Editorial Alaire

Los viajes de negocio te confunden
—el zoco de Estambul, el lago rosa, el café de la oficina en Ipanema…—.
Despiertas, exteriormente a la vida,
con la sien en la ventana de un avión
y ves en la distancia una ciudad de gris desperdigado.


El cielo, reservón, no otorga pistas; el susurro
robótico del inglés de la azafata
resulta como el zumo de naranja: indetectable.
Problemas de jet lag o sueños rotos,
la cuestión es que no sabes dónde vas.


La tarjeta de embarque salvadora,
asoma entre la red del revistero.
Destino MAD.
Problemas de corazón, de memoria, o de cordura,
la cuestión es que no queda
completamente claro
adónde vas.

Un poema original, interesante y atractivo, Pablo. Percibo un añadido de "soltura" poética que te queda genial. Me gustó mucho, amigo. Mis felicitaciones y abrazo.

Un poema muy ingenioso desde su titulo hasta el punto de final, que nos ofrece, desde una perspectiva social, la definición del fantasma contemporáneo, ajustadito. Recibe mis abrazos y felicitaciones, Pablo.

Pablo Ibáñez escribió:Los viajes de negocio te confunden
—el zoco de Estambul, el lago rosa, el café de la oficina en Ipanema…—.
Despiertas, exteriormente a la vida,
con la sien en la ventana de un avión
y ves en la distancia una ciudad de gris desperdigado.


El cielo, reservón, no otorga pistas; el susurro
robótico del inglés de la azafata
resulta como el zumo de naranja: indetectable.
Problemas de jet lag o sueños rotos,
la cuestión es que no sabes dónde vas.


La tarjeta de embarque salvadora,
asoma entre la red del revistero.
Destino MAD.
Problemas de corazón o de memoria,
la cuestión es que no queda
completamente claro
adónde vas.

Este poema me ha llenado de admiración, Pablo.
Tres poemas en uno, tres momentos de autoconsciencia.
El hombre perdido, el humano avalado por la confusión, por la materia, por la pseudo-atsmófera, por los intrincados latidos de cualquier penumbra.
Asombrosa la manera como expones la antítesis del arraigo, el apego a los destinos, al nombre que circunda las tabulas escritas a pulso.
Es el humano protagonista, el hombre, la mujer, la raza.
MAD es la tierra entera cuando conquistas su aire.

Aplausos a rabiar, compañero querido.

Me gustó mucho el poema Pablo, utilizas una manera de expresarte más directa, más coloquial, en esta trilogía presentación, nudo, desenlace que nos ofreces.

En inglés MAD significa enojada/o, no sé si será casualidad, también era la organización criminal contra la que luchaba el inspector Gadget. Es que Madrid da mucho juego jajajajaja.

Como siempre leerte es disfrutar y aprender, querido compañero.

Un abrazo.

Joer, qué bueno. Es tremendamente original y enseguida conectas con el lector. Hice hace poco un viaje transoceánico y me has llevado a esa cabina de avión y a ese viaje. Mi destino de vuelta también MAD.
Un abrazo, amigo.
J. manuel

Que bueno Pablo, te apropias del mundo y los versos discurren desde la mente hacia cualquier camino que pueda recorrerse, desde esa confusión de los destinos, que se vuelve aun más desconcertante entre nubes. Plasmas muy bien esas sensaciones de no saber del todo o casi nada hacia donde nos dirigimos en la vida...alguna pista imprevista como en tu billete quizás nos guíe.
Fuerte abrazo amigo

Gracias Luis,

me alegro de que te guste, amigo. Es cierto, he probado un tono de versificar más ligero, más directo, menos depurado. A ver qué pasa.

Un abrazo.

Gracias Ronald,

un honor para mí tu paso y comentario.

Abrazos

Gracias Marius,

un honor que vengas a elogiar el poema, amigo.

Que estés bien.
Un abrazo.

Gracias Hallie,

Sí, MAD es el distintivo de Madrid en las tarjetas de embarque, equipajes, etc, de los aviones. Tú lo habrás visto muchas veces porque vienes a menudo. Siempre me había llamado la atención por el significado en inglés: loco, enojado. Destino MAD juega con esos significados.

Un abrazo.

Gracias Israel,

así es, el distintivo de Madrid en la jerga de la aviónica (MAD) significa en inglés loco, enojado, enfadado, ido, que se le ha ido la olla, etc. Cuando uno viaja destino MAD parece que puede esperarle cualquier cosa.
Ya he visto tu poema -MAD-, ahora me paso a comentarlo, en el que explicitas esa locura de Madrid con vívidos detalles.

Un abrazo.

Gracias José Manuel,

es cierto, uno se pierde en los viajes de avión tan largos. No sabes quién eres ni adónde vas.
Destino MAD, después de todo, es como llegar a casa. Casa loca, pero casa al fin y al cabo.

Abrazos.

Gracias Ventura,

sí, quería expresar esa extraña sensación del Jet Lag de los viajes largos, donde uno entra en la categoría de zombi, o de alma perdida en el cielo. La alegoría que apuntas del destino confuso de la vida es, en efecto, la intención última del poema. Destino MAD es un destino de confusión, desasosiego... Madrid sería un lugar como cualquier otro donde sentir esas sensaciones negativas y otras muchas positivas. Aunque, pensándolo bien, tal vez no sea exactamente igual que cualquier otro.

Por cierto que dentro de poco tienes un destino MAD en el que espero poder darte un abrazo.