Editorial Alaire

La visita

Me visitó el poeta con sus cosas cotidianas,
carente de encanto,
buscándose a sí mismo con sonrisas
y muecas y palabras vacías
en un desierto estéril de emociones,
anodino y mediocre con sus citas
de frases hechas y erudición casposa
ante la taza de café
y el péndulo
monótono
de las horas tediosas de la tarde.

Me visitó el poeta, abrió su boca
y habló de sus versos;
cerró su boca
y pensaba en sus versos
y sus versos le perseguían como fantasmas
y nada había más allá de sus versos
y se miraba en ellos como en un espejo
de agua.

Me visitó el poeta
y descubrí al pobre hombre de la calle
de una ciudad cualquiera
abrumado
por su destino de poeta.

Me invitó a su casa el hombre
con sus problemas domésticos diarios
y su música de jazz y el desgarro de los tangos
en los viejos discos de vinilo; miraba con lentitud
el aire de la alcoba; me ofreció
vino y preguntó qué tal me iba,
que a él las cosas mal, pero aguantaba
y sonreía. Detrás
de sus ojos bulle el mundo y la memoria
y el hombre con sus cosas
extraordinarias.

Me visitó el hombre
y descubrí al poeta. Ahora
todo está bien y abro los libros
por las páginas del ruido de las calles
y la alegría bulliciosa
y los sueños adolescentes y las sonrisas
de las muchachas que aman en primavera.

González Alonso

Muy sensible y reflexivo el transitar de tus versos querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Me ha gustado mucho tu poema porque fuera de su construcción impecable, ha significado una reflexión sobre el arte de la poesía; su rol, su implicación con nosotros.
Un abrazo Julio

Descubrir lo que le ronda al poeta en su concierto pensativo pone el ánimo de hablar al borde mismo de la boca, para que sea comprendido.

Un abrazo

Qué diferente la visita del hombre y la del poeta siendo el mismo, y cómo has profundizado con maestría en cada uno. Me encantó.
Felicidades

Qué hermoso y humano, Julio; qué hermoso, reitero.

Me ha emocionado muchísimo esta visita; aplaudo tu obra con entusiasmo.

Abrazos.

Julio,

un placer como siempre asomarse a tu casa, amigo. Creo que has conseguido un poema muy logrado. Me gusta mucho la manera cómo vas describiendo al poeta amigo, en su ámbito y en su ser, en sus realidades y en sus ambiciones.

Me admira, como siempre, la sosegada madurez que imprimes a tu discurso, ajeno a toda pretenciosidad, a todo intento de epatar; concentrado en la poesía, en las palabras como vehículo de emoción y belleza.

Un abrazo.

Lunamar Solano escribió:Muy sensible y reflexivo el transitar de tus versos querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Amiga Nancy, siempre resultan reconfortantes tus palabras y tu cariñoso abrazo. Con otro abrazo igual y agradecido.
Salud.

Julio Gonzalez Alonso escribió:La visita

Me visitó el poeta con sus cosas cotidianas,
carente de encanto,
buscándose a sí mismo con sonrisas
y muecas y palabras vacías
en un desierto estéril de emociones,
anodino y mediocre con sus citas
de frases hechas y erudición casposa
ante la taza de café
y el péndulo
monótono
de las horas tediosas de la tarde.

Me visitó el poeta, abrió su boca
y habló de sus versos;
cerró su boca
y pensaba en sus versos
y sus versos le perseguían como fantasmas
y nada había más allá de sus versos
y se miraba en ellos como en un espejo
de agua.

Me visitó el poeta
y descubrí al pobre hombre de la calle
de una ciudad cualquiera
abrumado
por su destino de poeta.

Me invitó a su casa el hombre
con sus problemas domésticos diarios
y su música de jazz y el desgarro de los tangos
en los viejos discos de vinilo; miraba con lentitud
el aire de la alcoba; me ofreció
vino y preguntó qué tal me iba,
que a él las cosas mal, pero aguantaba
y sonreía. Detrás
de sus ojos bulle el mundo y la memoria
y el hombre con sus cosas
extraordinarias.

Me visitó el hombre
y descubrí al poeta. Ahora
todo está bien y abro los libros
por las páginas del ruido de las calles
y la alegría bulliciosa
y los sueños adolescentes y las sonrisas
de las muchachas que aman en primavera.

González Alonso

¿sabes?

Pocas veces respondo con canciones...
sólo y tan solo
...a las letras que me emocionan...

y las tuyas...
lo han conseguido...

Gracias...necesitaba leer de nuevo...

[BBvideo 560,340]https://www.bing.com/videos/search?q=ol ... ORM=VRDGAR[/BBvideo]

y...es verdad
de cada verso nace el brote
de....ante todo
...volver a escribir

Gracias

Jack

Armilo Brotón escribió:Me ha gustado mucho tu poema porque fuera de su construcción impecable, ha significado una reflexión sobre el arte de la poesía; su rol, su implicación con nosotros.
Un abrazo Julio

Los dioses no se tienen en sus peanas. Los poetas que se sienten dioses, profetas, redentores, imprescindibles, únicos... resultan patéticos. Por eso en el poema trato de hablar con el poeta que puede que lleve dentro para que sepa estar en su sitio y no mee fuera del tiesto, si es que llevo algo dentro parecido a un poeta, que lo dudo.

Bueno, amigo Armilo, te deseo u feliz paso por los días del verano. Abrazo.
Y salud.

Guillermo Cuesta escribió: Descubrir lo que le ronda al poeta en su concierto pensativo pone el ánimo de hablar al borde mismo de la boca, para que sea comprendido.

Un abrazo

Pues así debe de ser, Guillermo. Con las gracias y un abrazo.
Salud.

Pilar Morte escribió: Qué diferente la visita del hombre y la del poeta siendo el mismo, y cómo has profundizado con maestría en cada uno. Me encantó.
Felicidades

Esto de ser dos en uno mismo, como diría Antonio Gamoneda, es cansado... Gracias por tu comentario, amiga Pilar. Abrazo.
Salud.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Qué hermoso y humano, Julio; qué hermoso, reitero.

Me ha emocionado muchísimo esta visita; aplaudo tu obra con entusiasmo.

Abrazos.

Muy amable, Hallie; muchas gracias por recibir en tu casa esta visita. Abrazo.
Salud.

Me resulta un poema muy original. Sentí algo así como un «yo, mi, me, contigo» de Sabina. Has logrado reflexionar sobre el poeta-hombre y el hombre-poeta, y hemos visto (gracias a ti) que, al final, solo se trata de vivir y de amar.

Un saludo grande.
Óscar

Genial poema, Julio. Nos permite reflexionar sobre el narcisismo (a veces) del poeta atrapado por su rol. De la humanidad (a veces) del hombre sencillo sin rol, que sólo vive (y eso... ya... es mucho). Un poema para leer muchas veces. Y ser humildes. Y que la poesía no nos endiose, porque no somos nada o somos todo... como el universo, pero sin rol. Ser poetas debe ser la máxima expresión de humildad, porque el narcisismo no tiene sentido.

Me ha súper encantado
Aplausos
Un beso grande
Ana