Editorial Alaire

Druida aferrado a su conjuro estéril,
con el filo de sombra acuchillada
hoy desmenuzo en orfandad de nave
mi gavilla de muérdagos:
como raíz que aguarda de un laurel apagado
un murmullo de tubas de rizoma
adereza el ritual hacia lo oscuro.

Es la escarcha tardía de los péndulos,
la conmemoración que asiste
con su secreta pompa
al desplome de luz en los linos del aire;
es la espera sin fruto con que azuza
el rumor sus mordientes río abajo.

Cuando se haya borrado toda huella
y en el abrupto cese del camino
no quepa ya retorno
alárgame tu mano, amor. Ayúdame
a cruzar los hayedos del frío, a no temer
el clamor en la niebla de las sierpes
que anidan el silencio de los pantanales.

Y allá donde no pueda ya decir la palabra,
en un arcano vuelo germinemos
desde el sólo saberse
la inflorescencia del estar. Seamos
–libres ya en el yacer– pura inmanencia,
sustancia hilada en el varal del tiempo.

Me ha gustado mucho. Haces un reflexión entre filosófica y poética muy lograda por la emotividad que le imprimes.
Abrazos
Pilar

Esplendoroso incitiato a la inmanencia del amor. Felipe, sin duda, eres un hito poético para el deleite de todos los sentidos. Abrazos, ERA

Pilar Morte escribió:Me ha gustado mucho. Haces un reflexión entre filosófica y poética muy lograda por la emotividad que le imprimes.
Abrazos
Pilar

Muy agradecido, Pilar, por tus palabras.
Recibe un abrazo, amiga.
Felipe.

Llegar a tu poetiaca es como asomarse a una ventana llena de luz.
Un abrazo.
Pepa

[quote="Felipe Fuentes García"]

Cuando se haya borrado toda huella
y en el abrupto cese del camino
no quepa ya retorno
alárgame tu mano, amor. Ayúdame
a cruzar los hayedos del frío, a no temer
el clamor en la niebla de las sierpes
que anidan el silencio de los pantanales.


Como dice Pepa, leerte es abrir una ventana llena de luz.
Felicidades por el poema y por esta estrofa que dejo.
Un abrazo.

Felipe,

magnífico, como siempre, amigo. Tu calidad nunca decepciona. Aplicas con delicadeza y ambición tu trabajado chorro lírico, tu oficio poderoso. Ese aire heroico, íntimo, extremo y recogido a la vez, esa textura mística.

A mí me encanta, ya lo sabes.

Feliz Navidad y un abrazo.

Después de la grata lectura de tu poema, aprovecho para desearte una feliz Navidad, amigo Felipe, y mucha salud.
Abrazos.