Editorial Alaire

Ala del ave en vuelo. Hiere
los más secretos ámbitos, franquea
las lindes no visibles en que el signo
como espiga en sazón se manifiesta.

Trazo en el aire. Escribe
qué palabra, con qué fulgor oculto al ojo;
de qué memoria se pronuncia
la herida abierta en el azul.
Qué sangre no vertida se resume
sobre el lienzo inconsútil,
y qué horizontes abre
en el venero de su rito incruento.

Roce del ala en vuelo, huella.
Dintel de qué silencio roto,
modulación extinta en la sutura
del impalpable grito
que desespera en el enigma
del cuerpo a cuerpo con la nada.

Y ahora que los ocres de tu iris
apuran el misterio de la tarde
y cesó tu aleteo, qué
te desveló la altura, dinos, tú
que sabes disolver la piedra,
con qué canto, "Pitiwe", alumbrarás
el destino del hombre.

"Existe en el territorio mapuche un pájaro, de los llamados "carpinteros", que guarda un profundo secreto. Secreto que celosamente comparte con los renü (sabios y sacerdotes mapuche): la planta que disuelve la piedra y el hierro

P’chiu; pitiu o pitiwe es el nombre de este ave mapuche.
Los criollos la conocen por pitihue; pito o pitio.
Los aymara la llaman yarakaka y los kechwa: akkakllu.
Los científicos la denominan Colaptes pitius y la clasifican dentro del orden de los Piciformes, familia Picidae.

El Pitiwe es un pájaro de tamaño similar al de una paloma (34 cm de longitud aprox.).
Su frente, corona y nuca son de color gris pizarra; y lados de su cara y garganta de color leonado. Su cuerpo muestra barras café negruzcas y café amarillento por encima, y blanco sucio con barras pardas por debajo. El lomo y abdomen son color amarillento. Su iris es amarillo y su cola negra.

Habita en montes, bosques y matorrales, en faldeos o campos escasamente arbolados, pero huye de las extensiones plantadas con árboles exóticos.

Come insectos que habitan en los árboles autóctonos y construye su nido en los huecos de los árboles. Examina los troncos, da varios picotazos poniendo el oído para sentir los movimientos de los insectos ocultos y si lo considera adecuado se arroja sobre su presa.
Es un ave trepadora que anida desde el valle del Huasco a Llanquihué por el Pacífico, y también la región andino patagónica argentina.

Su nombre mapuche, del que derivan los nombres criollos, proviene del pitido agudo que emite. Este pitido suena a los oídos mapuche claramente como:

¡Pitiwe! ¡Pitiwe!
o
¡Pitíu- pitíu!"



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Creo que conoces el secreto del Pitiwe, Felipe. Cada vez que te leo es un vuelo deslumbrante, poeta. Abrazos, ERA

Cuánta riqueza metafórica se desprende
de la sensible contemplación de un ave en vuelo.
Cada verso se eleva grácil y ligero en busca del sujeto poético
y nos llega enriquecido de belleza. Un placer de lectura Felipe.
Un afectuoso abrazo.

Hermoso poema, Felipe, las dos últimas estrofas me parecieron especialmente logradas, pero todo él es excelente . Mis felicitaciones y cordial saludo, compañero.

Hermoso y evocador trabajo, amigo Felipe.
Abrazos.

Felipe,

rendido una vez más a tu capacidad lírica, al depurado estilazo de tus versos.
Esto es un foro de poemas, no un escaparate de egos. Ojala tuviera tiempo para subir permanentemente textos como éste y limpiar la primera página de absurdos infantiloides.
Para aprender.

Abrazos.

Qué poemazo nos dejas, Felipe; lo he leído dos veces y cada vez me gusta más. Se siente el vuelo en la profundidad de tus versos. Me encantó. Felicidades.
Abrazos
Pilar