Editorial Alaire

Aston vivía en los Ángeles. Tenía un coche no muy grande, no como aquellos autos americanos de los sesenta (botes se llamaban o algo así). Seguía el ejemplo de Jack kerouac para el que los coches eran toda su vida. Lo equipó a tope: inodoro oculto, portátil para escribir y estar conectado con el mundo, y un pequeño bar al estilo de los Mercedes.

Todas las tardes a la hora de la siesta,
nadaba en los vasos de cerveza
—regando la sed—
bañando su lengua en la espuma.
Llegaba la noche
y su garganta era un tam tam
de palabras rotas.
Sonata de poros salados que
escupía por el saxofón de su axila,
melodías de Steve Vai.

Un guiñapo con branquias de cal,
un insomne que reptaba por la madrugada
implorando úteros maternos.
Fumaba, leía la mano al tedio,
se cortaba las uñas de los pies
y a las horas en punto
iba al cubo de la basura
a cantar nanas a las cucarachas.

Por las mañanas
deslizaba su sombra
—enharinada de pereza—
hasta la biblioteca.
Por supuesto, sin bajarse del coche.

En plena pandemia se le ocurrió bajarse del auto para echar un sobre en el buzón porque no podía hacerlo desde la ventanilla, y entonces, un policía le llamó la atención. Estaba prohibido pasear a esas horas. Le pidió que colocara en el suelo el contenido del sobre abultado. No se sabe si Aston llegó a pensar que sus poemas le iban a sacar de las calles por una larga temporada.

Diría que te sabes al pelo la biografía de Bukowski y algún que otro de los realistas norteamericanos. Poema entreverado con tu marchamo: mezcla de géneros y toques de imaginación desbordante que despiertan interés en el lector, como es la estrofa inicial, toda una mezcla de sobresalientes personajes de la literatura española. Me ha encantado toda esta mezcla por su originalidad y porque me he divertido con su lectura.
Un besazo

Lo más importante es que te ha divertido, sacar una sonrisa junto a un café es impagable. Creo que va creciendo mi poesía hacia ese realismo imaginativo (qué buena definición me has dado, Armilo), ya que hace un tiempo este personaje (Aston) hubiera sido un hombre amargado y el poema sería tristón y apagado.
Esta vez no me implico en su vida, simplemente cuento lo que veo. voy mezclando los géneros, los recursos literarios y la cosa me divierte.
Gracias por este comentario que va al centro, al meollo de la cuestión, como a mí me gusta.
Un besazo.

Ana

Lo considero como un poema original
y enmarcado dentro del realismo del siglo XX,
y abierto para volar al nuevo siglo;
y estoy de acuerdo con lo que comenta Armilo....


un abrazo, querida amiga
Feliz y productivo día, siempre

Ha cambiado mucho tu poesía hacia un realismo que a mí se me escapa un poco. No obstante es de reseñar la originalidad y explosión inteligente de tus versos. Siempre es una sorpresa que se agradece.
Abrazos
PIlar

Ana García escribió:
Sonata de poros salados que
escupía por el saxofón de su axila,
melodías de Steve Vai.


un insomne que reptaba por la madrugada
implorando úteros maternos.
Fumaba, leía la mano al tedio,



Por las mañanas
deslizaba su sombra
—enharinada de pereza—
hasta la biblioteca.
Por supuesto, sin bajarse del coche.

Estos versos que destaco me gustaron especialmente. Y también me gusta el nuevo cariz más realista de tu poesía; personalmente la abundancia de metáforas y el lirismo al viejo uso cada día me aburren más. Definitivamente creo que cada vez me gusta más la poesía menos "poética" y más dotada de ingenio, cercanía y potencia en el mensaje. Un beso.

Me parecen muy interesantes tus propuestas, entre lo narrativo y lo poético. En esta encuentro versos realmente buenos.

He disfrutado con su lectura.

Un abrazo.

