Esto era todo
Publicado: Mié, 16 Oct 2019 14:42
Sopla el blanco en mi pecho
como un alud de frío sigiloso.
Crucé la sed del médano y el vaho
de los calientes pantanales.
Ceñí a mis ojos las ramas invisibles
de la palpitación y de la ira,
y me arrobó la niebla que moraba
en la quietud de los acantilados.
He llegado hasta aquí donde las aves
marcan los límites del páramo.
Ha estallado de pronto la tormenta
en los confines de mi corazón,
que se desangra, y sólo en el erial
he podido encontrar cobijo. Ahora,
sobre mi rostro,
sibila el tiempo como una bestia exangüe.
Al cabo todo se redujo a esto:
sobre un surco en sazón
humedecer la tierra bajo el párpado
de un viento sin memoria
para que nadie pueda nunca
leer el signo
que bajo el légamo,
como una oculta voz tardía, me sostiene.
como un alud de frío sigiloso.
Crucé la sed del médano y el vaho
de los calientes pantanales.
Ceñí a mis ojos las ramas invisibles
de la palpitación y de la ira,
y me arrobó la niebla que moraba
en la quietud de los acantilados.
He llegado hasta aquí donde las aves
marcan los límites del páramo.
Ha estallado de pronto la tormenta
en los confines de mi corazón,
que se desangra, y sólo en el erial
he podido encontrar cobijo. Ahora,
sobre mi rostro,
sibila el tiempo como una bestia exangüe.
Al cabo todo se redujo a esto:
sobre un surco en sazón
humedecer la tierra bajo el párpado
de un viento sin memoria
para que nadie pueda nunca
leer el signo
que bajo el légamo,
como una oculta voz tardía, me sostiene.