Editorial Alaire

En la inmensidad de los tornos las manos pequeñas alcanzan
encaramados jazmines sobre la tapia azul de atardecida.

¿Nunca has mirado tras los campos sembrados
como pasa a esta hora el carro cargado de heno?
Va soltando pulsos desmayados entre un reguero
de nardos y romero que la luz amarillea en oro con su caída.

Las sombras estiran las siluetas de los grupos
que comentan aceleradas historias,
terribles o cómicas parecen por sus aspavientos.
Al aire vuelan los lotos y las bocas de los peces
de la alberca, al pie del sauce llorón,
sueltan sus últimas burbujas.
Las gabardinas largas crepitan de humedad cuajadas
y el dulce jugo del alambique de la noche
cumple su papel curativo: los caminos destilan
siluetas, zancadas amplias y despedidas.

Ya no se ven las voces de siena tostada, ni se escucha
el chirriar machacón del eje del carro.
Los jazmines, desnudos en su conventual dicha de blanco
sobre un plato, en medio de las sombras, perfuman
la claridad rotunda que ven los párpados al plegarse.

Bellos versos con imágenes muy logradas hace delicia
leerlos.
Un abrazo
Simon

Me ha gustado mucho este poema. Esta lleno de preciosas imágenes que lo hacen muy visual, realmente se sienten.
Mi aplauso.

Un abrazo.

Un poema delicioso, de los que tocan la sensibilidad.
Besos
Pilar

Un poema muy bello. Me gustaron mucho sus imágenes y la sensiblidad que transmiten. Gracias por compartirlo.

Un abrazo

Àlex

Gracias Álex, Simón, Ramón y Pilar. Es verdad que a veces se puede pintar con las palabras.

juan delgado escribió:En la inmensidad de los tornos las manos pequeñas alcanzan
encaramados jazmines sobre la tapia azul de atardecida.

¿Nunca has mirado tras los campos sembrados
como pasa a esta hora el carro cargado de heno?
Va soltando pulsos desmayados entre un reguero
de nardos y romero que la luz amarillea en oro con su caída.

Las sombras estiran las siluetas de los grupos
que comentan aceleradas historias,
terribles o cómicas parecen por sus aspavientos.
Al aire vuelan los lotos y las bocas de los peces
de la alberca, al pie del sauce llorón,
sueltan sus últimas burbujas.
Las gabardinas largas crepitan de humedad cuajadas
y el dulce jugo del alambique de la noche
cumple su papel curativo: los caminos destilan
siluetas, zancadas amplias y despedidas.

Ya no se ven las voces de siena tostada, ni se escucha
el chirriar machacón del eje del carro.
Los jazmines, desnudos en su conventual dicha de blanco
sobre un plato, en medio de las sombras, perfuman
la claridad rotunda que ven los párpados al plegarse.

Hola Juan, Me encantó el título y entre a leer tu poema.
Los primeros versos, ya perfilan el encanto de la pluma, puedo ver esos jazmines sobre la tapia azul, y esa pregunta sobre el carro
cargado de heno es toda una bella imagen, y como Becquer, mencionas a los nardos, que huele tan bien como los jazmines.
Un regalo para mis ojos de lectora, me quedo impregnada del aroma que se respira cuando se lee.
Felicidades, y gracias por desplegar en foro una neblina perfumada.Un abrazo Poético.-

juan delgado escribió:En la inmensidad de los tornos las manos pequeñas alcanzan
encaramados jazmines sobre la tapia azul de atardecida.

¿Nunca has mirado tras los campos sembrados
como pasa a esta hora el carro cargado de heno?
Va soltando pulsos desmayados entre un reguero
de nardos y romero que la luz amarillea en oro con su caída.

Las sombras estiran las siluetas de los grupos
que comentan aceleradas historias,
terribles o cómicas parecen por sus aspavientos.
Al aire vuelan los lotos y las bocas de los peces
de la alberca, al pie del sauce llorón,
sueltan sus últimas burbujas.
Las gabardinas largas crepitan de humedad cuajadas
y el dulce jugo del alambique de la noche
cumple su papel curativo: los caminos destilan
siluetas, zancadas amplias y despedidas.

Ya no se ven las voces de siena tostada, ni se escucha
el chirriar machacón del eje del carro.
Los jazmines, desnudos en su conventual dicha de blanco
sobre un plato, en medio de las sombras, perfuman
la claridad rotunda que ven los párpados al plegarse.

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Juan, que fantásticas metáforas, cómo indicas con ellas la luz de los caminos, me haces ver los tonos del campo, las estaciones, el tallo de los jazmines.
Creo que es un muy buen logrado poema, suave y dulce, como n ben vino en los postres.

Saludos mediterráneos.

Es bellísimo Juan, es realmente un bellísimo poema.
El tono, lo íntimo del decir y el paisaje que nos dibujas, todo sabe, huele a poesía pura.

Me re-encantó, querido compañero.

Un abrazo fraterno.

Muchas gracias Mirta, Concha y Just Gafar. En Sevilla, no sé si en toda España, se recogen jazminez para ponerlos en un plato en la mesita de noche para perfumar la habitación y contra los mosquitos. Ese recuerdo de los veranos quizás sea uno de los motivos quw provocaron el nacimiento del poema. Un abrazo y gracias de nuevo.

Precioso, querido amigo. Me uno a los aplausos y a los merecidos elogios.

Abrazos y felicidad.

Un nítido recorrido nos comparten tus sensibles versos amigo... bello y vibrante sentir en cada escena...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Muy bello y eveocador trabajo, amigo Juan.
Abrazos.

Enhorabuena, amigo Juan, por el reconocimiento como Poema de la Semana a tu obra "Jazmines sobre la tapia azul".
Abrazos.

Merecía ser reconocido este delicioso poema. Felicidades.
Besos
Pilar