Muchas gracias por tus palabras, Ricardo. Sí, dejemos que vuelen las palabras, da igual el rumbo que tomen. El caso es que no paren, que se muevan.
Un abrazo.
Intento sorprender-me con cada uno de los poemas o prosas que esté haciendo. Me divierte,
Gracias por tu visita y comentario, Pilar.
Un abrazo.

Hermoso trabajo, amiga Ana.
Abrazos.

Gracias por tus palabras de ánimo, Luis. Me gusta cambiar el formato y los temas.
Un beso.

Es lo que necesito saber, Rosa, que hay un disfrute en la lectura.
Gracias por tu lectura y comentario.
Un abrazo.

Ana García escribió:

Llegan en un coche cuatro personas armadas
y raptan a Valle-Inclán en su domicilio.
Lo llevan a un zulo del país vasco
y allí un joven aficionado a la literatura
le exige QUE LE ENSEÑE A ESCRIBIR.
Se trata de Camilo José Cela.
Hay provisiones para dos meses,
llama de candiles y dos camastros.
Una mesa con dos sillas
y mucho papel y tinta.
Valle-Inclán decide colaborar.
Aston

Aston vivía en los Ángeles. Tenía un coche no muy grande, no como aquellos autos americanos de los sesenta (botes se llamaban o algo así). Seguía el ejemplo de Jack kerouac para el que los coches eran toda su vida. Lo equipó a tope: inodoro oculto, portátil para escribir y estar conectado con el mundo, y un pequeño bar al estilo de los Mercedes.

Todas las tardes a la hora de la siesta,
nadaba en los vasos de cerveza
—regando la sed—
bañando su lengua en la espuma.
Llegaba la noche
y su garganta era un tam tam
de palabras rotas.
Sonata de poros salados que
escupía por el saxofón de su axila,
melodías de Steve Vai.

Un guiñapo con branquias de cal,
un insomne que reptaba por la madrugada
implorando úteros maternos.
Fumaba, leía la mano al tedio,
se cortaba las uñas de los pies
y a las horas en punto
iba al cubo de la basura
a cantar nanas a las cucarachas.

Por las mañanas
deslizaba su sombra
—enharinada de pereza—
hasta la biblioteca.
Por supuesto, sin bajarse del coche.

En plena pandemia se le ocurrió bajarse del auto para echar un sobre en el buzón porque no podía hacerlo desde la ventanilla, y entonces, un policía le llamó la atención. Estaba prohibido pasear a esas horas. Le pidió que colocara en el suelo el contenido del sobre abultado. No se sabe si Aston llegó a pensar que sus poemas le iban a sacar de las calles por una larga temporada.

Originalidad, intention poetica delineada, conceptual realismo. Admiro tu versatilidad y buen hacer, Ana. Es un escrito actual y conmovedor. Te felicito!
Un abrazo, era.


Ps No puedo determinar si es narrativa o prosa poetica. El genero no importa reconocer, el genio creativo si, y te luces con tus talentos.

Original propuesta, la que aquí nos traes, amiga Ana, rebosante de original, ironía e inteligencia. Esos seres humanos, hombres y mujeres artistas que parecen vivir una vida paralela al margen del sistema y de las convenciones sociales.

Todo un placer de lectura, Aniña.

Bicos e saúde.

Muchas gracias por tus palabras, Rafel.
Un abrazo.

Me muevo entre Pinto y Baldomero, Era. A veces un poema no me llena para concretar una idea, y acoplo una prosa o enmarco los versos. Otras veces, veo mi prosa un tanto plana y siento que le falta ritmo. Es entonces cuando me salen estos híbridos.
Gracias por tus palabras.
Un abrazo.

Te felicito, Ana. Buscas, te renuevas, encuentras soluciones a los viejos problemas y nos deleitas con creaciones como ésta. Mi abrazo.
Salud.

Desde luego frescura y locura nos obsequias por todas partes.

Tienes ese punto que, como bien dice Armilo, hace muy interesante tu escritura.

Y claro, las cosas interesantes, si encima están bien desarrolladas, pues interesan más.

Me ha gustado.

Un besazo, Ana.