Extraños

[Carmen Pla]

Buen poema, pleno de versos logrados. Me gustó y lo disfruté
Abrazos
Pilar

Muchas gracias, Pilar.
Me alegro mucho que te guste.
Abrazos

[E. R. Aristy]

Ese país tenia un desfiladero corto
y un buen camino para vivir en las ruinas.
Hacía orilla en nuestro río
con toda la fertilidad caliente
para cobijarnos.
Sus claros indicios
eran la sal de mi espalda,
quebrando el agua nieve
de nuestra rústica unidad
integrada en la vida.
Sin el dolor de la profundidad
que vierte el anhelo en olvido
de toda la niñez.
Mi sangre era savia suya
llena de matices,
endulzando con panela o azúcar
la palabra.
Sujetando bien mis cadenas
en los lances de un camino,
donde el recuerdo percibe
su propia oscura ignorancia.

No bastan las palabras
si se reproducen cansadas de vivir
metidas en un sobre.

Ni tres formas de decirlo:
así escrito,
tan frío
y sin dudar.
Con la avidez de privarme de sus ojos,
de su boca,
y de sus manos cómplices.

- Mira - quizás las palabras nos resulten extrañas.
Pero si todo se desvanece de mi vista.
Acepta mi último suspiro,
el último castañeteo de mis dientes,
el crujido de mis huesos.
Que yo sólo puedo ver la sórdida belleza
que alguna vez conocí en ti.

Bellisimas imagenes, Carmen! Es un poema de un amor entrañable. Siempre es un placer leerte. Felicidades! ERA

[Carmen Pla]

Ese país tenia un desfiladero corto
y un buen camino para vivir en las ruinas.
Hacía orilla en nuestro río
con toda la fertilidad caliente
para cobijarnos.
Sus claros indicios
eran la sal de mi espalda,
quebrando el agua nieve
de nuestra rústica unidad
integrada en la vida.
Sin el dolor de la profundidad
que vierte el anhelo en olvido
de toda la niñez.
Mi sangre era savia suya
llena de matices,
endulzando con panela o azúcar
la palabra.
Sujetando bien mis cadenas
en los lances de un camino,
donde el recuerdo percibe
su propia oscura ignorancia.

No bastan las palabras
si se reproducen cansadas de vivir
metidas en un sobre.

Ni tres formas de decirlo:
así escrito,
tan frío
y sin dudar.
Con la avidez de privarme de sus ojos,
de su boca,
y de sus manos cómplices.

- Mira - quizás las palabras nos resulten extrañas.
Pero si todo se desvanece de mi vista.
Acepta mi último suspiro,
el último castañeteo de mis dientes,
el crujido de mis huesos.
Que yo sólo puedo ver la sórdida belleza
que alguna vez conocí en ti.

Gran poema resalto esos tres versos que me parecen muy autenticas y originales, y ese final es simplemente precioso, un placer de lectura querida Carmen mi abrazo con admiración.

Cecilia

Querida Cecilia, muchas gracias por tus palabras, es un placer recibirlas de una poeta que tanto admiro.
Un abrazo

[Carmen Pla]

"No bastan las palabras
si se reproducen cansadas de vivir
metidas en un sobre."
Qué bueno todo el poema, Carmen,un placer de lectura.
Un abrazo

Muchas gracias, Rosa.
Me alegra que te haya gustado el poema.
Un abrazo

[José Manuel F. Febles]

- Mira - quizás las palabras nos resulten extrañas.
Pero si todo se desvanece de mi vista.
Acepta mi último suspiro,
el último castañeteo de mis dientes,
el crujido de mis huesos.
Que yo sólo puedo ver la sórdida belleza
que alguna vez conocí en ti.

Un magnífico resumen en esta última estrofa, qué bien pudiera ser todo el poema, pero hay que decir en favor de las letras, que estos versos no dejan impasible a nadie.
Dijo Óscar Wilde,, que la mayoría de las personas son otras personas-
Todo aquello que acontece en el dónde en que vivimos, no sea para ti el dolor de este final de poema.
Magnífico. Te felicito y te envio un fuerte abrazo, desde mi isla.

José Manuel F. Febles.

[Soraya Oliva]

Ese país tenia un desfiladero corto
y un buen camino para vivir en las ruinas.
Hacía orilla en nuestro río
con toda la fertilidad caliente
para cobijarnos.
Sus claros indicios
eran la sal de mi espalda,
quebrando el agua nieve
de nuestra rústica unidad
integrada en la vida.
Sin el dolor de la profundidad
que vierte el anhelo en olvido
de toda la niñez.
Mi sangre era savia suya
llena de matices,
endulzando con panela o azúcar
la palabra.
Sujetando bien mis cadenas
en los lances de un camino,
donde el recuerdo percibe
su propia oscura ignorancia.

No bastan las palabras
si se reproducen cansadas de vivir
metidas en un sobre.

Ni tres formas de decirlo:
así escrito,
tan frío
y sin dudar.
Con la avidez de privarme de sus ojos,
de su boca,
y de sus manos cómplices.

- Mira - quizás las palabras nos resulten extrañas.
Pero si todo se desvanece de mi vista.
Acepta mi último suspiro,
el último castañeteo de mis dientes,
el crujido de mis huesos.
Que yo sólo puedo ver la sórdida belleza
que alguna vez conocí en ti.

Que fantástico. Me ha llegado muchísimo. Gracias Carmen.

[Carmen Pla]

Carmen, que posición exacta la de tu poema, para sujetar las cadenas cuando hay un recuerdo que descubre sin dudar
la oscuridad de la ignorante savia propia convertida en sangre.

Un abrazo

Gracias, Guillermo.
Podría ser como lo describes...
Muy agradecida por tu paso, amigo.
Un abrazo

[Carmen Pla]

Escalofrío de cercanía en todas y cada una de las imágenes. Hermoso tu canto, Carmen.
Un abrazo

Gracias, Xaime.
Me alegro que te haya gustado.
Un abrazo

[Rafel Calle]

Los mejores poemas de Carmen Pla, en Alaire.