Juicio incalculable

[Ricardo López Castro.]

Si bajo las entrañas de tus ojos sale el sol,
por encima del tiempo, a hurtadillas he visto ese contorno de colores,
sombras que se maquillan con rastro de paisaje,
que ya nocturno, se vuelve escaparate de farolas,
mientras el fresco asilo de tu piel, poco a poco se ciñe al viento.

He querido dejarte en los besos midescarga de huesos,
donde el alma reposa a fuego lento de las junglas
remotas de la piel,
cubierta con el bosque de las adversidades,
lluvia y señas, gestos insalvables
para el recuerdo del tiesto sin raíces,
como un vacío en el que tu arcoiris
no escondía los símiles del verso.

Me ato a ti con el resto de mi luz divisoria.