sobre sanguijuelas y otros ataques de pánico

[Bruno Laja]

Bellísimo, tierno y, como siempre, rebosante de esa luz oscura que magnetiza al lector. Un placer, Marius.
Abrazos.

[Ramón Castro Méndez]

Estimado Marius, vuelvo a disfrutar de nuevo de la lectura de tu poema y aprovecho para felicitarte por el muy merecido galardón.
Como diríamos por aquí, "¡yes mundial, gallu!".
Vaya un fuerte abrazo y mi admiración.

[Ramón Carballal]

Enhorabuena, Marius, por la merecida distinción. Este poema es buena muestra de tu talento. Abrazos.

[John Garlic]

A veces, los recuerdos se convierten en una materia prima excelente para elaborar una pequeña obra maestra como la que has escrito, amigo Marius, rebosante de imágenes preciosas que atesoran magia e imaginación a raudales.
Enhorabuena por tu magna obra, por tu enorme talento y por tu premio merecido con creces.
Saludos cordiales, admirado poeta.

[Lunamar Solano]

Intensidad que captura y cautiva traen tus imágenes querido amigo... sensible y sentido...muy bello...
Felicitaciones por el reconocimiento!
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[Pablo Ibáñez]

Marius,

enhorabuena por este muy merecido reconocimiento, amigo. Cualquiera de tus poemas lo merece. Siempre sorprende tu rara capacidad para la imaginería extrema, es un muro de sensaciones en tropel, coherentemente contradictorias, presentadas con una bella mezcla de obsesión y observación maravillada. El pensamiento resulta trasparente en su aparente caos, es como si hubiera un tubo directo del cerebro al poema, por el que las ideas brutas se descargan en tropel.

A mí me gusta mucho.
Abrazos.

[Óscar Distéfano]

Mi felicitación por el poema. Considero muy justo el reconocimiento. Dos cosas quiero decir: creo que te has adentrado en el realismo mágico (ese mundo que se explica con sucesos que se rebelan a una visión lógica y adoptan imágenes y metáforas paradojales (que me resultan apropiadas para desnudad una realidad que se encuentra escondida pero que nos acerca a la emoción de la verdad; y segundo, noto que has solidificado el ritmo poético: constato un poema que se acerca bastante a la armonía musical del verso puro, en sustitución de una prosa cortada que antes practicabas. Recibí un gran placer estético de este trabajo.

Un abrazo.
Óscar

[enrique sanmol]

Confieso que me he perdido en la parte central, casi surrealista, del poema, pero los campos de trigo de la tía Ana, sus labios de un rojo imposible y el enjambre de sanguijuelas calan...

Tendré que releer para intentar desentrañar esa parte central. Mientras tanto, enhorabuena por la distinción.

Un cordial saludo.

[Ignacio Mincholed]

Enhorabuena Marius. Me alegro.

Un abrazo.
Ignacio

[Marius Gabureanu]

Muchas gracias. querid@s amig@s, por dedicar tiempo a leerme, me alegro que os ha gustado, cada comentario es una enseñanza. Muchos abrazos a tod@s, y nuevamente gracias por hacer sentida vuestra valiosa presencia.

[Alonso Vicent]

También yo me limito a disfrutar de tu poema.
Todo un lujo leerlo.
Saludos Marius.

[Armilo Brotón]

Querido amigo, me haces amar la poesía.
Un abrazotote esperando que estés bien.

[R. M. Alemán]

Mi tía Ana cuidaba mucho de su sombra.
En los veranos, la peinaba cada atardecer
cruzando un campo de trigo.
A veces seguía sus pasos disimuladamente;
a mis doce años de apoyarme en la orfandad de los recuerdos,
tenía doce sanguijuelas del tiempo pegadas a mi rostro
en un campo de trigo,
fascinado por las amapolas y por los labios de un rojo imposible de mi tía Ana,
por lo menos , recuerdo una oración de sanguijuelas.
Hay una infancia nunca vivida
que es álgebra del miedo a desconocerse
tanto como para hacer huelga de latidos;
hay el hielo frágil y liviano
de las márgenes del tiempo,
donde la desventura se vuelve diamante
que se derrite
entre seísmos de silencio.
Aquí todo es
ritmo de muerte,
kilómetros de rosas en un solo párpado
cuando los espejos dormitan
en su histeria de plata, en su cráter de instantes derribados.
Hielo derretido de sanguijuelas,
hielo de sanguijuelas derretido
porque nacen palabras muertas de palabras muertas
y los ríos padecen la memoria crucificada
de una piedra de mechero.

Mi tía Ana querría que su sombra fuera una oración de sanguijuelas
y me decía que le pegara con un látigo,
y yo, a mis doce años, imaginaba que las sanguijuelas también lloran
y escribía sobre las paredes de mi alma un verso:
aquí, la luz es una oración de sanguijuelas.

Extraordinarias letras (sin más)

Un placer, Marius Gabureano
Abrazos

[Armilo Brotón]

Siempre es un placer releerte amigo.
Un abrazo grande esperando que estés bien.

[E. R. Aristy]

Mi tía Ana cuidaba mucho de su sombra.
En los veranos, la peinaba cada atardecer
cruzando un campo de trigo.
A veces seguía sus pasos disimuladamente;
a mis doce años de apoyarme en la orfandad de los recuerdos,
tenía doce sanguijuelas del tiempo pegadas a mi rostro
en un campo de trigo,
fascinado por las amapolas y por los labios de un rojo imposible de mi tía Ana,
por lo menos , recuerdo una oración de sanguijuelas.
Hay una infancia nunca vivida
que es álgebra del miedo a desconocerse
tanto como para hacer huelga de latidos;
hay el hielo frágil y liviano
de las márgenes del tiempo,
donde la desventura se vuelve diamante
que se derrite
entre seísmos de silencio.
Aquí todo es
ritmo de muerte,
kilómetros de rosas en un solo párpado
cuando los espejos dormitan
en su histeria de plata, en su cráter de instantes derribados.
Hielo derretido de sanguijuelas,
hielo de sanguijuelas derretido
porque nacen palabras muertas de palabras muertas
y los ríos padecen la memoria crucificada
de una piedra de mechero.

Mi tía Ana querría que su sombra fuera una oración de sanguijuelas
y me decía que le pegara con un látigo,
y yo, a mis doce años, imaginaba que las sanguijuelas también lloran
y escribía sobre las paredes de mi alma un verso:
aquí, la luz es una oración de sanguijuelas.

Que profundo poeta eres, Marius! Leerte es siempre abrir una puerta extrañamente erigida al límite de los abismos. Eres el poeta simbólico embebido en el mas real de los surrealismos. Un abrazo grande, ERA