futuro.
Indudablemente (discúlpame si me equivoco) este es continuidad de aquél "saberte" , y vienen los poemas muy bien platados sobre su base, desgranándose lentos y firmes en una misma línea evolutiva hacia un fin común. Habrá que esperar a ver como sigue, aunque te prodigas poco, amigo Rafael.

Se aprende mucho leyéndote, y si permites un pequeño bocadillo de la parte "romántica irremediable" de esta mala comentarista: para ser defendido cabalmente, deberá ser abierta una brecha en la muralla personal al campeón, debe ser difícil defender lo que no se deja totalmente (y me tendrás que defender de mí aquí el hablante sabe ya que le será difícil cambiar posturas arraigadas y hace una clara advertencia), aunque por lo visto en tus poemas, la voluntad a la apertura emocional está presente.

Excepcional trabajo.

Un abrazo, querido amigo.

[Rafel Calle]

Muchas gracias, querida amiga Yose, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Te mando un fuerte abrazo.

[Hans Xeo Cristo]

Desapegado de su objeto, este poema analoga una lengua enfrente de un espejo: abrillanta, limpia, expande una imagen que sin embargo no se trasciende. Es un regodeo intelectual en el que se conoce al vacío. No es mérito menor, aunque sí indisciplinado.