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Confín

Publicado: Mar, 24 Mar 2020 18:33
por Pablo Ibáñez
Yacías confinada en mi sudor, y yo en el tuyo. Día y noche,
reflectaban distintas claridades las lomas de tu cuerpo, que se abría
encaramado a mí: un peso jadeante y leve, húmedo,
tu piel de brillo lento,
las pupilas de animal enfebrecido.

De repente nos odiábamos. Saciada juventud
repelía el sabor contrario de otra carne. Me dabas
la espalda, y el paisaje absorbía tus sentidos a través de la ventana:
la Costa de Collares, en su ciclo caleidoscópico de atmósferas,
la danza parsimoniosa de las boyas, la rula de pescado,
colmada de gaviotas que reían abundancia;
tu melena quieta y negra, refrigerándose en la almohada.

Restablecíamos el confín de brazos tras el sueño.
La merienda de labios como brevas, hinchados por el uso,
incitaba al siguiente maridaje —cuerpos vírgenes y nuevos,
frescos como el día primero que cruzamos el umbral
y cerramos la puerta de los cálculos, las sombras del futuro—.

Hoy vivo otro confín lejos del mar
y del amor. Y tú no estás.


Re: Confín

Publicado: Mar, 24 Mar 2020 18:55
por Hallie Hernández Alfaro
Madre mía, Pablo, qué poema tan hermoso; la magia escapa de las imágenes para tocar al lector.
Intimista, apasionado, con una fuerza emotiva apabullante.
Los versos finales, ah, esos dos versos atemperan el lirismo para renacer en sus entrañas.

No puedo negar que me ha impactado; abrazos, querido amigo.

Re: Confín

Publicado: Mar, 24 Mar 2020 19:11
por Pilar Morte
Has escrito un poemazo, amigo, cálido, sensual, inteligente, de esos poemas para el recuerdo. Felicidades por esta gran obra.
Abrazos
Pilar

Re: Confín

Publicado: Mar, 24 Mar 2020 19:39
por Julio Gonzalez Alonso
Muy hermoso dentro de su honda tristeza. Sabe a pérdidas y soledad, ese hueco lleno de sombras. Me has emocionado, amigo Pablo.
Mi abrazo. Salud.

Re: Confín

Publicado: Mié, 25 Mar 2020 3:27
por Gustavo Casado
Tremendo poema, Pablo!

Y los 2 versos finales que duelen.

Hoy vivo otro confín lejos del mar
y del amor. Y tú no estás.


Un abrazo.

Re: Confín

Publicado: Mié, 25 Mar 2020 10:15
por Pablo Ibáñez
Gracias Hallie,

siempre vienes a comentarme con entusiasmo y eso me encanta.

Un abrazo, amiga.

Re: Confín

Publicado: Mié, 25 Mar 2020 10:16
por Pablo Ibáñez
Gracias Pilar,

me alegro que te guste, amiga. Es un honor para mí.

Abrazos

Re: Confín

Publicado: Mié, 25 Mar 2020 10:18
por Pablo Ibáñez
Gracias Gustavo,

una satisfacción para mí tu paso y comentario.

Un abrazo.

Re: Confín

Publicado: Mié, 25 Mar 2020 11:22
por J. J. Martínez Ferreiro
Magnífica entrega, Pablo. Un poema de una sensualidad exquisita y de exquisito lenguaje poético, con esa pinceladas minuciosas que se saborean intensamente.

Todo un placer de lectura, querido amigo.

Un abrazo y Salud más que nunca.

Re: Confín

Publicado: Mié, 25 Mar 2020 17:57
por Concha Vidal
Pablo, que mira, no sé qué decirte del poema. Es que todo él es hermoso, pleno y plácido como un sandía fresca en agosto.
Sacia tu poema y a la vez pide más. Sensual y real, haces ver hasta le melena desparramada sobre la sábana.

En fin, que sí he podido decir algo , y además para m´í sin duda, de lo mejor que te he leído.
Abrazos marinos

Re: Confín

Publicado: Mié, 25 Mar 2020 18:41
por Ricardo López Castro.
Hola Pablo.
A mí me ha gustado mucho leerte.
Tomo buena nota de tu dominio lírico y léxico.
El final no me gustó.
Pero el resto es de lo mejor que he leído estos días.
Abrazos y felicidad, amigo mío.

Re: Confín

Publicado: Jue, 26 Mar 2020 12:47
por Ramón Castro Méndez
Me ha gustado mucho tu poema, paisano. Tiene un aire de nostalgia, pleno de emotividad, y un tono de pérdida-derrota. Orfebrería poética, amigo.
Mi felicitación.
Un fuerte abrazo.

Re: Confín

Publicado: Jue, 26 Mar 2020 18:34
por Pablo Rodríguez Cantos
Enhorabuena por este poema tan sugerente, Pablo. He disfrutado mucho su lectura. Saludos.

Re: Confín

Publicado: Vie, 27 Mar 2020 7:07
por Rafel Calle
Tan bello como interesante trabajo, amigo Pablo.
Abrazos.

Re: Confín

Publicado: Sab, 28 Mar 2020 9:52
por Silvia Savall
Pablo Ibáñez escribió:Yacías confinada en mi sudor, y yo en el tuyo. Día y noche,
reflectaban distintas claridades las lomas de tu cuerpo, que se abría
encaramado a mí: un peso jadeante y leve, húmedo,
tu piel de brillo lento,
las pupilas de animal enfebrecido.

De repente nos odiábamos. Saciada juventud
repelía el sabor contrario de otra carne. Me dabas
la espalda, y el paisaje absorbía tus sentidos a través de la ventana:
la Costa de Collares, en su ciclo caleidoscópico de atmósferas,
la danza parsimoniosa de las boyas, la rula de pescado,
colmada de gaviotas que reían abundancia;
tu melena quieta y negra, refrigerándose en la almohada.

Restablecíamos el confín de brazos tras el sueño.
La merienda de labios como brevas, hinchados por el uso,
incitaba al siguiente maridaje —cuerpos vírgenes y nuevos,
frescos como el día primero que cruzamos el umbral
y cerramos la puerta de los cálculos, las sombras del futuro—.

Hoy vivo otro confín lejos del mar
y del amor. Y tú no estás.
Precioso trabajo compañero.
Un placer leerte.
Un abrazo grande.