Editorial Alaire

Mi locuaz compañero está llamando
a la puerta. Lo sé por los vibrantes
aldabonazos del silencio. Voy, entorno
los postigos, y un viento de noviembre
me enfría un poco el rostro. Es él.

Pasa, y hablamos largo tiempo
de lo que somos, de lo que seremos
y de aquello de lo que nunca fuimos. Viene
siempre, haga sol o llueva. Sus estancias
son más frecuentes cada vez
y los encuentros se prolongan más y más
al margen de las horas.

Ahora ya, de hecho,
no concibo su ausencia. Al otro lado
todo el mundo se aleja a sus quehaceres;
no pregunta si nadie viene o no
a llamar a mi puerta.
Y poco a poco he ido comprendiendo
que yo soy él, el mismo nadie,
tal es la intimidad que nos habita.

Lo que aún no comprendo es este río
que surca mi garganta ni el porqué
desde mi corazón la tempestad
se cierne sobre él y se desata y llueve,
y se desborda, en la crecida, el llanto.

Hola, Felipe. Me ha gustado mucho este poema tan sugerente, con su monólogo como desplegado en dos. Muy destacable el trabajo rítmico. Saludos.

Qué bueno, Felipe. Todo el poema rezuma lirismo, profundidad en el mirarse y un ritmo que se hace música. Felicidades.
Abrazos
Pikar

Felipe,

me gusta mucho, amigo, como siempre.

Abrazos.

De verdad, apreciado amigo, de lo mejorcito que he leído en este foro. Brillante en todos los sentidos... Y esos encalgamientos, para estudiar en las Facultades de Versificación, si es que las hay, si no en el que quiera aprender, puede venir a este poema.

Gracias por regalarnos esta joya.

Un abrazo.

Muy bello trabajo, amigo Felipe.
Felicidades.
Abrazos.

Felipe:

Este poema es lo mejor que te he leído. Me gustó su sencillez, su intimismo; y con 5 versos finales que fueron un golpe a mi corazón.
Como muy bien te dice Martínez Ferreiro; el que quiera aprender tiene que venir a este poema.

Un fuerte abrazo.

¡Qué lujo Feñipe poder disfrutar con tus versos! Es éste un poema inteligente y pleno de aciertos literarios. Un poema para regodearse en varias lecturas y aprender de tu forma de hacer poesía.
Un abrazo

Exhuberante la fuerza de Nadie... tan solitaria y real, tan afortunada y coherente.

Me ha emocionado mucho este poema, Felipe. La crecida que el llanto no puede contener.

Abrazo de los grandes.




PS: creo que por error de tipeo falta un punto final en el verso de cierre.

Mis felicitaciones por este poema impecable, Felipe.
Salud.

Pablo Rodríguez Cantos escribió:Hola, Felipe. Me ha gustado mucho este poema tan sugerente, con su monólogo como desplegado en dos. Muy destacable el trabajo rítmico. Saludos.

Me alegra, Pablo, que te haya gustado esta propuesta. Al final, cuando la soledad acucia, el silencio grita y "el otro" no para de hablar. Pero nada que objetar, porque lo malo es cuando todo se reduce a ruido. La palabra del poema no está suplantada, pero no es fácil que "llegue" a quien carece de esa experiencia vital.
Te doy las gracias por tu lectura, compañero.

Un saludo afectuoso.
Felipe

Interesante e intenso poema este que nos dejas Felipe. un place pasarme por tus versos

saludos

rafael

Pilar Morte escribió:Qué bueno, Felipe. Todo el poema rezuma lirismo, profundidad en el mirarse y un ritmo que se hace música. Felicidades.
Abrazos
Pikar

Muchas gracias, Pilar, por tu generoso comentario y por tu felicitación.

Un abrazo, compañera.
Felipe.

Felipe

El diálogo y la comunicación
es base del entendimiento,
de la amistad y de las buenas relaciones..
Y en poesía se multiplica como en un espejo
multicolor, brota
en ritmo y belleza...


Magnífico poema, te felicito


Un abrazo fuerte, querido amigo

Feliz día, siempre