Enfría el cráter

[John Garlic]

Magnífico poema, amigo, todo un canto a la esperanza incluso en aquellas situaciones en las que carece de toda posibilidad de aflorar.
Saludos cordiales.

[Ramón Carballal]

Una brillante exposición del recorrido vital. Muy bueno. Felicidades y un abrazo.

[Marius Gabureanu]

Magnifico poema, estimado amigo, seguro de sí mismo, con momentos estelares, como dice Rafel, y una historia que recordar, un posible espejo. Recibe mis abrazos, Pablo.

[Ignacio Mincholed]

Pablo, Felicidades. Aparece aquí el lenguaje a modo de una maquina silenciosa que funcionara a bajas revoluciones en desarrollo corto, lento e imparable. Carta o crónica, que las dos podrían ser, a uno mismo o a alguien bien conocido, con ese inicio de un estado crítico hasta el final donde se resuelve la crisis con la esperanza. Muy bien.

Un abrazo.
Ignacio

[Àlex Gállego]

Un recorrido de poema estupendo, Pablo. El ritmo de tus versos suele recordarme al de un río en calma, con la historia que pusiste esta vez de fondo, me evocó también al de mis padres cuando me leían un cuento al acostarme, todo eso sin que deje de emocionar. Disfruté de la lectura. Gracias por compartirlo.

Un abrazo

[Julio Gonzalez Alonso]

¡Qué bien recreas la vida ardiendo en el borde del volcán! Versos de la experiencia, nutridos de fina observación y sensibilidad. Siempre un placer leerte, amigo Pablo. Un abrazo.
Salud.

[Rosa Marzal]

Un magnífico poema con versos realmente brillantes. Pinceladas de existencia que varían sus latidos en cada estación vital.

Me ha encantado, Pablo.

Un abrazo.

[xaime oroza carballo]

En ti ardían venenos arteriales, odio líquido,
como cráter lavando tierra virgen.
Aducías volcánicas razones para ello: cicatrices
tras un seísmo de turbia adolescencia.


Latían tus sienes en la paz con injusticia, tus pétreos
maxilares quebrantaban los debates ideológicos.
Cataclismo coherente, pregonabas, y tu vórtice
giraba en torno a putas y sustancias indolentes.


Y se fueron desplegando años como nubes:
absortos y fríos, livianos de sentido, trasparentes, y llovió
una calma fina y persistente —esperma de dócil erupción,
matrimonio, hijos sanos, sillón de funcionario de partido—,
secando tu dorada lava en convenciones.


En el borde del cráter frío de tu vida nació entonces
una hebra simple y vegetal, verde y brillante.

Enorme el poema, Pablo. Un placer de lectura
Un abrazo, amigo

[Javier Dicenzo]

Creo que eres simbolista tranquilamente estás en la antologìa, un placer te espero en mis letras.

[Pablo Ibáñez]

Gracias John, muy honrado por tu paso.
Abrazos.

[Pablo Ibáñez]

Ramón, me alegro que te guste amigo.

Abrazos.

[Pablo Ibáñez]

Gracias Marius,

te tengo en gran estima como creador, así que tu comentario es un honor.

Abrazos.

[Pablo Ibáñez]

Gracias Ignacio, por tus amables palabras.

Sé de tus amplios conocimientos sobre poesía, así que tu valoración positiva es una gran satisfacción.

Un abrazo.

[Pablo Ibáñez]

Gracias Àlex,

un honor para mí que te hayas detenido en mi poema. Me encanta tu valoración de la cadencia.

Abrazos.

[Pablo Ibáñez]

Julio, maestro y amigo,

siempre un honor verte por mis asuntos.

Abrazos.