Editorial Alaire

Más largo que una figura
de espejo distorsionado
o un día sin pan o cebo,
más lejano que el Oriente
donde conviven escamas
con colas y aletas verdes
en el mar del optimismo,
para aliviar curvaturas
de una espina penitente,
así se jacta el olvido,
del océano a la alberca,
en el sentir de los peces.

De poca o suma importancia
ha de ser lo que acontece
cuando el pez vuelve a la freza
como la gallina al huevo
o el frutal a la simiente,
porque crecer a la inversa
es la razón convincente
de no encontrar en el pez
ni rastro de identidad,
ni el nombre por el que atiende.

Son peces que maman siempre
en una areola errática,
y siempre pequeños peces
que alimentan de calostros
las ideas y vaivenes
con los que llegan encinta
al olvido. Solos. Peces.

Mágico y bello poema . Un placer disfrutarlo.

Un abrazo
Simon

Rafel Calle escribió:Más largo que una figura
de espejo distorsionado
o un día sin pan o cebo,
más lejano que el Oriente
donde conviven escamas
con colas y aletas verdes
en el mar del optimismo,
para aliviar curvaturas
de una espina penitente,
así se jacta el olvido,
del océano a la alberca,
en el sentir de los peces.

De poca o suma importancia
ha de ser lo que acontece
cuando el pez vuelve a la freza
como la gallina al huevo,
o el frutal a la simiente,
porque crecer a la inversa
es la razón convincente
de no encontrar en el pez
ni rastro de identidad,
ni el nombre por el que atiende.

Son peces que maman siempre
en una areola errática,
y siempre pequeños peces
que alimentan de calostros
las ideas y vaivenes
con los que llegan encinta
al olvido. Solos. Peces.

Me gusta el interesante léxico que has empleado en este buen poema, estimado amigo, Rafel Calle. Enhorabuena.
Un abrazo.
BEGOÑA.

¡Oh! para llegar a éste extraordinario cierre, se ha buceado y se ha vivido intensamente en el mar mortal de la civilización.
Hábilmente, el poeta crea un pez subconsciente, lo dota de humano poder en forma sobrehumana, en forma de una florecida y dúctil creatividad. Le concede vida al pez desconocido en un olvido de sí, de su original medio, el fondo del universo. Llegan preñados de memorias al olvido. De su cual ta, a este otro mar humano, cuasi humano, deshumanizado mar. Me ha maravillado el simbolismo, el alegórico amamantar y si fuese posible hacerle portadas a los poemas preñados de significados, de vida, haría el óleo de un pez entre los torneados brazos de Euterpe, pegado a sus senos, envuelto en el fervor y la ternura, con ojos relucientes y satisfechos de su insondable yo. Mis respetos, Rafel. E. R. Aristy.


Son peces que maman siempre
en una areola errática,
y siempre pequeños peces
que alimentan de calostros
las ideas y vaivenes
con los que llegan encinta
al olvido. Solos. Peces.

Un simbolismo rico en matices para comprender la vida y lo que sucede tras el tiempo. Tus poemas son para releer si quieres llegar a su pleno significado. Me ha gustado mucho, querido amigo, y me alegra que te proyectes en escribir.
Besos
Pilar

Instantes que van hilando el sensible y reflexivo mirar de tus versos querido amigo...muy emotivo y conmovedor...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Es genial el título, es increíble, qué lenguaje más rico, con tres palabras que se pueda decir tanto.

Continua evolución, y a veces ninguna, un paso adelante y tres hacia atrás.

Es la humanidad, somos asi, los humanos somos asi.

Eso de que el cerebro es una máquina perfecta, no se yo.

Hay mucho por estudiar, sobre todo en el sistema límbico creo que se llame, esa parte que se encarga de las emociones, y el aprendizaje,
ira, miedos, comportamientos sexual, etc. etc.

Un abrazo pez Rafel, de una pajarraca,
yo no soy pez, soy ave que vuela jajajaj,
pero no alto eh.

Muchas gracias, amiga Begoña, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Abrazos.

Interesante, Rafa. Me has hecho imaginar el mundo de las emociones a través de la mirada de un pez en su pecera. Con mi abrazo.
Salud.

Rafel Calle escribió:Más largo que una figura
de espejo distorsionado
o un día sin pan o cebo,
más lejano que el Oriente
donde conviven escamas
con colas y aletas verdes
en el mar del optimismo,
para aliviar curvaturas
de una espina penitente,
así se jacta el olvido,
del océano a la alberca,
en el sentir de los peces.

De poca o suma importancia
ha de ser lo que acontece
cuando el pez vuelve a la freza
como la gallina al huevo
o el frutal a la simiente,
porque crecer a la inversa
es la razón convincente
de no encontrar en el pez
ni rastro de identidad,
ni el nombre por el que atiende.

Son peces que maman siempre
en una areola errática,
y siempre pequeños peces
que alimentan de calostros
las ideas y vaivenes
con los que llegan encinta
al olvido. Solos. Peces.

El olvido de los peces. Levedad y memoria en el túnel de las branquias...
Siento tres poemas en uno.
La soledad en los trazos que bosquejan en altamar. Cardumen, azares, algas esquivas...
Tacto resbaladizo, confiable o mortal, blancos y rojos persiguiendo el sino en las mareas.

Vuelvo más tarde, querido amigo.

Abrazos.

El pez que olvida, el pez que vuelve, el pez que muere y resucita.Aplaudo el ritmo viejo de tus versos
y ese sabor a agua del manantial que viene a regurgitar-- nos.

Un abrazo

Exquisito poema, querido Rafel, con una gran dosis de existencialismo, nos haces recorrer como peces la duda, sabiendo que el aire no es regalo. El estilo me parece que se acomoda muy bien a lo evocado. Me uno al comentario de nuestra querida poeta y amiga E.R.A, para celebrarlo. Mis abrazos.

Muchas gracias, amigo Simon, te agradezco el comentario y me alegra que te haya gustado el poema.
Abrazos.

E. R. Aristy escribió:¡Oh! para llegar a éste extraordinario cierre, se ha buceado y se ha vivido intensamente en el mar mortal de la civilización.
Hábilmente, el poeta crea un pez subconsciente, lo dota de humano poder en forma sobrehumana, en forma de una florecida y dúctil creatividad. Le concede vida al pez desconocido en un olvido de sí, de su original medio, el fondo del universo. Llegan preñados de memorias al olvido. De su cual ta, a este otro mar humano, cuasi humano, deshumanizado mar. Me ha maravillado el simbolismo, el alegórico amamantar y si fuese posible hacerle portadas a los poemas preñados de significados, de vida, haría el óleo de un pez entre los torneados brazos de Euterpe, pegado a sus senos, envuelto en el fervor y la ternura, con ojos relucientes y satisfechos de su insondable yo. Mis respetos, Rafel. E. R. Aristy.


Son peces que maman siempre
en una areola errática,
y siempre pequeños peces
que alimentan de calostros
las ideas y vaivenes
con los que llegan encinta
al olvido. Solos. Peces.

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Muchas gracias, amiga Era, me regalas un comentario enormemente gratificante, de facto se convierte en una razón para la existencia de mi humilde poema.

En esta ocasión, trato de retratar una figura, sobre todo, de soledad; la soledad del olvido, es decir, m´as que la soledad física es la psicológica. En la primera estrofa, el olvido es largo, muy largo y está muy alejado de cualquier antídoto, desde la riqueza a la pobreza, de la importancia a la insignificancia... (océano, alberca). En la segunda estrofa, quiero hablar de la inmadurez, el hombre regresa al niño, con la consiguiente pérdida de la realidad y de tantas cosas... En la tercera, pretendo hablar del error, de los errores en cadena que se originan debido a un tránsito equivocado o por lo menos a la inversa. Y, claro, llegan al final como el niño al que han pretendido retornar, embarazados de ideas y cosas por hacer. Mala cosa, porque a lo único que han llegado ha sido al olvido de su propia identidad.

En fin, reitero las gracias, estimada colega.
Abrazos.

Un hermoso trabajo, Rafel,un abrazo.
Ya volveré, si no me olvido, para sumergirme un poco más...